Bruselas insiste en la presión a Francia para resolver los retrasos en la conexión con la 'Y' vasca

En la Comisión de Transportes de la Eurocámara, la eurodiputada jeltzale, Izaskun Bilbao, ha trasladado a Valean la preocupación de Euskadi y las regiones agrupadas en el denominado 'lobby del Norte'. «Los retrasos en esta conexión pondrían en peligro los objetivos por los que llevamos años trabajando en esta cámara y está generando una gran preocupación en las regiones afectadas», ha asegurado Bilbao. Del mismo modo, ha destacado que el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha firmado una declaración conjunta junto a los presidentes de Aragón, Cataluña, Navarra, Nueva Aquitania, Occitania y la ministra de Exteriores de Andorra para reclamar a los gobiernos de Madrid y París que cumplan con los plazos pactados.

El tramo que conecta los dos países es fundamental para las regiones del Corredor Atlántico (Euskadi, Asturias, Galicia y Cantabria) que ven esta línea como un proyecto necesario para mantener su competitividad económica y atraer inversiones. También es vital para Bruselas, ya que resuelve un cuello de botella y conecta la red europea a puertos y aeropuertos «vitales». Por ello, la Comisión Europea mantiene su objetivo de concluir la red transeuropea para 2030, un plazo que ratificó la Eurocámara. Los planes presupuestarios del Elíseo, sin embargo, hacen temer que la parte francesa del trazado no estará completa a tiempo.

Tal y como avanzó EL CORREO este lunes, fuentes oficiales de Bruselas reconocen que terminar la conexión con la 'Y' vasca para esa fecha es «extremadamente importante» y que para lograrlo, el Gobierno francés debe inyectar 6.500 millones de euros adicionales a este proyecto. Esas mismas fuentes apuntan que la parte vasca «estará lista a tiempo», pero aún queda mucho trabajo por delante para completar el trazado hacia el sur y el oeste.

Según ha reconocido Valean ante la Eurocámara, la conexión entre las localidad francesas de Lyon y la ciudad italiana de Turín también preocupa a Bruselas. Además, ha insistido en que la presión a París continúa y que la propuesta para reforzar la gobernanza sobre los corredores ferroviarios transeuropeos es una forma de redoblar esos esfuerzos.