El PSOE propone dedicar a la figura y el legado Ramón y Cajal un nuevo museo nacional

El PSOE se propone crear de un nuevo museo nacional dedicado a la figura, la obra y el legado del científico y Premio Nobel español, Santiago Ramón y Cajal (1852-1934), el científico español más importante de la historia, que además de por su gran contribución al desarrollo de la neurología destacó en disciplinas como el pensamiento, el dibujo y la fotografía. El nuevo centro estaría integrado en la Red de Museos de España, según se plantea en una iniciativa parlamentaria para su debate en el Pleno del Congreso que registró este miércoles en la cámara el Grupo Parlamentario Socialista.

Creen los socialistas que así «se garantizará la difusión de la obra de Cajal» y se reconocerá «su repercusión en la ciencia». La proposición no de ley pone en valor la investigación científica llevada a cabo por este gran investigador, premio Nobel en Fisiología y Medicina en 1906 y considerado el padre de la neurociencia.

La proposición del PSOE asegura que es necesario «dar a conocer la vida, la labor y los descubrimientos» de Ramón y Cajal, a través de un museo «accesible y abierto que sirva de ejemplo e inspiración a las nuevas generaciones de españoles».

Recuerda que Legado Cajal está depositado desde mayo de 2023 en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid y fue reconocido como Bien de Interés Cultural (BIC) por el Consejo de Ministros en marzo pasado. Declarado Memoria del Mundo por la UNESCO en 2017, está adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Este vasto fondo patrimonial de indiscutible valor histórico es un conjunto de más de 28.000 bienes que Santiago Ramón y Cajal quiso que se conservaran en el Instituto Cajal como símbolo de las primeras actividades investigadoras y científicas españolas centradas en el conocimiento de la estructura y función del sistema nervioso, contribuyendo al avance de la neurobiología en prácticamente todas las instituciones científicas del mundo.

Son objetos muy variados de tipo científico y técnico. Hay material de laboratorio y placas histológicas con inscripciones de su puño y letra, además de dibujos -de valor excepcional con los mostraba las complejas texturas del sistema nervioso-, publicaciones y un gran archivo fotográfico. No en vano Cajal fue además de un brillante neurocientífico un experto e innovador fotógrafo, pionero en la búsqueda de sistemas para la fotografía en color.

«La investigación científica constituye la más grande y noble aspiración que el hombre puede tener sobre la tierra, porque es la única que se halla impregnada por el perfume del amor y de la caridad universales», escribiría Santiago Ramón y Cajal, nacido el 1 de mayo de 1852 en la pequeña aldea navarra de Petilla de Aragón.

Revoltoso y mal estudiante, su padre, Don Justo, le sacó de la escuela varias veces para que ejerciera de aprendiz de zapatero y barbero, oficios con los que adquirió una gran destreza manual. Durante sus años de universitario en Zaragoza, abrazó, según sus propias palabras, «la religión de los hechos», esto es, buscar el fundamento científico a todo. Tras licenciarse, se alistó como médico militar y marchó a la guerra de Cuba, donde contrajo el paludismo.

Doctorado en Madrid en 1877, contempló por primera vez la circulación en un microscopio. Pronto se compró el primero de estos aparatos, a plazos, para crear un laboratorio de Histología en Zaragoza. Dos años después se casó, con la oposición de su padre, con Silveria Fañanás, con quien tendría siete hijos. Ramón y Cajal ocupó cátedras en Valencia (donde se centró en el estudio del cólera), y Barcelona. Su pasión por la técnica fotográfica, en la que introdujo novedades, le sería de gran ayuda para sus investigaciones histológicas.

En 1888 el gran histólogo descubre que las neuronas son células independientes conectadas entre sí y no forman una red continua, como se pensaba hasta entonces. A partir de entonces su labor empieza a ser reconocida mundialmente, y en la década siguiente recibe prestigiosos premios, entre ellos el Nobel. Es investido 'doctor honoris causa' por varias universidades. En 1920 nace el Instituto Cajal, Centro de Investigaciones Biológicas. Santiago Ramón y Cajal murió el 17 de octubre de 1934, a los 82 años, dejando como herencia, además de sus determinantes contribuciones científicas, una saga de destacados discípulos, como Jorge Francisco Tello, Rafael Lorente de Nó, Julián Sanz y Pío del Río Hortega.