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Canal Motor y Patxi Fernández
Miércoles, 2 de octubre 2024, 12:14
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Recientemente han destacado, sobre todo en algunas redes sociales, las imágenes de vehículos eléctricos en llamas, acompañadas de comentarios que sugieren que los vehículos electrificados tienen más riesgo de incendio que los de combustión, y ahondando en las dificultades a la hora de sofocar un incendio en un coche enchufable.
Pero las principales conclusiones del informe elaborado por AEDIVE (Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica en España y Portugal) en colaboración con empresas e instituciones especializadas en la materia, concluyen que más allá de falsas informaciones y bulos, las baterías de los vehículos eléctricos provocan muchos menos incendios que los vehículos de combustión.
AEDIVE ha elaborado este documento técnico con el fin de aportar información clara sobre la tecnología de las baterías con especial énfasis en el apartado de seguridad, desmintiendo diversos mitos y falsas creencias sobre los incendios en vehículos eléctricos (Battery Electric Vehicles) en comparación con los vehículos de combustión interna (ICEV).
Este documento técnico aporta datos que indican que los vehículos eléctricos, equipados con sistemas de seguridad avanzados, presentan en realidad un riesgo de incendio más bajo que los vehículos de combustión interna. Es más, las estadísticas actuales de los países con una alta penetración del vehículo eléctrico reflejan que la probabilidad de que un vehículo eléctrico se incendie es menor que la de un vehículo de combustión -en relación con el número total de vehículos-.
El informe aclara que, si bien las baterías de iones de litio pueden presentar riesgos de incendio, estos pueden eliminarse o controlarse mediante un diseño adecuado, la implementación de sistemas avanzados de supervisión y la adopción de medidas de seguridad rigurosas.
En una batería de litio, por su propia configuración físico - química, tienen lugar reacciones exotérmicas durante su funcionamiento. Los instaladores e integradores de equipos con baterías han de conocer los riesgos asociados y trabajar con los tecnólogos para conocer las particularidades de cada batería en términos de control del riesgo.
La seguridad intrínseca de la batería está relacionada con la seguridad de celdas que la componen. «Se ha de incorporar el concepto de seguridad desde el inicio: en la ingeniería, diseño y la fabricación, incluyendo los controles necesarios durante todo el proceso», dice el informe.
Según AEDIVE es de vital importancia, en este sentido, certificar los materiales y ensayos sobre las celdas y cumplir con todos los controles de calidad evitando de este modo fallos. Adicionalmente, uno de los objetivos en la fase de diseño de una batería se focaliza en los sistemas de supervisión para la correcta detección temprana de cualquier incidencia, facilitando de este modo la actuación.
Se utilizan tecnologías como la supervisión y gestión en tiempo real de los datos de funcionamiento de las celdas de la batería, la predicción inteligente de posibles fallos en las celdas que componen de la batería y la advertencia previa de posibles incidencias basadas principalmente en la supervisión de temperaturas.
De este modo, se utilizan técnicas de muestreo, gestión y tratamiento de los datos. Además, el sistema utiliza el algoritmo de detección de «faltas de muestreo» para identificar posibles fallos del propio sistema de control (placa BMS, sensores, comunicaciones...), actuando en consecuencia.
En una batería, el origen de un incendio y/o desbordamiento térmico está localizado en una celda concreta. Desde este inicio, el riesgo está en que se propague el incendio al paquete de celdas y posteriormente a los paquetes adyacentes, formando una reacción en cadena, pudiendo llegar al «desbordamiento térmico». Se puede minimizar el riesgo si la propagación se corta rápidamente. Por lo tanto, el diseño de las baterías contempla sistemas de aislamiento en diferentes partes, controlando el riesgo de propagación.
Por tanto, se desmontan algunos de los mitos más comunes, como, por ejemplo, el que los incendios en vehículos eléctricos son más frecuentes, difíciles de extinguir y peligrosos para los bomberos, o que el envejecimiento de las baterías aumenta el riesgo de incendio. [PINCHA AQUÍ PARA ACCEDER AL INFORME]
En esta guía de AEDIVE han colaborado y participado empresas de prestigio de todo el ecosistema de la movilidad eléctrica: Huawei, Iberdrola, Naturgy, Mutua Madrileña, Cesvimap, Wenea y el Centro Jovellanos, centro de formación de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (entidad del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible).
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