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Nurettin Acar | CEO y CSO de Ikea España José Ramón Ladra
Nurettin Acar | CEO y CSO de Ikea España

«Tener un hogar y una vida mejor en él no debe ser privilegio de unos pocos»

Hace 80 años, en una granja del pueblo sueco de Agunnaryd, un joven Ingvar Kamprad tuvo una visión: hacer muebles sencillos, económicos y usando solo los recursos necesarios. Así nació IKEA, que mantiene como brújula la visión de su creador

Juan José Esteban

Viernes, 12 de mayo 2023, 11:32

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- El último barómetro del CIS establece que, tras la economía, la política y la sanidad, el cambio climático y los problemas medioambientales son la siguiente mayor preocupación de los españoles. Como CEO de una compañía que enarbola la bandera de la sostenibilidad medioambiental y social, ¿eso confirma que su apuesta por crear un impacto sostenible está en línea con lo que demanda la sociedad?

- El cambio climático es una realidad y ya está influyendo en nuestro día a día: vemos inundaciones en Pakistán, incendios forestales en Grecia, Turquía e incluso en nuestro país, en España, se prevé que la capa de hielo antártica decaiga... Hay muchos factores que demuestran que nos enfrentamos a una crisis y debemos tomar medidas. La buena noticia es que aún podemos hacer algo. Nosotros como IKEA, estamos comprometidos a cambiar de un negocio lineal a un negocio circular. Y es por eso que hemos creado nuestra estrategia positiva para las personas y el planeta en la que nos comprometemos a ser climáticos positivos para 2030. Además, queremos se activistas del clima, influir en las personas para que vivan una vida más sostenible y ser un ejemplo para las empresas, diciéndoles que es una buena idea cambiar el modelo de negocio a uno circular, invertir más en energía limpia, electrificar el transporte, invertir en materias primas y tecnologías renovables y transformar real y completamente el modelo de negocio. Y queremos demostrar que, haciendo todo esto, también es posible ser un buen negocio.

- «Crear un mejor día a día para la mayoría de las personas». Ese es el propósito corporativo de Ikea. ¿Esa visión está enfocada solo a su negocio tradicional de muebles o va más allá?

- Mucho más allá. En 80 años de nuestra historia, hemos cumplido con nuestro propósito, que es crear un mejor día a día para la mayoría de las personas. Eso se cumple en IKEA de cabo a rabo. Desde la producción de nuestros productos hasta nuestras operaciones, todo se rige por este propósito. La idea es crear un mejor día a día para la mayoría de las personas con nuestros muebles, con todo lo que hacemos, pero también asumir nuestra responsabilidad social dondequiera que estemos.

- ¿Eso sería algo así como abrazar un capitalismo no tradicional, más humano, más social?

- Somos una empresa 'human centric', porque el negocio en el que estamos es un negocio humano: tenemos a nuestros compañeros de trabajo y tenemos a nuestros clientes, y todos ellos están en el centro de lo que hacemos. Esos son nuestros valores y los cumplimos a rajatabla para desarrollar nuestro propósito corporativo.

- ¿Cómo está trabajando IKEA para alcanzar un mejor planeta, mejores vidas, mejores casas y una mejor compañía, que es el lema maneja Nurettin Acar?

- Nuestros cuatro objetivos son un mejor planeta, mejores hogares, mejores vidas y una mejor compañía. El plan es desarrollar todo eso para lograr lo que nos hemos propuesto: crear un mejor día a día para la mayoría de las personas y tener un buen impacto en el negocio y la vida de la gente.

El propósito de IKEA

«Crear un mejor día a día para la mayoría de las personas»

- Hay una visión, basada en los valores que emanan del propósito de la compañía, que es cuidar del planeta y de todas las personas de la cadena valor de la compañía. ¿Eso, con ejemplos, cómo se aterriza?

