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Grave situación en el Hospital Universitario de Salamanca. Un buen número de facultativos especialistas de Anestesiología y Reanimación del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca han remitido una carta a la dirección del hospital charro solicitando la dimisión de su actual jefa, la doctora Emilia Guash Arévalo. En ella formulan graves acusaciones tanto de ella como del funcionamiento del servicio.
Fuentes del hospital reconocen que han recibido la carta y que se está preparando un comunicado al respecto de respuesta pero se explica que no son todo el servicio el que ha firmado el comunicado y que son solo «una parte». Entre otras cosas, se acusa al hospital de que la «jefatura provisional de la Dra Emilia Guasch ha sido una imposición de la Dirección del bloque quirúrgico que no ha tenido en cuenta la opinión del servicio, ni el ofrecimiento de uno de sus miembros (Dra. María Pilar Sánchez Conde) que contaba con la cualificación, el apoyo y respaldo mayoritario de todos nosotros».
Señalan además que desde que fue nombrada, la doctora ejerce un «modelo de jefatura basado exclusivamente en su autoridad sin ejercer ningún liderazgo sobre el servicio». «No ha presentado en ningún momento su proyecto de trabajo al grupo, ni a su llegada, ni en ninguna de las sesiones semanales del servicio. En la primera reunión con el Servicio, en el marco de una sesión clínica, no permitió que le transmitiéramos nuestra problemática y nos emplazó para pasar por su despacho individualmente con una copia del curriculum personal. Desde entonces se ha dedicado a sondear apoyos individuales a su gestión, fomentando un ambiente de división entre nosotros».
En el texto de la carta, que se reproduce a continuación, se trasladan algunas acusaciones muy graves en el servicio de Anestesiología del hospital de Salamana. Este es el contenido de la carta que se ha difundido también públicamente a través de las redes sociales desde la cuenta de twitter del 'Anestesiología, Reanimación y Dolor - Salamanca'.
¡La situación en el Hospital de Salamanca es Crítica!
— Anestesiología, Reanimación y Dolor - Salamanca (@anestereadol) February 6, 2024
La imposición por parte de la gerencia de nombrar a la Dra.Emilia Guasch como Jefa de servicio ha supuesto un grave deterioro en la calidad asistencial,en la seguridad del paciente y en la salud de los trabajadores@sedar_es
Los abajo firmantes, facultativos especialistas de Anestesiología y Reanimación del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca, queremos poner en conocimiento de esta Gerencia nuestra disconformidad con el modelo de gestión de nuestro servicio llevado a cabo tras el nombramiento y la incorporación a la jefatura provisional de la Dra Emilia Guash Arévalo.
La jefatura provisional de la Dra Emilia Guasch ha sido una imposición de la Dirección del bloque quirúrgico que no ha tenido en cuenta la opinión del servicio, ni el ofrecimiento de uno de sus miembros (Dra. María Pilar Sánchez Conde) que contaba con la cualificación, el apoyo y respaldo mayoritario de todos nosotros.
Desde su incorporación a la jefatura provisional la Dra Emilia Guash ha ejercido un modelo de jefatura basado exclusivamente en su autoridad sin ejercer ningún liderazgo sobre el servicio. Este modelo de gestión se ha caracterizado por:
- No ha presentado en ningún momento su proyecto de trabajo al grupo, ni a su llegada, ni en ninguna de las sesiones semanales del servicio. En la primera reunión con el Servicio, en el marco de una sesión clínica, no permitió que le transmitiéramos nuestra problemática y nos emplazó para pasar por su despacho individualmente con una copia del curriculum personal. Desde entonces se ha dedicado a sondear apoyos individuales a su gestión, fomentando un ambiente de división entre nosotros.
- Nula capacidad de trabajo en equipo: en ningún momento se ha reunido en equipo con los Jefes de Sección, ni con las distintas secciones, para conocer la situación actual y los problemas y necesidades del servicio. Se ha limitado a una imposición arbitraria de órdenes desde el más absoluto desconocimiento de las necesidades y del funcionamiento habitual de nuestro servicio.
-Su comunicación con los miembros del servicio se ha caracterizado por una falta absoluta de empatía, sin escucharnos, ni hacernos participar en la toma de decisiones, sin ningún tipo de retroalimentación constructiva.
-Su modelo autoritario, su desconocimiento del funcionamiento del bloque quirúrgico y su nula capacidad organizativa ha generado desde su llegada un caos diario en la programación de los quirófanos y en la gestión del personal, agravado por el traslado de la Secretaria del Servicio ordenada por la anterior Subdirección Quirúrgica. Entre las múltiples irregularidades y errores que viene produciendo su gestión cabe citar:
• Quirófanos sin asignación de anestesiólogo: partes de quirófano (documento oficial y con valor legal) con cirugías dejando sin cubrir el nombre del anestesiólogo responsable.
• Se programa al mismo anestesiólogo para cubrir dos actividades o quirófanos, por error o para doblar intencionadamente su carga de trabajo.
