La Comisión Europea quiere vetar el petróleo ruso
Bruselas pretende incluir el embargo de crudo en su sexto paquete de sanciones a Moscú, en respuesta a la ofensiva en el Donbás
Olatz Hernández
Corresponsal en Bruselas
Martes, 19 de abril 2022, 19:43
La Comisión Europea anunció este martes que trabaja para incluir el veto a la importación de petróleo ruso como parte del sexto paquete de sanciones a Moscú y en respuesta al inicio de la ofensiva en el Donbás. Tras el embargo al carbón ruso, el bloqueo del petróleo y el gas es la principal arma de la UE, sin embargo, los socios europeos se encuentran divididos en torno al bloqueo energético a Rusia.
El Ejecutivo comunitario está desarrollando mecanismos «inteligentes» para aplicar sanciones al crudo ruso, según afirmó su portavoz. Bruselas trabaja para establecer castigos que tengan un impacto masivo en el Kremlin y que dañen lo mínimo posible las economías de los Estados miembro, pero la alta dependencia energética europea -que importa el 40% de su energía-, dificulta la tarea.
Desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania, las instituciones comunitarias han mostrado su firme determinación a reducir su dependencia de la energía rusa. Por tanto, parece cuestión de tiempo, tal y como dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que el veto se extienda al petróleo y al gas.
Mientras, la guerra se recrudece y el Gobierno francés instó este martes a aplicar un embargo a las importaciones de crudo procedentes de Rusia. El ministro de Finanzas galo, Bruno Le Maire, defendió en una entrevista con la emisora francesa 'Europe 1', que esta medida resulta «más necesario que nunca». De hecho, en 2021, Moscú suministró el 30% del crudo y el 15% de los derivados de petróleo importados por la UE, una factura que al año se eleva hasta los 74.000 millones de euros.
Aviso de Alemania y Hungría
En la otra cara se sitúan los países que se oponen frontalmente a cualquier sanción al petróleo o al gas. En este bloque se encuentra Hungría, que ya avisó de que bloquearía cualquier decisión que incluya medidas de este tipo. También Alemania, muy dependiente de la energía rusa, donde empresarios y el sector industrial han advertido que el corte del suministro provocaría un parón en las líneas de producción y la pérdida de puestos de trabajo.
Para paliar esos efectos, Estados Unidos se ha comprometido a aumentar en un 68% sus exportaciones de gas natural licuado (GNL) a la UE, de modo que cubra un tercio de la demanda europea. Así, Washington proveerá al continente de 15.000 millones de litros adicionales de GNL en 2022.
De este modo, Alemania calcula que podrá lograr la independencia total de Rusia en dos años. Un plazo, con todo, excesivo para el alto coste humanitario de la guerra en Ucrania. Por ello, en paralelo, el Ejecutivo comunitario ha establecido contactos con otros suministradores de petróleo y gas como Catar, Egipto o Nigeria y de grandes compradores de GNL como Japón. El resultado de esa ecuación deberá contentar a todos los Estados miembro, ya que las sanciones a Rusia requieren de unanimidad en el Consejo Europeo.