El deportista con Síndrome de Down de Salamanca campeón de España: «El kickboxing me ha cambiado la vida»

La manera en la que el aprendiz mira a su maestro. Llena de respeto, de admiración y de agradecimiento. La mirada de Sergio a Manuel. Las lágrimas de este último.

Sergio Ramajo acaba de llegar de una competición de kickboxing, luce su medalla orgulloso. Los más pequeños le aplauden cuando entra por la sala de entrenamiento. Él cuenta que le pusieron un 9.5 y que ahora realizará una entrevista. Luce el cinturón negro. Sus movimientos son precisos y su motivación es envidiable. Cada combate empieza y termina con un choque de puños y la acción se repite. Ahora queda el asalto más difícil, hablar delante de una cámara. Contar su historia.

«Vine cuando tenía 12 años a conocer la Escuela con la Asociación Down Salamanca. Cuando volví a casa le dije a mis padres que me apuntaran porque me gustaba mucho». Desde entonces no ha faltado a un entrenamiento. Y más allá, ha llegado a competir. Desde 2022 Ramajo ha sido tres veces campeón de Castilla y León, dos veces oro y una plata en campeonatos de España. Y recientemente ha logrado el oro en la Copa de España de K1, Muay Thai y Para & Inclusive Kickboxing, celebrada en La Nucia, en Alicante.

«Voy a competiciones, tanto a nivel regional como nacional, y consigo medallas. La última que he conseguido me permite competir el año que viene a nivel internacional», confiesa. Entre sus principales armas, como destaca su entrenador, la de no ponerse nervioso. «Está tan seguro de lo que hace que me pongo yo más nervioso que él», reflexiona Manu.

Actualmente, compite en la modalidad inclusiva que consiste en la realización de movimientos propios del kickboxing, a través de una coreografía, pero lo que verdaderamente le gusta a Sergio es el «full contact», el «pegarse», confiesa entre risas.

En el día de su 20 cumpleaños, Sergio reflexiona sobre lo que le ha ayudado el kickboxing en su vida. Piensa en los demás, en lo que puede hacer por ellos y al revés piensa en lo que los demás han hecho por él. En concreto, Manuel, su entrenador: «El kickboxing me ha enseñado a poder a ayudar a todos. Si hay un conflicto en la calle puedo defenderme a mí mismo o defender a otras personas que lo necesiten o que estén en peligro», relata.

Sobre Manu: «Él es el que ha estado siempre conmigo desde el principio y me ha apoyado en todo».

Visiblemente emocionado, Manu le contesta: «Lo haces muy fácil, el que te apoye, el que me entregue. Eres ejemplo de todos los grupos en los que te he entrenado. De llegar puntual, de estar comprometido, de disciplina, con ganas. Cuando comete un error, sabe cuál es, se lo curra y lo trabaja. Es un regalo. Qué suerte que ese día al acabar dijera, 'yo quiero hacer kickboxing'. No teníamos a nadie con discapacidad, no sabíamos cómo íbamos a hacerlo, pero queríamos hacerlo».

Las medallas y primeros puestos de Sergio Ramajo sin duda, son importantes, pero a veces uno da más de lo que recibe sin darse cuenta. Manu refleja el logro de dar un hueco a una persona con discapacidad y crecer de forma conjunta. De hecho, él se sigue formando para entrenar en la disciplina adaptada y poder acompañar a Sergio a un campeonato internacional si así fuera posible. «A dónde podemos ir que allí voy».

«Es un logro para nuestra Escuela, no fue algo buscado y siempre hemos intentado adaptarnos a las necesidades de cada uno. El nombre de 'élite', no es en cuanto a competición, sino cánones de excelencia. No importan las características, es una persona más a la que le gusta el kickboxing y nosotros debemos adaptarnos. Es, sin duda, uno de nuestros mayores retos», analiza.

«Nuestro gran logro con Sergio es que se haya podido ajustar el cinturón negro. Es algo que no mucha gente que inicia el camino de cualquier arte marcial es capaz de llegar. Requiere disciplina, constancia, trabajo y no solo durante un período corto de tiempo, sino que tienes que hacerlo durante mucho tiempo. Tienes que tener esa parte también de lo que ha contado Sergio, nuestro deporte te puede ayudar para ayudar en un conflicto y ayudar a otras personas. Tenemos muchos casos de muy buenas cualidades, pero el hecho de ser cinturón negro es algo muy raro. Él hizo el mismo examen que el resto del mundo, le felicitaron, porque su disciplina le lleva a hacerlo perfecto. Alguno saltará más alto, pero ser un buen cinturón negro es eso, es lo que consigue Sergio», explica.

Ahora el futuro es totalmente abierto, la modalidad adaptada está por construirse a nivel internacional y ellos están preparados: «Lo que nos gusta es que todos se queden con la boca abierta».

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