Iglesias pide unidad pero alerta de «presiones» para dejar a Montero fuera de Sumar

El exdirigente morado se refería, en concreto, a la titular de Igualdad y una de las responsables de su partido, Irene Montero. Y es que, según denunció, existe «presión» para que esté «fuera» del proyecto de aglutinación de fuerzas progresistas en torno a la plataforma política puesta en marcha por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz.

En declaraciones a Rac1, Iglesias recalcó por la mañana la importancia de concurrir juntos a los comicios del próximo 23 de julio, ya que la mayoría de encuestas reflejan que con una lista de unidad de Sumar y Podemos se alcanzarían más de 40 diputados. Por el contrario, de ir separados ese movimiento se queda en el umbral de la veintena de escaños.

Iglesias sostuvo al respecto que los morados están siendo «muy generosos» en este proceso. El exvicepresidente dice ser consciente de que Podemos «ya no es el partido hegemónico» del espacio de izquierdas, pero recuerda que las encuestas indican que tiene más apoyo electoral que el resto de partidos llamados a estar en Sumar: IU, Más País, Compromís, PCE, Chunta aragonesista y proyecto Drago.

«Los compañeros tienen que asumir la responsabilidad del porcentaje que representa cada uno y, a partir de ahí, hacer un acuerdo pues que nunca va a ser precioso porque si no hay primarias se pierde buena parte de esa legitimación democrática (...) Pero creo que frente a eso parece darse una dinámica que yo sí he tenido la sensación de ver en los últimos días como de venganza, como de una presión de Irene Montero fuera y no sé qué, creo que sería mucho más sensato apostar por la responsabilidad», ahondó.

Ya por la noche, Pablo Iglesias fue más directo en esa denuncia. Así, en declaraciones a la cadena Ser, afirmó que Más Madrid, comunes y Compromís han vetado la presencia de algunos dirigentes de la formación morada en las listas electorales de Sumar de cara al 23-J. «Hay tres fuerzas políticas» de ámbito territorial que «están diciendo abiertamente con Podemos no», criticó, para acto seguido sostener que, aunque su postura es «respetable», «eso no es realista».

«Pierde de vista el momento de excepcionalidad como el que estamos viviendo, creo que nadie debería asumir esa posición de absoluta autosuficiencia y que debería haber acuerdo en esos tres territorios» (Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana), avisó. «En los demás territorios -continuó-, los acuerdos pueden avanzar y se pueden concretar, pero creo que hay problemas con esas tres organizaciones».

Sobre el adelanto electoral decretado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el también presidente del Instituto República y Democracia (el think tank de Podemos) apuntó que ya deslizó hace tiempo que esa posibilidad estaba sobre la mesa y que para su espacio político ha sido «terrible».

Y es que, bajo su criterio, deberían haber estado con los «deberes hechos» y unas primarias desplegadas que, a su vez, habrían permitido ir a las elecciones del 28M de «otra manera». «En política hay que hacer los deberes cuando toca porque si no te pilla el toro», zanjó.

Por otro lado, lanzó la hipótesis que la derecha puede caer en un discurso de «provocación» y «'trumpismo'» de cara a las elecciones del 23-J en cuanto a Euskadi y Cataluña, demandando competencias para el Estado que ahora gestionan estas comunidades.

También señaló que la derecha «no para de adelantar trincheras en clave ideológica», mientras que una parte de la izquierda opta por estar «calladitos» y «no hacer ruido». «A esta derecha trumpista no se le puede enfrentar con sonrisas» y sacar pecho únicamente de la gestión, advirtió.