El paso de Rafah, la única vía de escape en Gaza

Este cruce es, actualmente, la única salida de este enclave la única vía de escape para Gaza, ya que el resto de puntos fronterizos se encuentran en territorio de Israel y están de manera permanente cerrados, sin que se permita tránsito alguno por ellos. Por este lugar se ha pactado que abandonen La Franja los palestinos con doble nacionalidad y quienes se encuentran allí de manera temporal, pero residen en otro país, que siguen atrapados en esta zona. Rafah es por tanto un lugar especial y de suma importancia para el transcurso de esta guerra.

Este es el único paso fronterizo que existe entre Gaza y Egipto, y debido al bloque israelí, es también el único camino por el que puede entrar la ayuda humanitaria enviada por las organizaciones y los gobiernos de los distintos estados. Hay otros cinco, Erez, Karni, Kerem Shalom, Nahal O y Sufa, pero todos están cerrados, algunos desde hace más de una década. El de Kerem Shalom, por ejemplo, está restringido únicamente al intercambio de mercancías.

De apenas siete metros de largo, se encuentra al sur, y es el único portón que existe en los casi 13 kilómetros de valla que separan la Franja de Egipto. Es por ello la única posibilidad que tienen todas las personas que se encuentran en la Franja de poder huir hacia otro país. El paso de Erez, en el norte, fue atacado por Hamas el día en el que se desató el conflicto.

Abierto en 1982, desde 2005, tras la retirada de Israel de la Franja después de cuatro décadas de ocupación, Rafah pasó a manos de Egipto y de la Autoridad Nacional Palestina, bajo la supervisión de una fuerza de la Unión Europea. Tras el secuestro del soldado israelí Gilad Shalit, en julio de 2006, el cruce estuvo mucho tiempo cerrado. Meses después la victoria de Hamas en la Franja provocó la salida de la fuerza de la UE y el cierre definitivo de la frontera, que se reabrió en 2011, tras la Primavera Árabe egipcia. Desde julio de 2013, con el golpe de Estado del militar Abdelfatá al Sisi, se han mantenido los cierres aleatorios, que pueden durar días o meses, todo depende de las estrategias políticas de Egipto o Israel.

La creciente aglomeración de personas estos días en el sur de la Franja está incrementando la presión sobre este paso, que sin embargo solo se ha abierto durante apenas unas horas. El Ministerio de Exteriores egipcio ordenó rápido su cierre, por temor a ataques. Desde El Cairo han reconocido que los daños causados en esta frontera por los ataques aéreos en días anteriores han obligado a interrumpir su funcionamiento normal.

Se abre por temporadas, y normalmente cada una de sus aperturas suele ser reseñable. En los últimos años se ha abierto principalmente para dar paso a peregrinos que quieren viajar a La Meca, y para permitir un seleccionado tránsito de estudiantes y también de enfermos que deben ir a seguir algún tratamiento en algún hospital egipcio. Una vez abierto el acceso, ha habido veces en los que se ha cerrado de manera inesperada, cogiendo por sorpresa dentro de Gaza a numerosos viajeros.

Pero lo cierto es que en situaciones normales, sin bombardeos o elevada tensión de por medio, los palestinos sufren muchas trabas para poder cruzar la frontera. Se les llega a exigir en algunos casos que se registren casi con un mes de antelación, aunque esto no les garantice que puedan pasar en el día solicitado.

Su paso es complicado ahora y siempre. Incluso fuera de los periodos de grandes hostilidades que ha habido a lo largo de los últimos años en este lugar, son muy pocas las personas, comparado con las peticiones que se realizan, las que logran obtener un permiso de las autoridades egipcias para cruzarlo. Y es que Egipto no quiere que el Sinaí, la zona que se encuentra entre el canal de Suez y la frontera con Israel y Gaza, se convierta en un extenso campo de refugiados palestinos permanente, como ya sucedió con algunas partes de Jordania y del Líbano, por lo que se ha incrementado la presencia de militares en la zona cercana a Rafah.