Unionistas desafina en la segunda parte, pero rescata un buen punto de Balaídos

No pudo repetir Unionistas de Salamanca la victoria, única ante el Celta B de su historia, en el estadio de Balaídos este sábado. El conjunto de Dani Llácer empató a cero en la noche viguesa que se tornó fría en la segunda mitad, fundamentalmente. Después de unos 20 primeros minutos iniciales muy buenos del conjunto charro, y una primera parte en la que los de Salamanca aguantaron bien al Celta B, en los segundos 45 minutos solo existió un equipo, el local. Innumerables ocasiones, fundamentalmente para Óscar Marcos y De la Iglesias que, entre sus errores e Iván Martínez, acertaron a evitar que entraran en las mallas de Unionistas. Lo mejor para los charros, que acabaron por primera vez esta temporada sin encajar gol y que suman un punto ante un buen equipo que, de momento, sigue sin ganar -inexplicablemente-. Carlos García debutó con un buen papel con los charros. Al final, Álvaro Gómez pudo poner el 0-1 con un chutazo que desvió el meta.

Dani Llácer apostó en una tarde meteorológicamente perfecta para disfrutar del fútbol por el primer once inicial distinto a los que venía disponiendo el entrenador valenciano durante esta campaña. Iván Martínez se mantuvo en la portería, con Carlos García como novedad en la línea defensiva junto a Imanol Baz, flanqueados por Aitor Pascual y Eudald Vergés; en el centro del campo los inamovibles David Rabadán e Iñaki González; en los costados llegó la otra novedad, con Jony Arriba en lugar de Iván Moreno y Pau Martínez en la izquierda. De la Nava y Santamaría, arriba, como siempre.

La afición charra se desplazó, al igual que Salamancahoy, hasta el imponente estadio de Balaídos, el mejor recinto en el que Unionistas jugará esta temporada en un partido de liga. Y con el aliento de esas 50 personas congregadas en una zona de la tribuna principal comenzó el partido sobre un terreno de juego inmaculado.

La primera oportunidad fue para Unionistas de Salamanca, con una falta cometida por De la Iglesia en el primer minuto que colgó Pau Martínez, aunque el esférico se fue por la línea de fondo. Fue la ocasión más clara en los primeros diez minutos del partido, en los que Unionistas de Salamanca llevó la iniciativa hasta la portería que defendía Marc Vidal, siendo dueño y señor de la posesión del esférico. Garriel, en el minuto 10 y tras un saque de esquina del conjunto charro, cruzó un disparo que se fue por la línea de fondo del estadio de Balaídos.

El susto lo dio Iván Martínez cuando tuvo que salir fuera de su área a despejar un balón con el pecho, aunque el Celta B no aprovechó la opción.

Rabadán tuvo otra ocasión en el rechace de una falta después de que cabeceara Carlos de la Nava en el segundo palo. Un disparo sin fuerza desde el punto de penalti que Marc Vidal pudo atrapar sin problema, pero que volvió a significar un acercamiento blanquinegro. Y otro clamoroso llegó en el minuto 15, cuando primero Santamaría y después Pau Martínez estuvieron a punto de hacer el 0-1 tras un pase brutal de Carlos de la Nava con el exterior, un toque de calidad excelso del capitán que, por primera vez, volvió a lucir el brazalete desde el inicio en un partido tras su regreso a Salamanca.

El silencio, cuando las aficiones se callaban, era atronador en el estadio de Balaídos. Con una capacidad para 25.000 personas, en torno a 1.000 se citaron en el partido, por lo que este periódico captaba desde la posición de comentaristas las voces y los ecos de los jugadores y los cuerpos técnicos. Mientras, y con el himno de la Unión Deportiva Salamanca desaparecida sonando en la voz de los 50 aficionados desplazados, el choque deambulaba por una calma momentánea con mucho centrocampismo.

Llegó el Celta B, con bajas en su equipo, un par de veces hasta la portería de Iván Martínez, sin consecuencias y con un par de fueras de juego que señaló el trencilla. Mientras, Dani Llácer paseaba por el área técnica nervioso corrigiendo algunas defensas de los suyos. A la tercera, Óscar Marcos tuvo la más clara para el conjunto celeste: un mano a mano del dorsal 30 del equipo local ante Iván Martínez obligó al meta a hacer un paradón para evitar el 1-0. Y, todo, después de un gran pase en profundidad que cogió desprevenida a la defensa salmantina. Primer susto importante para los de Llácer.

