El sueño de una noche de otoño de Lovato con su Salamanca UDS

Era junio de 2018. Y aunque ya había estado en la sombra con el por entonces CF Salmantino UDS en Tercera División, apareció a la luz pública realmente en Galicia. En Santiago de Compostela. Era el último partido de la fase de ascenso a Segunda B de la campaña 2017-18. Allí se presentó el mexicano Manuel Lovato junto a su socio Agapito Iglesias a apoyar a su nuevo juguete. Ya había intentado entrar antes en el Zaragoza y el Castellón sin éxito en España.

Tras el ascenso a Segunda B prometió casi de todo: remodelar el Helmántico, llevar al Salamanca al fútbol profesional, convertirlo en SAD... Desde entonces hasta ahora no ha podido cumplir ninguna de sus promesas pero esta noche del 3 de diciembre de 2024, más de seis años después ha podido ver sentado desde el palco del Helmántico, del que también es dueño, ha podido ver a su club medirse a un rival de Primera División en partido oficial de la segunda eliminatoria de Copa del Rey. No hace falta recordar que hace solo unos meses el Salamanca UDS se jugaba salir del pozo de la Tercera RFEF ante el Celta... C. El segundo filial vigués.

Lo de hoy no compensa sin duda todos los sufrimientos de una numerosa y fiel afición pero esta noche ya no la quita nadie a ninguno de ellos. Se la merecían. El resultado, finalmente abultado, era lo de menos porque para eliminar a un Primera se tienen que dar muchas circunstancias y esta noche, aún con un equipo plagado de canteranos, el Celta no quiso dar opciones a un voluntarioso Salamanca UDS.

Atrás han quedado multitud de desencuentros con la afición salpicados con escándalos de impagos, gran cantidad de entrenadores fulminados y varios descensos, hasta que las tornas deportivas empezaron a cambiar, no sin sufrimiento, la pasada campaña.

Tras quedarse un curso antes a las puertas de la Segunda RFEF -cuarta categoría nacional-, en la 23-24 por fin Lovato se dio su gran alegría: un ascenso por fin. Y esta campaña ha llegado el premio Gordo por ahora. Un rival de Primera en un escenario que vio pasar a los más grandes de España en tiempos no muy lejanos con la UD Salamanca en su época dorada.

El equipo transita en la actualidad por la zona alta de la Segunda RFEF y el play-off o incluso el ascenso directo a Primera RFEF no suenan tan lejanos como otros años por estas épocas.

La afición del Salamanca UDS, sin duda el mejor valor del club todos estos años de penurias, disfrutó de lo lindo viendo a los suyos competir ante un rival de gran entidad. La fiesta deportiva duró poco porque el Celta apenas tardo cuatro minutos en encarrilar la eliminatoria y ya se fue 0-3 al descanso. Este martes solo se podía disfrutar. El tiempo dirá si Lovato ha aprendido la lección de la estabilidad y si el club es capaz de volver a medirse a rivales de esta entidad en un futuro próximo.

El final de la noche fue dura con el marcador, un 0-7 un tanto cruel pero clarificador de la diferencia entre ambos. Eso sí, Lovato no pudo evitar algunos tímidos cánticos en su contra y, sobre todo, los cánticos de casi todos los domingos contra su mano derecha Dueñas. Eso no cambia.

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