- El objetivo de IKEA, en cualquier parte del mundo, no es solo hacer negocios para obtener beneficios; también queremos ser parte de la vida social. Te daré algunos ejemplos. Durante el COVID, las desigualdades sociales se dispararon y muchas familias pasaron a un estado de vulnerabilidad, así que de la mano de varias ONG colaboramos para sostener 10.000 hogares. Hace poco más de un año, con la llegada de refugiados de Ucrania, nos pusimos en contacto con las autoridades y para desempeñar nuestro papel en la creación de verdaderos hogares. Tras la pandemia, nos comprometimos a apoyar la recuperación de la economía española y donamos 10 millones de euros a Ashoka para apoyar a los emprendedores. También apoyamos a WWF para la recuperación de Doñana. Y con el programa Tack!, que significa 'gracias' en sueco, ya hemos aportado 4,1 millones de euros para agradecer su trabajo a todos nuestros compañeros de trabajo. Es una tarea increíble. ¿Sabías que de todo el dinero que gana IKEA ni un euro va a parar al bolsillo de nadie? El 85% se destina al propio negocio para que pueda continuar y el 15% restante se destina a la Fundación, que ayuda en todo el mundo a mejorar la vida de las personas. Lo puedes ver en Ucrania, donde donamos 40 millones de euros en las dos primeras semanas de conflicto, pero también en el terremoto de Turquía y Siria, para que el que inmediatamente donamos dinero y más de 5.000 refugios para personas necesitadas. Así que probablemente somos una de las ONG más grandes del mundo...

- Eso está en la cultura de la compañía el inicio, en su propósito. Pero ser una empresa con propósito también supone liderar con un objetivo entre ceja y ceja. En el caso del ecosistema de IKEA, ¿cómo se ejerce el liderazgo?

- Nuestra forma de liderar también es un poco diferente, es de jerarquías más planas. Aquí todo el mundo aporta su talento y lidera con seguridad independientemente de los títulos que tenga. Cada uno tenemos un rol, pero no lideramos a través del miedo, sino a través de la competencia, el propósito y los valores. Eso es lo más poderoso que tenemos en IKEA.

- Al entrar en esta oficina he visto las paredes tapizadas con frases inspiradoras de Ingvar Krampad, el fundador de la compañía. ¿Su figura sigue presente en la forma en la que gestiona la compañía?

- Mucho, porque los valores que compartimos son los valores que él representaba. Se trata de hacer las cosas de manera simple y consciente de su coste, sin usar más recursos de los necesarios. Se trata de asumir la responsabilidad, independientemente de cuál sea tu posición. Se trata de renovarnos y mejorar, de preguntarnos cada día cómo podemos hacerlo mejor mañana. Se trata de aprender de los errores. Y, por último, se trata de predicar ejemplo. La diferencia entre IKEA y otras empresas es que nosotros somos una empresa orientada a un propósito y buscamos soluciones a largo plazo frente a soluciones a corto plazo. Eso nos hace diferentes. Hacemos inversiones que, aunque a priori no parezcan buenas a corto plazo, sabemos que, a largo plazo, van a tener un impacto positivo en la vida de las personas y en el planeta. Y, en caso de duda, elegimos automáticamente el largo plazo.

- IKEA da empleo a 177.000 personas en todo el mundo y está presente en 37 países. Es una marca global. Universal. Y la esencia de su trabajo es la misma con la que Ingvar Krampad creó la compañía en 1943. ¿Es ese ADN el que ayuda a mantener el rumbo de la empresa cuando surgen las dudas?

- Sí. La visión y los valores de Ingvar nos ayudan mucho a tomar decisiones cuando las cosas se tuercen. Durante el COVID, por ejemplo, nuestro día a día cambió de la mañana a la noche. El cierre de las tiendas nos obligó a desarrollar nuevas capacidades y a aprender nuevas formas de hacer nuestro trabajo. ¿Y sabes lo que hicimos? Tomamos los valores de Ingvar como brújula para encontrar las respuestas a lo que no sabíamos como afrontar. El legado de Ingvar está omnipresente en todo lo que hacemos porque ofrece tanta riqueza y tanta información valiosa que lo seguimos utilizando para resolver cualquier desafío.

«El legado de Ingvar Kamprad es tan valioso que resuelve cualquier desafío»

- ¿Cómo ayuda que IKEA sea una empresa familiar a la hora de dirigirla?

- Ser una empresa familiar nos ayuda a cumplir con nuestro propósito, a hacer inversiones a largo plazo y a desarrollar productos que sean buenos para el medio ambiente y para las personas. Por ejemplo: en IKEA hemos dejado de vender pilas de un solo uso y sabemos que eso nos va a perjudicar a corto plazo, pero a largo plazo creemos que esto es lo correcto. Hoy solo vendemos pilas recargables porque creemos que eso es beneficioso para el planeta y, además, ayuda a las personas a ahorrar dinero.

- ¿Cómo se convence a una gran corporación como IKEA y a todos sus stakeholders de que remen a la vez en la dirección que marca su propósito corporativo?

- Es el propósito el que nos mantiene a todos mirando en la misma dirección y el que nos da la energía para despertar cada mañana y abordar el trabajo. Y es el que nos muestra cómo hacerlo y qué actitud debemos adoptar para cumplirlo. Y esto es así en todos los países en los que trabajamos.

- Todos estamos cambiando. La sociedad está cambiando. Vivimos en una constante transformación. El covid y la transformación digital han propiciado que el cambio haya ido más rápido de lo que nos podíamos imaginar. Nosotros, como IKEA, tratamos de adaptar nuestras capacidades al entorno y al comportamiento cambiante de los clientes. Uno de nuestros valores es renovarnos y mejorar cada día; basándonos en eso, lo que buscamos constantemente es hacer las cosas mejor y adaptar nuestras capacidades a los nuevos comportamientos cambiantes de los clientes. Y eso es lo que nos obsesiona, responder a los clientes.

- Estamos hablando de propósito y valores, y ambos términos están ya un poco manoseados. Pero si utilizamos el término 'sentido', la cosa cambia, porque apunta hacia la gran pregunta que debe hacerse toda empresa: ¿cuál es el sentido de IKEA? ¿Para qué existe?

- IKEA existe para contribuir a la vida de las personas de forma positiva. Y eso se expresa en todo lo que hacemos: desde la producción, a través de nuestras operaciones, hasta nuestro modelo de negocio, que incluye crear mejores hogares para nuestros clientes. Todo eso contribuye a crear una vida mejor para todos. Y para lograr eso, para seguir haciéndolo bien es importante tener una empresa financieramente saludable.

- Pero bajémoslo a tierra. ¿Para que existe IKEA?

- Para alcanzar una vida absolutamente democratizada. Tener un hogar, y una vida mejor en él, no debe ser privilegio de unos pocos; debería ser para todos. Por eso, una de nuestras acciones más visibles es crear buenos muebles asequibles, porque con ellos ayudamos a las personas a vivir una vida mejor. Además, nos gustaría cambiar la creencia de que la sostenibilidad es cara. No lo es e, incluso, te ayuda a ahorrar dinero. Hemos hablado antes de las pilas recargables. Por un cargador y cuatro baterías vas a pagar 12 euros, y eso te va a ayudar a ahorrar 340 € durante toda la vida últil de las pilas. Eso es ahorro y también beneficio medioambiental. Estamos obsesionados con la vida en el hogar. Estamos obsesionados con la sostenibilidad. Y estamos obsesionados en ayudar a la sociedad, en devolverle los ingresos que obtenemos de ella. Por eso ayudamos a Ashoka, a WWF y, en España, estamos abiertos a cooperar con las autoridades en cualquier sitio que podamos.

«En IKEA, todas las personas lideran, sea cual sea su puesto»

- ¿Y qué hay del compromiso de abanderar un cambio y convencer a otras empresas del sector en que se unan a vuestro propósito?