Contestó Unionistas con un intento de remate de Gorka tras un buen centro de Pascual que atrapó Marc Vidal. Pero los salmantinos volvieron a ver cómo el Celta B llegó por el costado izquierdo, la banda de Aitor Pascual, con otro centro lateral. Los despistes y fallos defensivos salmantinos los aprovechaba el conjunto de Fredi Álvarez, que hacía daño y rondaba el gol llegando al minuto 40 de partido. Unionistas esperaba atrás en los 20 minutos últimos en los que era dueño de la pelota el Celta B. No le duraba nada el esférico al conjunto de Llácer. Tanto era así que De la Nava tuvo que bajar a ayudar a la defensa a sacar el cuero jugado.

Pero fue David Rabadán el que tuvo la última oportunidad, clamorosa, para desempatar el encuentro. Un balón que tocó en un defensa fortuitamente le cayó en sus pies al centrocampista de Unionistas que, solo ante Marc Vidal, mandó el balón inexplicablemente fuera de la portería. Con esa ocasión terminó la primera mitad, con 0-0, y con todo en juego de cara a la segunda mitad tras un inicio de Unionistas de Salamanca muy bueno, durante los primeros 20 minutos, y otros 20 en los que el Celta B fue mejor que los salmantinos.

El segundo tiempo empezó similar a cómo terminó el primero. Con el Celta B manejando la posesión del balón y con Unionistas persiguiendo a los rapaces celestes. Otro balón filtrado para Óscar Marcos volvió a poner al vigués ante Iván Martínez; en esta ocasión, el meta soriano estuvo más rápido que el joven del filial. Lo intentaba Unionistas a la contra, pero el conjunto de Fredi Álvarez estaba mejor. Tincho tuvo una muy clara por el costado derecho. Llegó hasta la portería de Iván y Martínez puso un buen pie para evitar el primero de los locales. Primer gol que rondaba el estadio de Balaídos.

En el segundo palo, a puerta vacía, volvió a poner muchísimo peligro el Celta B ante la meta de Iván Martínez. Por pura suerte, los charros consiguieron librar otra vez el gol local. En la mente, y pensando en el bien charro, aquella frase de ''tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe''. Por llegadas y ocasiones en la segunda parte, el cuadro vigués rompió esa vasija hacía tiempo.

Jony Arriba, en el minuto 57 y tras los dos cambios que introdujo Llácer, disparó desde la frontal y Vidal atrapó. Por fin finalizaba una ocasión el conjunto salmantino. Entraron para dar aire a los suyos Tur en el centro del campo en lugar de Iñaki González, e Iván Moreno en sustitución de Gorka.

Óscar Marcos volvió a tener el 1-0. Tercera ocasión para el jugador celeste que estaba rondando el tanto durante todo el partido. Y De la Iglesia también tuvo la suya. Unionistas sufría en esta segunda parte. Ni los cambios surtieron efecto, ni los charros tenían el cuero. Un partido muy gris y difuso en el segundo tiempo.

Otra en el bolsillo de De la Iglesias para el Celta B. Buscaba con descaro el conjunto local el gol, y las tuvo de todos los colores. Llácer no lo veía claro y metió a Álvaro Gómez por Pau Martínez. Jony se quedó con De la Nava como referencia ofensiva tras la salida de Gorka, y los costados fueron para Moreno y Álvaro.

La primera contra que le salió a Unionistas, en el minuto 73, acabó con un remate de Jony desde fuera del área que se fue por el fondo. Los problemas charros llegaron por la banda derecha, fundamentalmente, con un partido mejorable de Aitor Pascual. Fer López, desde el punto de penalti, tuvo otra que no alcanzó a rematar cuando tenía un disparo clamoroso para marcar. Unionistas se salvaba de milagro de la quema.

Agotó los cambios Llácer mientras Unionistas lo intentaba con más corazón que cabeza. Tavares y Steffan acabaron jugando por Rabadán y por De la Nava. Pidió penalti, ya en el tiempo añadido, el Celta B, entre los pitos del público. Álvaro Gómez, desde la frontal, tuvo la última para unos unionistas que se quedaron algo fríos por las sensaciones, pero que rescataron un buen punto en Balaídos.

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