El antiguo castillo medieval en un pueblo de Salamanca del que se llevaron poco a poco sus cimientos
La Proposición No de Ley planteada por Unión del Pueblo Leonés protege los restos del castillo de Castillejo de Azaba, que han pasado a incluirse en el Catálogo de Bienes Culturales de la comunidad autónoma como Bien de Interés Cultural
Este viernes, la Comisión de Cultura, Turismo y Deporte de las Cortes autonómicas ha aprobado parcialmente la Proposición No de Ley planteada por Unión del Pueblo Leonés (UPL) para la protección y puesta en valor de los restos del castillo medieval de Castillejo de Martín Viejo, para el que se ha aprobado su inclusión en el Catálogo de Bienes Culturales de la comunidad autónoma como Bien de Interés Cultural, así como que la administración autonómica asesore técnicamente al municipio de Puebla de Azaba como propietario para favorecer su protección.
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En este aspecto, en su turno de defensa de la iniciativa, la procuradora de UPL, Alicia Gallego, ha apuntado la necesidad de conservar los restos del castillo de Castillejo de Azaba, por lo que ha considerado «irrenunciable» su inclusión en el Catálogo de Bienes Culturales reconocido expresamente como Bien de Interés Cultural (BIC), hecho que han respaldado el resto de los grupos, por lo que el castillo de Castillejo de Azaba ha pasado a incluirse en el Catálogo de Bienes Culturales de la comunidad autónoma como BIC.
Un reconocimiento que los leonesistas han apuntado que es «un medio imprescindible para su protección legal», facilitando que se puedan impulsar las medidas que hiciesen falta para frenar el deterioro y el posible colapso estructural de este monumento, que según han señalado desde UPL, «posee las bases de los muros erosionadas y en el costado de un muro posee, por ejemplo, una preocupante grieta que podría llevar al colapso y derribo de una parte de este monumento».
Por ello, desde Unión del Pueblo Leonés han instado a que desde la administración autonómica se dé un asesoramiento técnico por parte de técnicos de patrimonio de la Junta al ayuntamiento para testar los posibles puntos de colapso e intervenciones que pudiesen hacer falta para garantizar la perdurabilidad e integridad del castillo de Castillejo de Azaba, hecho que ha sido aprobado por unanimidad. En este aspecto, los leonesistas han apuntado a la necesidad de que para la ayuda que se preste desde la comunidad autónoma se tenga en cuenta la escasa capacidad económica del municipio de Puebla de Azaba, de 142 habitantes según el censo de 2024, de los cuales 27 habitantes corresponderían a la pedanía de Castillejo en que se ubica la fortaleza.
Asimismo, desde UPL han recordado que la Ley autonómica 7/2024 de patrimonio cultural recoge en su artículo 3 que la gestión del patrimonio debe guiarse, entre otras cuestiones, por la «preservación o salvaguarda de los valores materiales e inmateriales que aseguren la autenticidad e integridad de los bienes», así como por la «conservación preventiva para asegurar la pervivencia del bien desde el punto de vista técnico y económico a lo largo del tiempo, así como para prevenir situaciones extraordinarias de riesgo y emergencia». Hechos que, según han señalado, competen directamente a la Junta como administración con competencias en materia de patrimonio.
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Por último, los regionalistas leoneses también planteaban en otro punto de su iniciativa la posibilidad de que la Junta estudiase junto al actual propietario la posible adquisición por parte de la administración autonómica del castillo de Castillejo de Azaba, de cara a poder acometer en el futuro su rehabilitación, puesta en valor y uso con fines culturales, turísticos o de otro tipo compatible con la naturaleza del bien monumental, en caso de que la propiedad actual no tuviese proyectos previstos para este castillo, punto que sin embargo ha sido rechazado por el voto en contra de PP y VOX.
Castillo para la defensa de Reino de León frente a Portugal
El castillo de Castillejo de Azaba fue construido en los siglos XI o XII dadas sus características arquitectónicas, y su finalidad habría sido principalmente la de ejercer un papel de defensa de la frontera occidental del Reino de León frente a Portugal, una vez que el Condado Portucalense se independizó del reino leonés en el siglo XII para formar el Reino de Portugal.
