Las Águedas toman el bastón de mando de Salamanca tras los años de pandemia
Las mujeres han celebrado su tradicional fiesta del 5 de febrero como hacía años que la covid no les permitía
La fiestas de las Águedas es sinónimo de la fiesta de las mujeres. Según la tradición, cada 5 de febrero, los hombres cedían su mandato a las mujeres por un día. Ahora, con las mujeres pudiendo tomar el poder sin pedir o esperar permiso, poco queda ya de aquel significado para esta fiesta.
Se mantiene como un día de unión entre mujeres: múltiples grupos de mujeres celebran la jornada. Pero, sobre todo, destaca en las Águedas la presencia del bastón de mando. O, más bien, su cambio de manos.
En las Águedas, el alcalde de la ciudad debe ceder el bastón de mando a las mujeres, que deciden a su vez a quién prestarle tal objeto. Así, el bastón de mando se convierte en el símbolo de lo que tradicionalmente representaba esta celebración.
Tras los años de pandemia, esta ocasión ha podido celebrarse con la normalidad previa a la covid. Sin mascarillas, con contacto, con bailes. La mujeres, muchas de ellas engalanadas con trajes típicos de la provincia charra, han accedido hasta el interior del Ayuntamiento, donde se ha producido el «traspaso de poder».
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Aunque no ha llegado de la mano del alcalde, sino de la concejala de Participación social y Voluntariado, Almudena Parres. La responsable de recogerlo ha sido Loreto López, la Águeda de Honor de este año. La elección de la próxima homenajeada se realizará en la comida que juntas compartirán más tarde, pero la elección será sencilla: «se escoge a la aguedera mayor», explican, en referencia a la de mayor edad.
Después de la toma del bastón de mando, y acompañadas de un tamborilero, las mujeres han bailado tanto dentro del Ayuntamiento como en la Plaza Mayor. La fiesta culminará en un restaurante cercano, donde se espera la presencia de más de sesenta aguederas.
