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Ione Belarra e Irene Montero durante el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos. EFE
Podemos avisa de que las negociaciones de los Presupuestos están «atascadas»

Podemos avisa de que las negociaciones de los Presupuestos están «atascadas»

La ley de vivienda o la derogación de la llamada 'ley mordaza' son las resposables del bloqueo, según la formación morada

Viernes, 16 de septiembre 2022, 11:37

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La negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 –llamados a ser los últimos de la legislatura– se encuentra en punto muerto. Podemos reconoce que la falta de avances en la ley de vivienda y la derogación de la llamada 'ley mordaza' se ha enquistado en la mesa de trabajo que mantienen con su socio del Gobierno del PSOE. Los morados fijaron estas cuestiones como líneas rojas, asuntos capitales de su programa, y ahora temen que en Ferraz hagan oídos sordos a sus peticiones. Por ello están dispuestos a congelar cualquier avance en las Cuentas públicas si no se atienden sus cuitas. A ellas se les ha unido en la última semana, además, su propuesta de limitar temporalmente las hipotecas variables, una medida que genera amplios recelos entre los socialistas. A ello se suma, como trasfondo, el compromiso adquirido por Pedro Sánchez con los socios de la OTAN de aumentar el gasto militar, que en julio generó una de las crisis más profundas en el seno de la coalición.

Mientras en el PSOE se muestran convencidos de que los Presupuestos, los terceros del actual Gobierno, se aprobarán en tiempo y forma, miembros de la dirección del partido que dirige Ione Belarra aseguran a este periódico que para que ocurra «estos asuntos deberían estar resueltos antes de final de año». La propia Ministra de Derechos Sociales reconoció este viernes durante la reunión del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos –el órgano rector de la formación– que es necesario «avanzar en dar solución a grandes problemas estructurales que llevan mucho tiempo esperando una respuesta».

Belarra, que normalmente usa un tono más críptico en sus intervenciones ante el Consejo, mostró abiertamente su «preocupación» porque estas negociaciones «se encuentren tan atascadas» y exigió al PSOE «pisar el acelerador para poder atender lo urgente y avanzar con valentía en lo importante». Los morados confiaban en tener apuntalado a estas alturas de legislatura, y cuando solo restan ocho meses para las elecciones municipales, lo que interpretaron como un «giro a la izquierda» por parte de Sánchez en el debate sobre el estado de la nación el pasado julio. Pero ahora se muestran «sorprendidos» de que no haya todavía avances en este sentido.

Parte de esta presión, que en Ferraz intentan rebajar, forma también parte de la estrategia de Podemos para tratar de arrastrar a su socio a los brazos de las facciones situadas más a la izquierda del llamado bloque de investidura (Esquerra, EH Bildu oMás País) para configurar la mayoría absoluta necesaria en el Congreso. Una maniobra que ya pusieron en práctica en el caso de los PGE de 2021 y 2022 con el objetivo de forzar la salida de Ciudadanos del acuerdo para dotar a las Cuentas de un carácter «más social». «Los escaños del PSOE y Unidas Podemos suman 155, faltarían otros 21 para la mayoría. Aunque haya un pacto en el seno del Gobierno hay que alcanzar nuevos acuerdos cuando la ley llegue al parlamento, porque hacen falta 176 escaños», explica a este periódico el portavoz parlamentario de UnidasPodemos, Pablo Echenique.

No va a ser fácil. Las diferencias en el asunto del gasto militar son abismales entre ambos socios. Desde el PSOE esperan convencer a Podemos tratando de aumentar la partida de Defensa en los Presupuestos sin afectar a otras. Se baraja, según trasmiten desde Ferraz, la puesta en marcha de un Plan Especial de Defensa que no compita con el gasto social, aunque las cifras aún no están claras.

Cuestión electoral

En cuanto a los asuntos de vivienda y seguridad ciudadana, Echenique cree que los socialistas «no pueden permitirse no tenerlas listas antes de las municipales». Su electorado, sostienen los morados, «no entendería» que, tras tres años en vigor, un Ejecutivo liderado por el PSOE mantuviera una medida implantada en el primer Gobierno de Mariano Rajoy –la 'ley mordaza'– y que tanto ha criticado el propio Sánchez.

Podemos, a su vez, también tendría dificultades para explicar a sus votantes el mantenimiento de esta ley y la falta de una regulación de los precios del alquiler. Sobre todo en un contexto electoral en el que los morados se verán forzados, si el escenario no cambia, a concurrir en solitario a las municipales. Sobre todo tras confirmarse que Sumar, el proyecto de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, seguirá en barbecho en esas fechas.

Las negociaciones presupuestarias se iniciaron antes del verano con dos equipos liderados, por la parte socialista, por María Jesús Montero, ministra de Hacienda, y su equipo; y Josep Vendrell, jefe de Gabinete de Yolanda Díaz, y Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, en representación del espacio de Unidas Podemos.

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