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De este modo, el castillo de Castillejo de Azaba -además da nombre a la localidad en que se ubica-, habría formado parte del entramado defensivo en la segunda línea de frontera del Reino de León frente a Portugal junto a otras fortificaciones leonesas como las de Ciudad Rodrigo, La Alberguería de Argañán, El Gardón o El Payo, entre otras, que se situarían en la retaguardia de las fortificaciones del Riba-Coa que se ubicaban en primera línea con el río Coa como frontera, caso de las fortificaciones de Castelo Rodrigo, Almeida, Sabugal, Alfayates, Vilar Mayor, Castelo Mellor o Castelo Bom.
No obstante, siglo y medio después de la independencia portuguesa de León, el castillo de Castillejo de Azaba habría pasado a estar más en la primera 'línea del frente', al perder el Reino de León la zona de Riba-Côa mediante el Tratado de Alcañices en 1297, cuando el reino leonés cedió esta zona a Portugal a cambio del apoyo del rey portugués a Fernando IV en su guerra civil por los tronos de León y Castilla.
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Una cesión del Riba-Côa que dependía en todo caso, de que el resultado en la guerra civil por el trono leonés se decantase del lado de Fernando IV. Y es que, en paralelo a sus pretensiones al trono, el infante Don Juan se había proclamado también rey de León en 1296, mientras que el infante Alfonso se había proclamado rey de Castilla el mismo año, haciéndose Fernando IV con el control total de la Corona Leonesa en 1301 (celebrando Cortes leonesas ese mismo año en Zamora), así como de la Corona Castellana en 1304, finalizando así dicho conflicto por los tronos leonés y castellano, haciéndose efectiva la cesión por Fernando IV de territorios del Reino de León al de Portugal fijada en el Tratado de Alcañices, como el Riba-Coa o, más al sur, el concejo de Olivenza.
El castillo de Castillejo de Azaba se ubica en una posición predominante sobre su entorno, en una posición estratégica desde la que se obtiene una extensa panorámica del territorio que le circunda, facilitando la defensa del mismo, estando construida esta fortificación en planta cuadrada, con aproximadamente 22 metros de lienzo, un grosor cercano al metro y medio, y contando con cerca de 2 metros y medio de altura los muros que se conservan de esta fortaleza.
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Reprimenda
Por otro lado, en la defensa de dicha iniciativa en las Cortes, desde Unión del Pueblo Leonés también se ha querido hacer referencia a la reciente destrucción del castillo de la Torre Mocha de Naharros del Río, en el municipio de Pelabravo, recordando que desde UPL se había registrado en marzo de 2024 una enmienda en Cortes para actuar sobre este monumento, de cara a garantizar su conservación y ponerlo en valor. Propuesta que se rechazó, habiéndose destruido dicho yacimiento, alegando quien lo destruyó que no sabía que esos muros eran medievales y formaban parte de un castillo. Por ello, los leonesistas han reprochado al PP y VOX que «quién sabe si de haberse acometido aquella puesta en valor que solicitábamos, con la oportuna señalización, se hubiese podido evitar esta catástrofe patrimonial».
Sobre esta destrucción del castillo de la Torre Mocha, desde UPL han reconocido que ha sido «un golpe muy duro», apuntando que ha sido una «catástrofe patrimonial que nos muestra lo frágiles que son nuestros yacimientos, nuestro patrimonio histórico, y la necesidad de ponerlo en valor para preservarlo».
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En este aspecto, han apuntado a la Junta señalándole que ha fallado en el cumplimiento de la Ley 7/2024, de 20 de junio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León, cuyo artículo 17.2 obliga a los poderes públicos a garantizar su protección y tutela, mientras que el artículo 2.d) les encomienda la labor de fomentar «la educación en materia de patrimonio cultural y la gestión sostenible del mismo, basada en la participación de la ciudadanía, de los propietarios y agentes sociales», hecho que apuntan «ha fallado rotundamente en el caso del castillo de la Torre Mocha de Naharros del Río».
Por ello, han planteado la necesidad de proteger y poner en valor los yacimientos y monumentos «para evitar tragedias patrimoniales de este tipo», para que «no pueda alegarse desconocimiento por parte de quien solo ve 'cuatro piedras' que le estorban y pretenda llevarse por delante un yacimiento o monumento, especialmente cuando esté protegido y evitar que haya nuevos atentados contra nuestro patrimonio».
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