Unionistas se salva por demérito del resto y cierra una temporada flojísima

Unionistas sufrió, perdió, dio la peor imagen posible en la segunda parte, no fue a por el partido, estuvo a un gol de caer en descenso, pero... los charros salvan la categoría. El club popular estará, un curso más, en Primera RFEF y será la quinta. Esto, a día de hoy y a priori, debería celebrarse y bastar al club blanquinegro. Sin embargo, después de las expectativas puestas en agosto en este equipo, sabe a prácticamente haber cumplido con una obligación. Los charros perdieron ante el Barça B, que fue infinitamente mejor respecto al equipo de Acciari tras una pésima segunda parte.

Osasuna B marcó el empate cuando a Unionistas le quedaban cuatro minutos. Un gol de los navarros, con los otros marcadores en marcha, mandaba a los salmantinos a Segunda RFEF tras lograr el empate in extremis ante el Ourense. Afortunadamente, eso no se produjo y los salmantinos lograron una salvación con una patética imagen fina.

José Luis Acciari salió al terreno de juego del estadio Johan Cruyff con alguna novedad en el once inicial, caso de Pau Martínez como titular, y con Rabadán y Chuca en el centro del campo obligatoriamente por las ausencias de Tur y de Iñaki. Mantuvo a Rastrojo como revulsivo para el segundo tiempo y apostó por De la Nava de titular.

Comenzó el partido mal para Unionistas, porque era el Barça B el dominador y el llegador. Tuvo hasta tres internadas sobre la portería de Iván Martínez, una de ellas con gran peligro: Pedro Soma remató solo en el punto de penalti y su balón se fue, por muy poco, lamiendo el poste de la meta visitante. Tuvo suerte el equipo de Acciari en ese punto, aún sin haberse asentado en el terreno de juego.

Pasaron los minutos y llegó el primer gol de la tarde, el de la Ponferradina contra el Sestao. Y, también, la lesión de Carlos de la Nava. Renqueante desde el principio del choque por un golpe, no pudo seguir desde el minuto 15 del duelo. Varapalo para los charros que perdían a un hombre fundamental en el campo y, también, a un jugador de la casa. El Barça tenía el protagonismo casi absoluto en el Mini Estadi Johan Cruyff mientras Unionistas de Salamanca tenía en su poder el esférico y estaba replegado atrás, esperando. Sin una sola ocasión y con la premisa de hacer un partido largo.

Sin moverse, pasados 25 minutos, estaba el equipo blanquinegro. Esperando detrás del balón, permanentemente, y aguardando el poder tener el esférico para jugarlo, aunque en definitiva era algo casi imposible: bola que tocaba Unionistas, bola que perdía en pocos segundos el equipo de José Luis Acciari. Mientras, el Barça B buscaba la portería charra... y Cortés casi la encuentra con un disparo desde la frontal que se marchó, por poquísimo, a la izquierda del marco de Iván. Peligro para Unionistas, inoperativo del todo esperando atrás media hora después. El primer disparo salmantino llegó en el minuto 33, desde distancia media fuera del área y con una palomita de Astralaga que se adornó para detener el cuero sin problemas. Los visitantes defendían con todo, ordenados y con todo el equipo atrás en un bloque 5-4-1.

La tensión era máxima en ambos bandos, aunque la iniciativa la llevaba el equipo blaugrana, que tuvo una ocasión peligrosa para irse al descanso con un gol a favor de falta directa: un centro chut de Toni Fernández se envenenó hasta casi anotar el gol. Pero, tanto va el cántaro a la fuente que, en ese caso, Unionistas tuvo premio en la primera y única llegada clara sobre el área local: una buena jugada charra con un centro perfecto de Pau Martínez lo remató con el mayor acierto Gorka Santamaría para anotar el 0-1 que le dio un respiro tremendo al equipo salmantino: con ese marcador, los charros se salvaban al descanso del partido. Y con Gorka, emocionado.

El segundo tiempo arrancó y lo hizo con un disparo de Vergés que despejó por abajo Astralaga a córner. El Barça B, abajo en el marcador, tenía el riesgo de caerse mentalmente puesto que su situación se ponía muy difícil para intentar apostar por la salvación.

Los nervios aparecieron con mayor intensidad en el partido, especialmente en el lado catalán, algo desesperado por su situación. De hecho, tuvieron un par de ocasiones sobre el área de Iván Martínez que quedaron en nada. En otros campos, mientras tanto, los goles y los resultados le eran totalmente favorables, lo que le daba cierta calma a Unionistas de Salamanca mientras se mantenía el marcador de 0-1 para el conjunto blanquinegro, controlando el tempo del choque y esperando atrás, guarnecido, las acometidas del Barcelona B que llegaban a través de centros laterales que, en un par de casos, se envenenaron y pusieron en aprietos a un atentísimo Iván Martínez. Sin embargo, en el minuto 67, llegó un golpe importante para Unionistas.

Alan Godoy anotó un gol de falta directa, desde la frontal, en el momento de más llegadas del equipo culé. Iván Martínez se estiró pero reaccionó tarde y no pudo evitar el tanto del equipo catalán, que le complicó la vida a 20 minutos del final al equipo salmantino. 1-1 y vuelta a empezar, con sufrimiento del equipo de Acciari que intentaba zafarse como podía de los envites culés: Iván Moreno, justo antes del cambio, falló una ocasión clamorosa solo ante el portero Astralaga para poner el 1-2. Otro error garrafal de este equipo en un momento clave.

No lo dudaba el Barça B. Al ataque. Y, Unionistas, acobardado con su planteamiento atrás, desesperaba porque estaba más pendiente de que el equipo catalán no metiera el segundo antes de ir a por la victoria. Una mala imagen para terminar el año. Afortunadamente, todos los rivales por la salvación perdían a falta de cinco minutos para el final de la campaña. Pero el despropósito de falta de ambición del equipo de Acciari le condenó al peor escenario: gol del Barça B en el minuto 88. Solo en el punto de penalti, Dacosta remató un balón absolutamente franco ante Iván Martínez, al que sus defensas dejaron desguarnecido. 2-1 con el añadido de por medio, y otros marcadores salvando a los charros. Horrible estar así en el alambre, en pleno descuento.

La suerte de los malos resultados de los rivales de Unionistas evitaron que los salmantinos cayeran a Segunda RFEF. A descansar, a pensar, a cambiar muchas cosas... y a plantear claras las expectativas desde el principio del año. Fue un placer contarles durante toda esta temporada, de nuevo, el deporte de Salamanca y las andanzas blanquinegras.

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