Anthony Fauci, el gran epidemiólogo de América, dejará la Casa Blanca en diciembre
El científico de prestigio mundial, que ha trabajado con siete presidentes de EE UU y mantenido un duro enfrentamiento con Trump durante el Covid-19, dimitirá a los 81 años para centrarse en sus proyectos de investigación
t. nieva
Lunes, 22 de agosto 2022, 21:02
Anthony Fauci se va. El epidemiólogo-jefe de la Casa Blanca, que se hizo mundialmente famoso durante la pandemia del Covid-19, ha confirmado este lunes que dejará su puesto el próximo diciembre después de medio siglo de actividad pública al servicio de siete presidentes de Estados Unidos. A sus 81 años, el científico precisa, sin embargo, que no se jubilará y abrirá un «nuevo capítulo» en el que continuará prestándose a colaboraciones en materia de salud pública.
El veterano investigador dimitirá, por tanto, a finales de año como director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. También dejará de ser asesor del presidente, Joe Biden, con quien le une una relación mucho más amistosa que con el mandatario precedente. Donald Trump arremetió en numerosas ocasiones contra él por sus directrices sanitarias durante la epidemia de coronavirus y llegó a exclamar: «La gente está harta de Fauci y de todos esos idiotas», en referencia a los defensores de las vacunas y los expertos que advertían de la necesidad de tomar medidas de protección ante el Covid-19.
Fauci corrigió y contradijo en numerosas ocasiones al líder repúblicano por sus «errores». «No me causaba placer verme en la situación de contradecir al presidente. Podías sentir que era algo que no iba a pasar sin tener consecuencias», señaló en en una entrevista a principios de 2021, recién arrancado el mandato de Joe Biden. «La idea de que puedes venir aquí y hablar sobre lo que sabes, cuál es la evidencia, la ciencia y saber que eso es todo, dejar que la ciencia hable, es una liberación», añadía en relación a su nueva etapa con el líder demócrata. La llamada a Fauci para que prosiguiera su labor como asesor de la Casa Blanca fue una de las primeras acciones de Biden nada más ocupar el Despacho Oval. Ayer, le agradeció su dedicación y manifestó que, «gracias a las muchas contribuciones del doctor Fauci a la salud pública se han salvado vidas aquí en los Estados Unidos y en todo el mundo. Ha tocado la vida de todos los estadounidenses con su trabajo».
Los trágicos años del VIH
El científico ha estado al frente del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos desde 1984. Sin embargo, su trabajo en los servicios de salud públicos comenzó mucho antes, en 1968, como médico. Sus investigaciones en torno al VIH le situaron en primer plano a nivel internacional. Del inicio de aquella pandemia entre 1979 y 1980 queda una anécdota. El Gobierno del primer presidente para el que trabajó, Ronald Reagan, minusvaloró en un primer momento el alcance de la enfermedad. Y mientras los afectados y organizaciones anti-SIDA pedían que se utilizaran con ellos los fármacos experimentales, la comunidad científica mostraba sus reticencias en orden a los preceptos éticos.
A finales de la década la situación se había vuelto insostenible. Fauci, tras reunirse con diferentes activistas y convertirlos incluso en sus asesores, decidió poner en marcha un sistema dual que permitiera a los pacientes recibir esos tratamientos mientras en paralelo se realizaba un proceso controlado para determinar su eficacia. Padre de varias terapias contra los efectos del virus, el científico recibió posteriormente un espaldarazo en la siguiente Administración de George W. Bush y puso en marcha junto con otros especialistas un ambicioso programa de salud mundial contra el SIDA presupuestado en 100.000 millones de dólares. Con el patrocinio del Gobierno de EE UU, se implantó en 50 países y salvo la vida a 21 millones de personas.
Fauci tiene ascendientes italianos, aunque él nació en Brooklyn. Sus pades eran dueños de una farmacia en este barrio neoyorquino. Él tenía asignada la misión de recoger las recetas. Estudió en la Universidad Cornell y obtuvo el doctorado en Medicina en 1966. Pertenece a la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, ha publicado artículos en las revistas científicas más prestigiosas del mundo y en 2008 Bush le entregó la Medalla Presidencial de la Libertad. Su departamento, que gestionaba unos modestos 350 millones de dólares anuales cuando él llegó, tiene ahora un presupuesto superior a los 6.000 millones. El centro es hoy una gran institución mundial en enfermedades infecciosas.
Objetivo de teorías conspiranoicas
Durante su permanencia en el cargo ha enfrentado cinco grandes crisis médicas: el VIH, el ébola, el ántrax, el virus Zika y el Covid-19. De todas ellas, la última ha sido la más dura. Durante la pandemia se convirtió en el blanco de las iras de Trump, que restaba valor a cada una de sus directrices o las rechazaba directamente, pero también en el centro de numerosas tramas conspiranoicas y los dardos de los republicanos.
El propio experto admitió que cometió errores al principio de la epidemia, como menospreciar la capacidad de contagio de los asintomáticos o la importancia de las mascarillas. Sin embargo, el resto de su gestión se ha caracterizado por la 'línea dura' en un intento de atenuar las consecuencias de una pandemia que ha convertido a Estados Unidos en el país más castigado del mundo. Lamenta profundamente que el virus haya matado a más de un millón de estadounidenses; una sensación de impotencia similar a la que sentía en los años 80 cuando el VIH acababa con la vida de sus pacientes. Paradójicamente, Fauci había advertido en 2017 a la nueva Administración republicana de la probable llegada de una epidemia de graves consecuencias. Se basaba en las alertas del zika, el ébola y el estudio de otros brotes de enfermedades infecciosas desconocidas en las últimas décadas.
Apenas hace unos meses, en una entrevista con un periódico estadounidense, el científico anunció su intención de retirarse una vez finalice el mandato de Joe Biden en enero de 2025. Sin embargo, este lunes ha confesado que no esperará hasta entonces. Fauci quiere iniciar otros proyectos de investigación y admite que las amenazas que sigue recibiendo le han llevado a adelantar su cambio de vida