Yolanda Díaz da un paso más en su carrera al 23-J y constituye Sumar como partido político

Aunque durante su proceso de escucha Díaz aseguró que Sumar «en ningún caso» iba a convertirse en un partido al uso, la metamorfosis en esta figura jurídica permitirá a la vicepresidenta segunda tener un instrumento para «garantizar la inclusión» de miembros de la sociedad civil cercanos a su plataforma y de otras personas independientes en las listas electorales que deberá negociar con las 16 formaciones interesadas en concurrir en una coalición; entre otros, Podemos, Más País, Alianza Verde, Equo, Compromís o la Chunta Aragonesista.

Hasta ahora, Sumar estaba registrada como asociación, pero desde el ahora partido aseguran que quieren representar la «pata ciudadana» en la agrupación de formaciones con la que aspiran a cerrar un pacto para concurrir de la mano el 23-J. En esta línea, la nueva organización se ha fijado como meta «ser la casa grande de la democracia», para erigirse como un «movimiento europeísta, plural» y con «firme voluntad de enfrentar el reto de la emergencia climática y avanzar hacia una sociedad más libre, más feminista y más igualitaria».

Una declaración de intenciones cuya vertiente más prosaica se está dando en las negociaciones entre las distintas organizaciones, que se encuentran aún en fase inicial, aunque todas se mueve contra el reloj.

El 9 de junio vence el plazo marcado por la Ley del Régimen Electoral y la vicepresidenta retomó el lunes los contactos con la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en 'stand-by' desde Semana Santa. Sin la posibilidad de celebrar primarias abiertas en los próximos nueve días, condición que los morados pusieron a Díaz para asistir al lanzamiento de su candidatura a la Moncloa -y que fue rechazada-, estos buscan ahora la fórmula para que, una vez sellado el acuerdo, la militancia o la ciudadanía pueda refrendar los documentos y las listas acordadas tras un eventual acuerdo.

En abril, el coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ya propuso una mesa de partidos con representación de todas las organizaciones interesadas en formar coalición. Una opción que no terminó de convencer a Podemos, que veía esta fórmula como una manera de diluirlos en un mar de siglas al tiempo que reclamaban un lugar hegemónico en el «frente amplio». Sin embargo, la posición de los morados se ha debilitado después del 28-M, sobre todo con su desaparición en los parlamentos autonómicos de Madrid y la Comunidad Valenciana. Un hecho que pesará a la hora de elaborar las listas para cada circunscripción, que tendrán que estar registradas, como muy tarde, el 19 de junio.

En ese contexto, IU ya a está tomando posiciones. Si el lunes fueron los comunes, formación muy cercana a Díaz, los que anunciaron su disposición a integrarse en Sumar, este martes Garzón enfatizó la apuesta de su organización por la candidatura de la líder gallega. También lanzó un mensaje a los morados, instando a todos los partidos progresistas a trabajar «unitariamente dentro de Sumar» como «la mejor oportunidad» electoral ante el 23-J. «Ni un minuto que perder: todos a trabajar unitariamente dentro de Sumar», remarcó el también ministro de Consumo en un mensaje en sus redes sociales.

Otro de los pilares del proyecto de la vicepresidenta, Compromís, se apresta ya a negociar una candidatura valenciana junto a Sumar con liderazgo propio y el objetivo de constituir «un revulsivo en contra del bipartidismo y del fascismo». En similares términos se han expresado ya otras formaciones como Verdes Equo, cuya dirección aprobó formalmente el lunes por la noche confluir con Sumar el 23-J. O Alianza Verde, el partido ecologista de Unidas Podemos que dirige Juantxo López de Uralde, que también ha iniciado negociaciones con el equipo de Díaz para buscar una fórmula de integración en la coalición.