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Muhoozi Kainerugaba, junto a su esposa, Charlotte Nakunda, en la imposición de su cuarta estrella como general del Ejército de Uganda. D. C.
El jefe del Ejército ugandés anuncia en Twitter su intención de invadir Kenia

El jefe del Ejército ugandés anuncia en Twitter su intención de invadir Kenia

El militar, que ya ha sido destituido, es hijo del presidente del país y tiene fama de escribir en las redes sociales en estado de embriaguez

gerardo elorriaga

Domingo, 9 de octubre 2022, 19:57

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El jefe del Ejército de Uganda ha asegurado que sus tropas llegarán a Nairobi en un par de semanas. Luego, ha corregido su afirmación. No, lo harán en tan sólo siete días. Finalmente, ha borrado estos tuits. Algunos detractores de Muhoozi Kainerugaba le achacan la mala costumbre de escribir en las redes sociales en estado de embriaguez. Esta práctica y la amenaza de invadir el país limítrofe podrían arruinar su carrera castrense. Ya ha sido destituido. Pero el osado militar es hijo del presidente Yoweri Museveni. Kainerugaba, de 48 años, acaba de ser ascendido a general.

La impunidad resulta evidente. No ha sufrido ninguna reprobación por emitir una opinión tan frívola, capaz de generar una crisis internacional. Además, las declaraciones del oficial fueron más allá y denostaron las fronteras artificiales, fruto del colonialismo, e, incluso, llegó a abogar por la creación de la Federación de África Oriental, un nuevo Estado que abarcaría Uganda, Kenia y Tanzania. El gobierno de Kampala se ha apresurado a apuntar que sus comunicaciones oficiales no se llevan a cabo a través de Twitter.

Las relaciones diplomáticas entre Uganda y Kenia están a salvo. No siempre fue así. Los dos países tuvieron un conato de enfrentamiento en los años ochenta, cuando apoyaron guerrillas contrarias a los regímenes vecinos. Actualmente, el intercambio comercial es crucial para ambas economías. Uganda, sin salida al mar, cuenta con el puerto keniano de Mombasa para llevar a cabo su flujo mercantil y el gobierno de Nairobi incluye el territorio ugandés en su programa LAPSSET, una ambiciosa red de comunicaciones con la que pretende proporcionar a Etiopía y Sudán del Sur privilegiadas rutas hacia el Índico.

El peligro del ébola

No ha habido una respuesta oficial a la 'boutade' de Kainerugaba. La mayor preocupación para Kenia no radica en una improbable invasión militar, sino de carácter sanitario. Uganda sufre un brote de ébola especialmente virulento y se toma la temperatura a los viajeros que cruzan las fronteras o viajan en avión.

La justicia es, en cualquier caso, la gran damnificada en ambas repúblicas. Son dos fieles aliadas de Estados Unidos en una región tan volátil como el Cuerno de África y su estabilidad política, sancionada por Occidente, sacrifica otras demandas. El poder judicial se muestra inoperante para resolver las graves cuentas pendientes a una y otra orilla del Lago Victoria. El presidente William Ruto, que acaba de tomar posesión de su cargo en Nairobi, arrastra una larga sucesión de procesos penales irresueltos, entre los que se encuentra un procedimiento de Tribunal Penal Internacional por los incidentes poselectorales de 2007.

La situación es aún peor en Uganda. Museveni lleva casi 36 años al mando y las últimas elecciones se celebraron en un clima de violenta intimidación y numerosas víctimas mortales. El perfil de su hijo responde al de los delfines de las dictaduras, individuos conscientes de la falta de cortapisas. El denominado 'proyecto Muhoozi', una presunta operación de su padre para convertirlo en el sucesor, responde a esa intención y es incluso asumido por sus partidarios. El mayor rival está en casa y es que su cuñado Odrek Rwabwogo, un empresario de éxito, también comparte esas apetencias políticas.

Sin titulación

El impetuoso tuitero carece, al parecer, de un currículum acorde con las ambiciosas aspiraciones. No se conoce ninguna titulación al pretendido heredero. Su trayectoria está vinculada a su condición de comandante del Comando de Fuerzas Especiales (SFC), tropa que ha intervenido en Sudán del Sur, cuando arreció la guerra civil, y en Congo, donde atacó las bases del Ejército de Resistencia del Señor y la ADF, la guerrilla islamista ugandesa.

Pero este cuerpo de elite también se halla cuestionado por su presunta vinculación con asesinatos y desapariciones en Uganda y el hijo de Museveni, como su máximo responsable, está incluido en una denuncia ante el Tribunal Penal Internacional. La posibilidad de que sea procesado se antoja remota. La SFC ha aprovisionado a los cascos azules de la Unión Africana y sido uno de los garantes de la estabilidad en Somalia.

La ironía de Kainerugaba no implica la misma capacidad para aceptar críticas en Internet. El novelista Kakwenza Rukirabashaija se burló, también en Twitter, de su obesidad y el entrenamiento militar que dice haber recibido. El autor fue arrestado y sometido a tortura. Tras ser liberado, huyó a Alemania donde solicitó asilo el pasado mes de febrero.

Antes de proclamar su propósito de invadir Kenia, el jefe del Ejército amenazó con otra operación aún más compleja. Muhoozi manifestó su intención de ocupar Roma. Y es que en uno de sus delirantes tuits aseguró que quería desposarse con Giorgia Meloni y pagar cien vacas como dote y, en el caso de ser rechazado, asaltar la Ciudad Eterna. En sus últimas aportaciones en la Red asegura que va a gozar de unas vacaciones y solicita la sugerencia de posibles destinos. También se pregunta cómo conseguirá el visto bueno de la aduana transalpina para introducir un centenar de reses.

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