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Juan Roig Valor
Martes, 21 de noviembre 2023, 12:00
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El año pasado, una medida acaparó los titulares del mundo del coche eléctrico: Emmanuel Macron, como parte de sus promesas electorales, estaba estudiando establecer un «renting social» para permitir el acceso a la movilidad eléctrica a las familias con menos recursos. En teoría, era posible ofrecer un coche cero emisiones con una cuota mensual de 100 euros.
Aunque el Gobierno francés aún no ha implementado esta medida a nivel estatal –estudia hacerlo en 2024–, les dio una idea a los bancos galos, cuyas divisiones de renting descubrieron que gracias a los incentivos a la compra de un eléctrico en el país, sí, se podían ofrecer estas condiciones.
Uno de los artífices en Crédit Agricole Sofinco es su director de la división de Movilidad, Vincent Carré. Antes de que se inaugurara Expo Ganvam, donde dará más detalles de la propuesta, el ejecutivo concedió una entrevista a ABC.
¿Es ya una realidad el renting social en Francia?
Sí, pero no estatal. En Francia hay un proyecto de ley para construir un renting social que parta de 100 euros por mes. Pero esta ley no está terminada y pienso que el gobierno no sabe exactamente qué hacer en este momento. Por no esperar, hemos hecho un renting social desde Crédit Agricole Sofinco con coches eléctricos. Usamos todos los incentivos del Gobierno para coches eléctricos: el achatarramiento de un coche diésel y la subvención. Cuando se suman las dos, conseguimos una cuota muy competitiva, pero es necesario hacerla sobre una duración larga, como siete años. Si no se tiene un diésel antiguo para reemplazar, la cuota se quedaría en torno a 130 euros al mes, que también es aceptable.
¿Qué clase de coches se ofrecen con estas condiciones?
Lo estamos usando con el Dacia Spring que es un coche pequeño con 250 kilómetros de autonomía. Queremos limitarnos únicamente a los coches chinos, porque nos parece importante participar en la transición ecológica. Solo podemos ofrecerlo con coches hechos en China –aunque el Spring es del Grupo Renault, se produce allí–, como el MG4, que es otro gran coche.
Lo que quiere hacer el Gobierno francés es aumentar las ayudas disponibles para los coches hechos en Europa, gravando en función del CO2 que suponga su fabricación y transporte. Si se reduce así el precio de los modelos, podríamos incluir el segmento C en el renting social y sería mucho mejor. En teoría, se sabrá en diciembre cómo se articulará esta medida.
¿Cuánto tiempo lleva en funcionamiento este renting y qué aceptación está teniendo?
Lo lanzamos al mercado hace un año y, en nuestra casa, solo acumulamos unas 300 operaciones. Creemos que tiene que ver con el segmento y la autonomía de los vehículos, dado que si las familias optan por un solo vehículo, prefieren modelos un poco más grandes.
¿Qué precio debe tener un coche para que el renting social sea rentable?
Los coches tienen que tener un precio de entre 15.000 y 17.000 euros, teniendo en cuenta los incentivos, para que sea rentable el renting social. Ahora mismo, los márgenes son muy ajustados, porque tenemos que ofrecer tasas de interés muy bajas, cuotas muy bajas, los concesionarios prefieren ofrecer otros productos financieros, porque no ganan mucho dinero con este modelo.
¿Considera que este modelo se puede extender a España?
Sí, realmente la decisión está en determinar cuánto quieren beneficiar a ese público objetivo [familias con rentas bajas que necesiten acceder a un coche eléctrico] y la cantidad de dinero que destinan al respecto. Ahora, en Francia, existen unas 2.000 familias que se pueden beneficiar, pero si se quiere un impacto fuerte y ayudar a que un millón de personas achatarren su diésel viejo, deberían poner unos 5.000 euros más de incentivo por coche. Para que funcione un modelo así, se tiene que garantizar que el precio es interesante y que los concesionarios ganen dinero.
¿Han sido eficaces las medidas para incentivar la venta de coches eléctricos?
Lo importante es que haya dinero suficiente para bajar el precio hasta los 17.000 euros. Solo así se puede hacer un renting social con cuotas de 100 euros. Se puede jugar con el IVA, que la subvención sea mayor… La idea de entregar el diésel antiguo es buena, porque en Europa todo el mundo tiene un coche diésel viejo.
Es importante que se puedan acceder a rentings de larga duración con precios competitivos, porque si no, la gente no tiene el aliciente de deshacerse de su coche térmico. Además, si luego se da opción de comprar el coche con un crédito interesante cuando acaben los siete años, se irá popularizando. En Francia, solo se accede al coche eléctrico a través de renting, que tiene una cuota del 90% o más. Los coches eléctricos no se compran.
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