De desconocida a imprescindible cara de la izquierda

Carmen Díez (La Rioja) se ha convertido en poco tiempo en una imprescindible de la política salmantina a pesar de que lleva sólo una legislatura en el Ayuntamiento de Salamanca, en el que entró prácticamente como una desconocida. Militante en el movimiento de Ganemos, entró en listas para la campaña de 2010 con la expectativa de continuar con el legado de la agrupación de electores, pero después todo ha sido mucho más difícil.

A los pocos días, la formación se veía sacudida por la denuncia de su candidato, Gabriel Risco, líder por derecho propio tras el éxito de Ganemos. Las tensiones en la elaboración de la candidatura conjunta de Podemos, Ganemos e IU y los resultados, por debajo de lo esperado, hicieron que el exconcejal, uno de los mejores ediles que ha pasado por el consistorio en la historia reciente, hiciera algo poco frecuente en política: asumir responsabilidades y dar un paso atrás.

Díez, número 2 de aquella lista y ganadora de las primarias en Podemos, se quedó al frente y compartiendo grupo con Virginia Carrera, número 1 de IU. Aquello duró tan poco que acabaron cada una por su lado, cuatro años en el grupo mixto.

Ahí empezó su andadura Díez, de manera discreta y callada, aunque pronto se tuvo que empapar a fondo del funcionamiento de la administración, algo que conoce por su trayectoria profesional. En el reparto de funciones con Carrera, asumió comisiones 'duras' como fomento y contratación.

Nacida en La Rioja, lleva 45 años viviendo y trabajando en Salamanca. Es Licenciada en Derecho y Diplomada en Relaciones Laborales, así como Experta en Género y Comunicación. Está recientemente jubilada tras despedirse como Jefa de la Unidad de Igualdad de la Diputación.

Número '1' de su candidatura, sus compañeros proceden del proceso previo que, por separado, han hecho Podemos, IU y Los Verdes: tarea que le quedará, una vez confirme representación si la logra, para tender puentes y que no se repita la ruptura vivida este mandato.