Esto es lo que la DGT advierte sobre conducir descalzo

En pleno verano son frecuentes los desplazamientos a las playas y, por ende, la conducción con calzado poco adecuado para ello. Aunque no es una práctica habitual, sí puede llegarse a dar en casos de personas que se quitan las chanclas y que no tienen otros zapatos que asegure la correcta sujeción al pie.

En cualquier caso, esta acción puede suponer un riesgo al volante. Según una encuesta del Real Automóvil Club de España (RACE), un 7% de los conductores afirman haber conducido sin zapatos en alguna ocasión.

Según el artículo 17 del Reglamento General de Circulación, los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos», lo que pone a muchos frente a un dilema ya que pueden llegar a considerar que ir descalzo no entorpece la conducción como sí puede pasar con unas chanclas ya que estas se pueden llegar a atascar.

Incluso la Guardia Civil intentó aclarar esta cuestión a través de un vídeo de TikTok sin demasiado éxito. En él, los agentes explicaban que sí se podría conducir incluso con chanclas salvo que este calzado intercediera en la conducción.

En todo caso, la norma en lo que insiste es en que se debe practicar una condición segura, por lo que cualquier acción contraria podría ser mutable. Si la persona realiza una conducción temeraria, se le multará por este motivo, al igual que si no puede controlar su vehículo.

Ir descalzo está relacionado con lo que afirma el artículo 18 del Código de Circulación y que se refiere a que el conductor debe «mantener su propia libertad de movimientos» y «la atención permanente en la conducción».

Así, esa 'falta de estar' podría suponer una distracción que impida controlar el vehículo por lo que la multa iría motivada por una actitud irresponsable. Si los agentes lo consideran así podrían interponer una sanción de 100 euros por infracción leve o de 200 por infracción grave, algo que sirve tanto por ir descalzo o en chanclas.

Sin embargo, depende siempre de la interpretación que se le dé a la norma. El calzado ideal para conducir es aquel que está bien sujeto al pie y cuya suela no sea demasiado gorda para poder sentir bien los pedales. Deberá tener buena flexibilidad y que sea antideslizante.

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