Pipas, el cultivo en aumento en Salamanca del aperitivo favorito de España

Cinco municipios concentran la producción de girasol en la provincia en la que Castilla y León es líder, pero el 90% de las semillas que se comen como snack viene de EEUU

F. Oliva

Lunes, 10 de abril 2023, 20:02

España es potencia mundial del girasol, pero más que de su producción como oleaginosa (que va en aumento por la demanda del aceite) lo es de su consumo como aperitivo. Comerse unas pipas es una costumbre muy española y que forman parte de nuestra vida: de hecho, cuando pensamos en las pipas lo hacemos en compartirlas con otras personas, nos evocan la amistad y nos transportan a la infancia.

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El girasol se ha convertido en uno de los cultivos estrella de los últimos años. Sólo el año pasado se sembraron 388.000 hectáreas en Castilla y León, el 47% de la superficie de todo el país y un 55% más que un año atrás. El girasol representa el 90% del cultivo de oleaginosas en nuestro país, muy por delante de la colza.

En el caso de Salamanca, en 2020 la superficie de girasol rondaba las 16.000 hectáreas, pero la cifras se incrementaron la pasada campaña en torno a un 30% por el permiso de Europa para plantar en los barbechos y paliar la escasez de cereales por la guerra en Ucrania.

En Salamanca se cultiva unas 16.000 hectáreas de girasol y el municipio líder es Aldeanueva de Figueroa

Según datos de 2020, los municipios salmantinos líderes en este cultivo son Aldeanueva de Figueroa (1.108 hectáreas), Canillas de Abajo (899), Galindo y Perahuy (691), Calzada de Valdunciel (613) y Carrascal de Barregas (593).

Pipas de EEUU

Sin embargo, y a pesar de las cifras, España es líder en su consumo, pero no en su producción y la mayoría de las pipas que nos comemos viendo un partido de fútbol o pasando la tarde en un parque vienen de fuera.

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España importa cada año unos 8.000 millones de dólares en pipas de girasol desde EEUU, que es el principal productor mundial: hasta el 80% procede de agricultores de este país. Y lo hace porque España es todavía un país de referencia en el consumo de pipas por la tradición arraigada que tiene: el 90% de los españoles reconoce que es una costumbre muy nuestra.

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La producción de pipas en el mundo se concentra en EEUU, pero su consumo se capitaliza en unos pocos países, al menos, como lo entendemos en nuestro país: cogiendo una pipa de girasol tostada con los dedos, chascándola con los dientes para quitarle la cáscara y comiéndonos la semilla del interior.

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Una costumbre arraigada

Más de la mitad de la población (56%) asegura haber consumido pipas de girasol en algún momento del último año, siendo los fines de semana el momento preferido (22%), según un estudio encargado a Metroscopia por la patronal Pipas Estados Unidos (la asociación americana de productores, la más potente del mundo), que identifica las preferencias de los españoles en el consumo de snacks y más concretamente de las pipas de girasol.

Según el estudio, un 12% de consunidores las come a diario y un 17% durante los días laborables. Mientras que los jóvenes de 16 a 19 años (24%) y las personas de 30 a 39 años (31%) prefieren consumir pipas de girasol los fines de semana, los mayores de 65 años las toman de forma esporádica, alguna vez al año (33%).

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Aunque el consumo de pipas se mantiene durante todo el año, hay una serie de momentos. El 29% de los españoles afirma incrementar su consumo durante los meses veraniegos. Una cifra que sube hasta el 64% en el caso de los jóvenes de entre 16 y 19 años, que declaran su preferencia por el consumo de pipas de girasol durante esta estación. Sin embargo, el 48% de los consumidores sostiene que consume pipas de girasol en cualquier época del año.

En un ejemplar del diario ABC del 21 de diciembre de 1937, ya apareció un artículo en el que se hablaba de su consumo lúdico. «La falta de otras chucherías ha hecho que las pipas de girasol sea actualmente el sustituto del cacahuete, el 'chiclé', el caramelo, el bombón, el pirulí, etc». Los teatros y cines, alertaba la publicación, ya aparecían entonces «alfombrados por espesas capas de cáscaras de pipas». Pero el diario daba una recomendación. «Que en los letreros de 'se prohíbe fumar' se añada la de comer pipas en público, haciendo ruinosa competencia a los loros». Toda una campaña de cancelación, que se diría hoy.

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Los españoles asocian las pipas de girasol con el tiempo libre: el 72% de los encuestados afirma que su actividad favorita para su consumo es viendo una película, serie o deporte en la televisión

Según muestra el estudio de la patronal pipera, los españoles asocian las pipas de girasol con el tiempo libre. Así, el 72% de los encuestados afirma que su actividad favorita para su consumo es viendo una película, serie o deporte en la televisión; el 44% las ingiere en compañía de amigos y el 42% las disfruta solo en casa. Otras actividades de consumo también son en un bar como aperitivo (29%), asistiendo a un evento deportivo (25%) o en una actividad en el campo (25%).

Más de la mitad de los entrevistados en el estudio (58%) asocia el consumo de pipas con el disfrute, mientras que un 50% lo relaciona con compartirlas con otras personas. Para un 37% estos snacks están conectados con la amistad, mientras que un 39% considera que las pipas de girasol le transportan a la infancia.

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