- Predicar con el ejemplo es lo mejor que se puede hacer. En ese sentido, desde 2016 hemos reducido nuestra huella de carbono en un 13,6% y haciendo crecer nuestro un 24 %. Y poniendo a las personas y al planeta en el centro de todo lo que hacemos para demostrar que, además de positivo, es posible. Que es posible hacer buenos negocios siendo una buena empresa. Esa estrategia positiva para las personas y el planeta se asienta en tres pilares. El primero responde a una pregunta: ¿cómo podemos ayudar a las personas a vivir una vida más saludable y sostenible en el hogar? Para eso estamos desarrollando una estrategia por la que todos nuestros productos serán circulares y sostenibles en 2030. El segundo pilar es ser circulares y positivos para el clima. Para eso nos hemos comprometido a que, en 2025, todas las entregas de 'última milla' se realicen en vehículos 100% eléctricos; hoy por hoy, aún no tenemos la opción de hacer Madrid-Toledo y vuelta, pero esperamos que la tecnología se desarrolle para cumplir nuestro compromiso. Además, en 2022 invertimos más de cien millones de euros en España en cinco plantas para generar la energía que cubra la demanda de 65.000 hogares. Y la tercera pata es ser justos y equitativos. Con nuestros compañeros de trabajo y también con todas las personas en las que impactamos con nuestro negocio. Con todo esto, nos gustaría ser un buen ejemplo para que otras empresas puedan seguir la misma huella porque sabemos que solos no podemos hacerlo todo, pero que entre todos podemos hacer algo para frenar el cambio climático.

- ¿La economía circular no va un poco en contra del 'core' del negocio?

- Si lo miras desde un ángulo estrecho, sí. Pero si lo miras desde nuestra perspectiva, verás que es una enorme oportunidad para poner la sostenibilidad en el centro de todo lo que hacemos y ser un buen negocio haciendo buenos negocios. Eso, para nosotros, es innegociable. Creemos que la economía circular es una oportunidad fantástica para desafiarnos a nosotros mismos, para encontrar nuevas y más sostenibles formas de hacer nuestro negocio. A corto plazo, tal vez sí, pero a largo plazo, vemos un beneficio fantástico.

- Las empresas con propósito asumen una responsabilidad social, económica o medioambiental que las corporaciones sin propósito no tienen o, al menos, no tienen tan interiorizada. ¿Cómo se anima desde una empresa líder como IKEA a las empresas del mismo sector a trabajar unidas en un mismo propósito?

- Te puedo dar un muy buen ejemplo: nuestro CEO, Jesper Broady, y nuestro vicepresidente, Juvencio Maeztu, estuvieron en el Foro de Davos como dos activistas más para tratar de explicar y convencer a otras grandes empresas para que realmente contribuyan a este movimiento, y demostrarles que se pueden hacer buenos negocios siendo buenas empresas. Esa ha sido una de las mayores acciones. Y luego hay muchas otras iniciativas a nivel mundial en las que tratamos de convencer a otras empresas para que se unan y para tener un impacto positivo en el clima y la sociedad, porque este planeta es nuestro hogar y no tenemos otra alternativa posible.

- El CEO de toda empresa debe obrar con convicción en torno al propósito, pero el liderazgo no puede ser personalista porque tras él llegará un nuevo CEO que deberá continuar la obra. Imagine el momento en el que deja la compañía. ¿Qué le diría a su sucesor que le deja como legado?

- El legado que me gustaría dejar es muy simple. Espero que cuando me vaya de aquí la gente diga: estuve en un lugar en el que pude crecer, tuvimos un ambiente fantástico de crecimiento personal y, todos juntos, pudimos hacer crecer el negocio cuidando de nuestra sociedad y del planeta. Cuando me vaya, me gustaría que las personas vean que han estado creciendo personalmente y haciendo crecer el negocio. Sería estupendo.

- ¿Qué tareas le encomendaría a su sucesor para que engrandeciera el legado que recibe?

- Tres cosas. Primera, poner a las personas en el centro de todo, hagamos lo que hagamos. Segunda, poner en marcha una agenda de crecimiento para que el negocio pueda desarrollarse y pueda contribuir aún más a la economía española. Y tercera, que hagamos lo que hagamos, ponga la sostenibilidad siempre en el centro.

- ¿Por qué el mundo es un lugar mejor por que exista IKEA?

Porque hacemos las cosas a largo plazo con un propósito firme: crear un mejor día a día para la mayoría de las personas. Y todo lo que hacemos, todas las acciones que desarrollamos, están enfocadas en lograr ese objetivo. Y ese es un buen fin, ¿verdad?

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