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Álex Sánchez
'Influencers' contra el cambio climático

'Influencers' contra el cambio climático

Hablar de sostenibilidad es cada vez más común en redes sociales. Tiene lógica: los efectos de la crisis climática se sienten a muchos niveles e Instagram o TikTok son un reflejo del mundo en el que operan

Raquel C. Pico

Jueves, 2 de marzo 2023, 11:43

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«Por supuesto, el cambio climático es una conspiración», canturrea en inglés al otro lado de la pantalla un vampiro. Sabemos que es un vampiro porque él mismo lo confiesa, porque su 'look' más que de conde transilvano es reminiscente de los políticos de izquierdas de los 80. Y, probablemente, no sea una casualidad. La canción continúa confesando que, detrás de esa conspiración, están los «vampiros socialistas», que quieren la sangre humana de mejor sabor.

Una letra tan delirante no podía ser más que una sátira: la que Oli Frost —un creador de contenidos que hace canciones sobre el cambio climático— lanzó a la red durante el pasado invierno. 'The Vampire Conspiracy' ha conseguido desde entonces 10 millones de visionados en las diferentes redes sociales, como explica su creador, y un millón de escuchas en Spotify. «Aunque unos pocos me comentaron «la gente se lo va a tomar en serio», descubrí que sorprendentemente pocos lo hacían; asombroso, puesto que internet puede ser un espacio bastante literal», apunta Frost.

La canción de Frost es humorística y divertida, pero está bastante lejos de ser única en el tipo de contenido que trata. Si en las redes sociales se habla de todo y de cualquier cosa, parece inevitable que también se acabe tratando temas de sostenibilidad, cambio climático o ecología en Instagram o en TikTok. E, igual que ocurre con las demás temáticas, algunas cuentas también se disparan en alcance y en respuesta.

«Puede haber 'influencers' en cualquier tema o industria», indica María Marques, directora de marketing en LatAm y España de HypeAuditor. «Un 'influencer' es alguien que ha establecido credibilidad y seguidores en un nicho específico y tiene la capacidad de influir en las opiniones, el comportamiento y las decisiones de compra de sus seguidores», resume.

«Hemos detectado 14.711 publicaciones con hashtags #sostenibilidad o #cambio climático, realizadas por influencers españoles en 2022», reporta Marques, al preguntarle cuánto se habla de estas cuestiones entre las estrellas de las redes sociales. «España genera el 5,4% de las publicaciones relacionadas con este tema y ocupa el cuarto lugar a nivel mundial, después de EE. UU., Reino Unido e India», añade.

Carmen Huidobro y Belén Hinojar, las responsables de Climabar, responden con humor cuando se les pregunta que les parecería ser etiquetadas como «'influencers' del cambio climático». No valoran el uso de esas etiquetas, aunque señalan que las suelen llamar divulgadoras.

Sus vídeos abordan de manera cercana cuestiones de lo más variadas —y complejas— conectadas con el cambio climático —desde qué son las COPs a de dónde viene la expresión «huella de carbono»— con lenguaje social media y memes.

Este último punto es relevante, porque lo que están haciendo las cuentas más o menos populares que hablan de sostenibilidad y cambio climático en social media es justamente eso. Están tratando estos temas con un lenguaje que se cuela en los 'feeds' y ayuda a no pasar a otra cosa. «Intento hablar sobre el cambio climático de un modo que le pueda interesar a alguien como yo», señala Frost. «Creo que necesitamos cosas diferentes para gente distinta», añade.

«La crisis climática ha tenido la peor campaña de marketing de la historia», apunta Huidobro. La información, explica, estaba llegando ya a las personas que estaban «metidas en el mundo» y que les interesaba el tema; pero no tanto a quienes vivían al margen de la cuestión, a quienes al final era a quien había que concienciar.

Quizás el lenguaje era demasiado científico o los mensajes se centraban en los datos más catastróficos. Huidobro —que es ambientalista y siempre ha estado en estos entornos verdes— e Hinojar —que es creativa—arrancaron su proyecto durante el inicio de la pandemia, apostando por un tono completamente diferente a ese que se estaba empleando. «Nos hemos dado cuenta de que nuestra hipótesis era real», hace balance Hinojar, apuntando que sí se pueden abordar estos temas de una manera mucho más simple y menos culpabilizadora.

Incluso, esos contenidos pueden ser divertidos, por muy paradójico que pueda parecer teniendo en cuenta el tema que tratan a fondo. Los estudios científicos han ido demostrando que, en realidad, el humor ayuda a captar la atención y a procesar toda esta información.

En vez de caer en una espiral de ecoansiedad, el humor ayuda a ver las cosas desde otra posición. Igualmente, no solo podría hacer que la información fuese más accesible, sino también saltar las barreras políticas que a veces se conectan con los datos sobre sostenibilidad y cambio climático. El humor trasciende las ideologías.

Ahora bien, ¿logran las redes sociales que sus seguidores integren en su día a día comportamientos mucho más verdes o que interioricen los conceptos que les están transmitiendo los vídeos y los memes?

 

En general, uno de los grandes activos de los 'influencers' es su poder de convicción. «Los influencers pueden tener un impacto significativo en el comportamiento y los hábitos de las personas», indica Marques. Lo consiguen gracias a «su autoridad, credibilidad y popularidad percibidas». Es lo que lleva a que cuando una cuenta de una estrella de las redes sociales recomiende un producto este se venda más.

«En cuanto a la sostenibilidad, los influencers ciertamente pueden ayudar a promover hábitos y estilos de vida ecológicos», asegura la portavoz de HypeAuditor. «Al mostrar sus propias prácticas sostenibles y abogar por causas ambientales, pueden alentar a sus seguidores a adoptar comportamientos similares», apunta, como también pueden tener un impacto positivo si los productos y servicios que muestran son sostenibles.

Los perfiles de divulgación especializados en esta temática tienen un público receptivo y uno que, además, sí los está escuchando a la hora de tomar decisiones. «Y es algo que nos hace mucha ilusión», reconoce Huidobro, que habla de «gente que ha empezado a dejar la carne o nos pide recomendaciones de marcas» para hacer un consumo más respetuoso.

De forma paralela, la presencia de estos contenidos va en aumento y con ello potencialmente su alcance. Esto puede abrir un riesgo nuevo: a fin de cuentas, otras temáticas se han acabado quemando en redes sociales cuando se hablaba demasiado de ellas. «La burbuja eco en social media es potencialmente un problema», reconoce Frost, que está usando 'hashtags' más generales y menos 'eco' para evitarlo y también para llegar a gente que podría no estar pensando en, justamente, ese tipo de temáticas.

Las responsables de Climabar no lo ven así. A ellas les parece estupendo que aparecen miles de perfiles que aborden este tema. «Se está empezando a contar de muchas maneras y eso está genial», asegura Huidobro. Al fin y al cabo, recuerdan, este no es un tema que sea una moda, sino algo que está ahí y que tiene consecuencias muy importantes. «Nos la estamos jugando la supervivencia de la especie», sintetiza Hinojar. Por ello, «lo vamos a ver cada vez más y más», añade. Quizás, eso sí, lo que dejará de funcionar en redes sociales sea el simple 'greenwashing', apuntan.

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