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La presa de Santa Teresa con tres compuertas abiertas en enero. JM García

El pulso de una presa de Salamanca a la naturaleza para seguir 'a rebosar'

El embalse de Santa Teresa mantiene parte de sus compuertos abiertas un mes después de soltar grandes cantidades de agua para no cruzar el límite de su capacidad de 400 hm3

Félix Oliva

Salamanca

Sábado, 22 de febrero 2025, 10:08

Un mes entero soltando agua para quedarse como estaba. Esto es lo que ha pasado en los últimos 30 días en el embalse de Santa Teresa, donde su presa ha estado aliviando millones d elitros de agua para no superar su nivel máximo seguro, de unos 400 hm3, que ha mantenido todo este tiempo.

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El embalse, uno de los más grandes de Salamanca, tiene funciones vitales. Es una estructura de suministro y, además, se ocupa de regular el caudal del Tormes. A finales de enero pasado, empezó a notar la entrada de grandes cantidades de agua procedentes de las copiosas precipitaciones; según la CHD, la llegada de agua se produjo primero a un ritmo de 200 m3/segundo al paso de un tren de borrascas.

Una gran cantidad de agua impulsada desde una distancia de 79 kilómetros que formó una ola que se desarrolló durante cuatro días, un torrente que arrancó en 268 m3/segundo de pico en su 'origen' y que se domó a poco más de 100 en la capital.

Desde un nivel estable de 370 hm3, empezó a entrar agua en grandes cantidades y en dos días las reservas aumentaron en 20 hm3; su evolución confirmaba que llegaría a los 400 hm3 y, tras un primer avance, el día 23 de enero por la mañana se abrían compuertas para dejar escapar agua a un ritmo de 100 hm3 que se mantuvo 24 horas y que llegó a un pico de 169 m3/segundo. Ahora, todo regresa a la normalidad un mes después.

Un mes desembalsando

El día 21 de enero, el embalse del que 'bebe' el municipio de Salamanca empezaba a soltar agua como media de precaución al llegar a su límite de resguardo del 80%. Había llegado a su máximo de este año y superaba su récord de 2024, lo que le obliga a desembalsar en una fecha especialmente temprana.

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Así que no quedaba otra que abrir compuertas y empezar a aliviar reservas para no superar el límite seguro. Se empezó el día 21 virtiendo 8 m3/segundo, 8.000 litros cada minuto; durante el día 22 y la madrugada del 23 pasó a 20 m3/segundo; y durante la mañana del día 24 aceleraba hasta superar los 100 m3/segundo, es decir, 100.000 litros cada segundo y 60 millones de litros de agua al minuto.

Estuvo por encima de los 100 m3/s hasta el día 30 de enero, el 1 de febrero bajaba al entorno de los 65 y ese día regresaba a los 13 m3/segundo de salida. Así se ha mantenido todo este tiempo con un pico de 30 del 7 al 11 de febrero. Aquel día bajó a 395 hm3 de reservas y después se ha estabilizado en los 400 de límite, que es su máximo de seguridad.

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Es el nivel que ha mantenido, el que alcanzó en los días de más lluvias, 30 hm3 por encima del precedente, y que ha conservado a pesar de llevar 30 días desalojando agua del embalse. Todo, para quedarse como estaba, en su máximo de capacidad, pero en un equilibrio entre la seguridad, el control de la avenida de agua y la prudencia para no encharcar media Salamanca.

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