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Hugh Bonneville y Karen Gillan en 'Douglas is Cancelled'.
El presentador de las noticias cancelado por un chiste machista

El presentador de las noticias cancelado por un chiste machista

La serie 'Douglas is Cancelled', en Sky Showtime, da varias vueltas de tuerca a la cultura de la cancelación, los abusos sexuales en el trabajo y el #MeToo

Lunes, 28 de octubre 2024, 17:07

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Huw Edwards era un presentador emblema de la BBC, uno de los periodistas mejor pagados, el rostro de la credibilidad en los noticiarios, con su dicción exquisita y su pelo cano cuidadosamente peinado. A sus 63 años, Edwards fue condenado en septiembre de 2023 a 6 meses de prisión por posesión de pornografía infantil. Dos meses antes, 'The Sun', el diario más leído en el Reino Unido, reveló que una de las estrellas de la cadena pública había pagado casi 50.000 dólares a un pedófilo convicto por imágenes de niños de entre 7 y 9 años abusados sexualmente.

Philip Schofield también es un presentador sesentón habitual de la BBC y la ITV, que el año pasado abandonó el programa 'This Morning' después de confesar haber tenido una aventura secreta con un joven con el que trabajaba. El espacio, similar a los de Ana Rosa Quintana o Susanna Griso entre nosotros, lleva en antena desde 1988 y es uno de los más populares de la televisión inglesa.

Las figuras de Edwards y Schofield, desconocidas en España, planean sin duda sobre 'Douglas is Cancelled', una serie protagonizada por un querido y veterano 'anchorman' de la televisión británica cuya carrera pende de un tuit. Una inteligente, feroz, sorprendente y agilísima comedia que poco a poco deriva en drama y que Sky Showtime (en el paquete de Movistar Plus) acaba de estrenar en España.

Tráiler de 'Douglas is Cancelled'.

Cuatro episodios de unos 40 minutos que se devoran de un tirón y que van sumando giros de guion que no conviene desvelar. Steven Moffat, responsable de series como 'Sherlock' y 'Doctor Who', va mucho más allá de satirizar la cultura de la cancelación y aborda temas como el periodismo en la era de las redes sociales, el choque generacional entre padres e hijos, la masculinidad tóxica y, sobre todo, los abusos sexuales en el ámbito laboral y el movimiento #MeToo.

Hugh Bonneville, el popularísimo Robert Crawley de 'Downton Abbey', encarna a Douglas Bellowes, un veterano presentador de las noticias que forma pareja con una periodista 25 años más joven que él (Karen Gillan, vista en las sagas 'Jumanji' y 'Guardianes de la galaxia'). La cadena de televisión empieza a preocuparse cuando un tuit anónimo asegura que Douglas bebió más de la cuenta en una boda y soltó un chiste «extremadamente sexista». Cuando su copresentadora, con casi dos millones y medio de seguidores en Twitter, lo retuitea logra que todo se salga de madre.

¿Lo ha hecho para defender su inocencia o para incriminarle? La mujer de Douglas (Alex Kingston) es la cínica redactora jefe de un diario y sabe el peligro que corre su marido. Su hija adolescente (Madeleine Power) le previene: «Papá, no quiero cancelarte». La serie rebosa diálogos agudos que tiran con bala. «Damos noticias, la verdad es solo un punto de vista», pontifica el productor del noticiario, encarnado por Ben Miles. Y cuando la esposa se encuentra con la joven y atractiva compañera de su marido saltan chispas: «¿Te tiras a mi marido?». «Yo no. ¿Y tú?».

Karen Gillan en 'Douglas is Cancelled'.

'Douglas is Cancelled' nació como una obra de teatro hace casi diez años, cuando Moffat dejó de trabajar en 'Sherlock' y 'Doctor Who'. «No se lo conté a nadie, ni siquiera a mi esposa», recuerda el exitoso guionista y productor, que recibió una lección de humildad cuando ningún teatro quiso representarla. «En 2018 todavía no hablábamos de cancelación y el movimiento #MeToo apenas comenzaba. Pocos años después, la cancelación estaba en todas partes. La gente hundía su vida pública con una sola expresión. Las conversaciones descuidadas costaban carreras. Twitter era un campo minado y los incautos estallaban como fuegos artificiales a nuestro alrededor».

Steven Moffat supo que era el momento de sacar del cajón su historia cuando advirtió que «presentadores de televisión, al igual que Douglas en la serie, se destruían a sí mismos regularmente por ser básicamente humanos». ¿Es tan buen tipo el protagonista como parece? ¿Hasta qué punto resulta maquiavélica su inteligentísima y ambiciosa compañera? El tercer episodio, que consiste en una 'entrevista de trabajo' en una habitación de hotel, remite inevitablemente al modus operandi del productor Harvey Weinstein, que acostumbraba a citar a actrices en una suite recibiéndolas en albornoz.

«En la serie todos tienen que tener razón. Y todo el mundo se equivoca. Y no hay héroes», advierte su creador.

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