Condicionantes físicos y cognitivos: el ritual de las 15:30 explicado por el preparador de Unionistas

«Otro horario de ABSOLUTA MIERDA, version 6.0». Estas fueran las primeras declaraciones del presidente de Unionistas de Salamanca, Roberto Pescador, tras conocerse que su equipo volvería a jugar a las 15:30 h. Las reacciones contra la decisión de la Real Federación Española de Fútbol se sucedieron e incluso Daniel Llàcer se refirió al hecho como un «sin sentido», en el que se perjudica tanto a los jugadores como a la afición, «los grandes protagonistas». Está claro la manera en la que perjudica al aficionado pero, ¿cómo afecta a nivel físico a los jugadores?

Yeray García, preparador físico del primer equipo del club blanquinegro, también valora en negativo el horario por diferentes motivos, no solo haciendo referencia a aspectos físicos, sino también cognitivos del jugador. El horario influye en los «ritmos circadianos» del deportista, acostumbrado a descansar durante ese período de tiempo.

«Es una hora a la que el jugador no está acostumbrado a jugar, porque normalmente acaba el entrenamiento, se va a casa, come y descansa. Por ello, su cuerpo no está bien adaptado a hacer deporte a ese tipo de horas», explica, alegando que no ha de suponer ninguna excusa, pues ambos conjuntos tienen los mismos condicionantes. Eso sí, los ritmos se modifican completamente.

Además, hay que cambiar el horario de la ingesta de alimentos, ya que la comida la tendrán que realizar a las 12:00 h.

Añade Yeray que a nivel de rendimiento puede afectar a la actividad cognitiva, ya que el nivel de activación habitual es otro.

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