Hungría y Eslovaquia retrasan el veto al petróleo ruso
Los dos países bloquean las negociaciones sobre el sexto paquete de sanciones, que seguirán durante el fin de semana
olatz hernández
Corresponsal. Bruselas
Viernes, 6 de mayo 2022, 20:20
El embargo al petróleo ruso se ha topado con las reticencias de Hungría y Eslovaquia. Los dos Estados miembro mantienen bloqueadas las negociaciones para la adopción del sexto paquete de sanciones a Moscú, al asegurar que sus economías no podrán resistir el veto a las importaciones de petróleo ruso. Fuentes diplomáticas confirmaban este viernes las «difíciles» negociaciones que llevaron a cabo los embajadores de los Veintisiete, que chocaban en cuestiones «más técnicas que políticas» de la nueva ronda de castigos.
Mientras algunos Estados y la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, apremiaban a actuar cuanto antes, Hungría y Eslovaquia mostraron su rechazo a la retirada gradual de las importaciones de petróleo ruso. Los dos países ven insuficiente el plazo dado por Bruselas para acabar con las importaciones de crudo ruso.
La idea inicial era acabar con la dependencia de Moscú para finales de este año, pero la Comisión Europea incluyó la excepción a Hungría y Eslovaquia, dándoles un año más, hasta finales de 2023. Y es que el petróleo y sus derivados llegan a estas dos regiones casi exclusivamente desde Rusia y a través de un único oleoducto, lo que dificulta su sustitución por otros proveedores.
Una «bomba nuclear»
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, llegó a decir en una entrevista radiofónica, que el veto al crudo de Moscú es «una línea roja» y que equivaldría a «arrojar una bomba nuclear sobre la economía» del país. Ya el miércoles, Hungría mostró su rechazo al proyecto de embargo «en su forma actual». «La propuesta ha sido reenviada a la señora presidenta (Von der Leyen) para que la retrabaje y esperamos una nueva propuesta», dijo este viernes Orbán.
En la práctica, el 'no' de Hungría bloquea la aplicación de las sanciones, ya que son medidas que requieren la unanimidad de los Veintisiete. Eslovaquia también ha mostrado sus reticencias y ha llegado a pedir un periodo de tres años para cortar los lazos energéticos con Rusia.
La decisión de incluir al líder de la Iglesia rusa ortodoxa entre los individuos sancionados -por su apoyo al ataque a Ucrania- también está teniendo un difícil encaje en las negociaciones. La sexta batería de sanciones incluye, además, la retirada de SWIFT del banco Sberbank y más castigos a individuos concretos. Con todo, el debate seguirá durante el fin de semana y, según fuentes europeas, solo se mantiene abierto el punto relacionado con el veto al petróleo.
