Borrar
'El silencio', un thriller psicológico insalvable

'El silencio', un thriller psicológico insalvable

Arón Piper protagoniza la última serie de Aitor Gabilondo, acerca de un joven puesto en libertad seis años después de haber asesinado a sus padres cuando aún era menor de edad

Iker Cortés

Madrid

Viernes, 2 de junio 2023, 20:29

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Era una de las grandes apuestas de Netflix. Un intenso thriller, que siempre gusta, con actores guapos y jóvenes en estado de ebullición y la firma de Aitor Gabilondo, responsable de la adaptación de 'Patria' para HBO Max. Pero 'El silencio' descarrila sin remedio a lo largo de sus seis capítulos. Y eso que el punto de partida es, sin lugar a dudas, atractivo. En 2016, una mujer y un hombre, padres de Sergio y de Noa, se precipitaron al vacío desde el balcón de una vivienda ubicada en el centro de Bilbao, junto a las torres Isozaki. El chaval, un menor de edad al que encarna Arón Piper, fue hallado culpable y ha pasado seis años en un reformatorio. Además, solo habla cuando quiere. Es su forma de controlar una situación que le supera.

Pero al asesino del balcón, como le han apodado desde los medios de comunicación, ya le han dado la libertad. Lo que no se imagina es que Ana (Almudena Amor), una psiquiatra con la justicia y la policía de su parte, ha puesto cámaras en su casa con el fin de demostrar que el chaval no es un psicópata y que puede reinsertarse en la sociedad sin ningún problema. A partir de ahí la trama de 'El silencio' se convierte en una suerte de 'Gran hermano', donde el chaval es vigilado las 24 horas al día mientras la psiquiatra trata de dar validez a su teoría.

'El silencio' va de sofisticada -el buen gusto en la fotografía está ahí-, pero encierra su acción en tres escenarios y un par de calles de Bilbao y alrededores. Y deja claro que la forma prevalece sobre el fondo porque el fondo toma tintes ridículos. Ahí está, por ejemplo, la capucha -es que es un malote- con la que Sergio se desplaza a todas partes, consciente de que la Policía le sigue. Su relación con Natanael (Ramiro Blas), el pastor evangélico que, como se deja entrever desde el principio, oculta algo, aporta la brocha gorda a un conjunto que pide, una y otra vez, que el espectador suspenda su incredulidad.

Tres fotogramas de la serie.
Imagen principal - Tres fotogramas de la serie.
Imagen secundaria 1 - Tres fotogramas de la serie.
Imagen secundaria 2 - Tres fotogramas de la serie.

Y la suspendemos cuando Ana presenta el caso a los policías que la van a acompañar en el proceso, cuando Marta (Cristina Kovani), una amiga de Noa con hibristofilia -dicese de aquellas 'groupies' que acaban enamoradas de un malechor- y pareja de Eneko (Manu Ríos, otro actor de 'Élite'), visita a Sergio. La suspendemos también desde el momento en el que el subinspector Cabrera (Aitor Luna) es el encargado de controlar toda la operación de vigilancia, y varias veces más, cuando Sergio se muestra amenazante, cuando la Policía duda de si actuar o no o cuando nos cuentan que Ana casi ha abandonado a su esposo y su hija por seguir este caso. Lo de las edades de los actores que dan vida a los dos protagonistas lo dejamos para otro momento.

No hay forma alguna de salvar 'El silencio'. La ficción de Gabilondo se toma su tiempo para desgranar cada una de las 'sorpresas' que atesora -una vez más, en todas ellas hay que suspender la incredulidad-, pero ciertas decisiones de guion -ese final con doble desenlace- se antojan casi pueriles. Las interpretaciones, justitas, y el erotismo chungo tampoco logran elevar una producción floja.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios