Unionistas frena la racha que le hundía y suma un punto valioso

Unionistas de Salamanca ha frenado la horrible racha que le ha enviado a la parte peligrosa de la tabla y aunque todavía no gana, ha detenido la sangría ante un rival directo con un empate cuyo valor dependerá de lo que hagan los otros integrantes del vagón de los disgutos que viaja hacia un peldaño por debajo en el fútbol nacional. El equipo sacó los pocos recursos y la raza, un poste le privó de tres puntos que tampoco mereció más que el Arenteiro. Y deja la esperanza de un final de partido de orgullo.

Sobre un terreno de juego muy rápido y bajo un cielo claro, Unionistas se dispuso a su particular penitencia de Viernes Santo, día festivo y hora extraña. Los chaparrones que obligaron a suspender todas las procesiones habían pasado de largo y los fieles del fútbol popular se reunieron, como habían convenido con el equipo, en el coliseo trastormesino para itentar salir de un trance, el acecho del descenso, que aprieta un poco menos, pero no se aleja. Tres derrotas seguidas pesan todavía y hacen valioso cualquier atisbo de esperanza en forma de punto.

Unionistas y Arenteiro comparten urgencias de alta graduación a estas alturas de la temporada y eso se notó. Mucho control y dos buenas llegadas es lo que dio de sí la primera media hora, con la mejor para Pau Martínez, que solo y dentro del área envió por encima del larguero incomprensiblemente el balón que le bajó Iván Moreno, prueba de lo peleado que está el equipo con el gol, su calvario de este año.

Pudo añadir drama a la tarde Pascu en un balón que le cayó en el área, remató picado y que sacó Iván Martínez estirando la manopla en una parada de las de mérito. Prueba de cómo le iba ganando terreno el conjunto gallego a los locales, que tenían en las llegadas de Iván Moreno su único clavo ardiendo al que sujetarse.

Sin facilidad para el gol y poca continuidad en el juego, al equipo que ahora dirige Acciari le sigue pesando la falta de filo porque no marca, pero también le cuesta un triunfo romper líneas y llegar, pierde gas y tereno con los minutos, lo que le deja a merced de sus rivales.

A una primera parte de poco le siguió una segunda de lo mismo o menos para Unionistas que por no aprovechar no aprovechó ni un regalo de la zaga gallega que le entregó un balón franco a Santamaría que remató desviado uno de esos balones que no se perdonan, un 1-0 de libro.

Al menos sirvió de revulsivo para creer que era posible hacer algo más a riesgo de arrepentirse más adelante. Acciari movió el banquillo con la entrada del encarador Rastrojo que quiso ser el hombre del momento, desbordando en su primera llegada con un centro tenso que sacó el meta rival. Sirvió para que el conjunto local se sacara la presión rival de encima y volteara el equilibrio del partido.

De ese mínimo empuje extra, y ya bajo la lluvia, llegaron las mejores ocasiones. Mike Serrano la tuvo en un centro que remató de cabeza fuera con todo a favor. Se le volvió a acabar el gas ahí y Unionistas volvió a pasarlo mal, cedió dos ocasiones claras, una de ellas el habitual regalo atrás que no falta. Murió en el área, donde en el descuento un Carlos García con las medias en los tobillos encontró el poste en la mejor ocasión del partido. Unionistas ya no pierde, pero le queda mucha procesión si quiere salvarse.

• Temas
• Unionistas de Salamanca