• Programación en quirófano de anestesiólogos que están de guardia, libranza de guardia o con permisos y vacaciones solicitados y concedidos en tiempo y forma. Toda esta información está disponible en AIDA para poder realizar adecuadamente la distribución del personal disponible.
• Se deja descubierta regularmente la realización de interconsultas lo que genera el acúmulo de las mismas y graves problemas asistenciales y legales. Los pacientes se programan en quirófano a pesar de no tener valoración preanestésica ni un consentimiento informado adecuado en tiempo y forma para una cirugía programada. Se presiona al anestesiólogo responsable para que no haya suspensiones pese a la carencia de preanestesia y consentimiento informado y en último caso se derivan estas intervenciones para que las realice el personal de guardia con la consiguiente sobrecarga de su actividad y el perjuicio generado hacia las urgencias reales.
• Se está programando intencionadamente un número insuficiente de consultas de preanestesia, que no cubren la demanda de estudios preanestésicos necesarios para mantener la actividad quirúrgica, lo que generará a corto plazo un parón de la actividad de quirófanos por falta de preoperatorios.
• No se asigna ningún facultativo a las diferentes áreas de recuperación postanestésica (URPA, críticos posquirúrgicos o CMA) o bien son reubicados a última hora en un quirófano. La presencia de un anestesiólogo en estas áreas de recuperación es un estándar de seguridad en los cuidados postoperatorios reconocido por todas las sociedades de anestesia, incluida la SEDAR, y su falta pone en riesgo gravemente la atención y seguridad de los pacientes. La atención de estas unidades debe realizarse siempre por un anestesiólogo en jornada ordinaria y no debe estar sujeta a la disponibilidad del personal de guardia o de la propia jefa de servicio (mientras tutela al mismo tiempo varios residentes en los quirófanos). Esta grave situación ha sido además denunciada en varias ocasiones por el personal de enfermería de estas unidades que se ve desprotegida, sin la presencia de un anestesiólogo, ante cualquier complicación en el postoperatorio inmediato de los enfermos.
• Utilización de residentes en formación para cubrir quirófanos que quedan descubiertos por incidencias o falta de facultativo responsable al programarse más actividades de las que se pueden realizar. Esta utilización de los residentes en formación implica graves irregularidades y negligencias:
- Su aceptación para atender en solitario un quirófano se obtiene de manera coaccionada, desde una posición de prepotencia y superioridad jerárquica como jefa de servicio, indicándoles que se tendrá en cuenta en el futuro su participación «voluntaria».
- Se hace en detrimento de su programa formativo puesto que se pierden rotaciones esenciales No se ejerce un tutelaje efectivo sobre los residentes indicándoles que ella misma será quien los supervise, atribuyéndose a veces la tutela (imposible) de hasta 3 quirófanos a la vez.
- Se les somete a un ambiente de stress inaceptable colocándolos en solitario en quirófanos de gran complejidad como quirófanos de traumatología de fracturas complejas o con situaciones de vía aérea difícil que requieren experiencia y una formación más avanzada.
- Se generan situaciones de conflicto con los propios cirujanos, que son los responsables últimos del equipo quirúrgico de cada quirófano, y que han rechazado en varias ocasiones que sea un residente el que realice de manera efectiva la anestesia en ausencia de un adjunto de presencia en el quirófano.
- Se ha coaccionado veladamente a los pacientes quirúrgicos para que acepten ser anestesiados por residentes: como ejemplo la Dra Guash ha informado a una paciente oncológica de mama que ante la falta de anestesiólogo en su quirófano solicitaba su aprobación para ser anestesiada por un residente o en su defecto la cirugía sería suspendida.
- En los registros documentales (HP-HIS) de quirófanos realizados por residentes en formación figuran anestesiólogos que no han estado en ese quirófano o que cubrían otra actividad lo que constituye una grave irregularidad con importantes implicaciones legales.
-El caos organizativo, lo errores de programación y la falta de personal se han intentado solucionar sobrecargando al personal de guardia, derivándolo a quirófanos programados y dejando al descubierto la cobertura de urgencias pediátricas (el anestesiólogo estaba pasando una consulta en otro edificio del complejo) o de cirugía cardíaca (sus posibles urgencias deberían cubrirse por la guardia general mientras se cubría un quirófano programado de cirugía cardíaca). Todas estas situaciones generan graves riesgos y deficiencias en la atención de los pacientes porque no se garantiza la atención urgente por el anestesiólogo especializado.
El modelo de jefatura de servicio de la Dra Emilia Guash Arévalo se ha basado en el ejercicio en solitario de su autoridad, en la imposición arbitraria de sus decisiones y en la fiscalización diaria y desconfianza hacia nuestro trabajo. La pésima distribución y gestión de recursos y su modelo de cobertura de áreas de trabajo sacrifica de manera inaceptable la seguridad de nuestros pacientes dejando sin cubrir quirófanos, áreas de recuperación postanestésica, consultas, interconsultas o directamente sustituyendo profesionales cualificados y con experiencia por residentes en formación sin una adecuada tutela. Todo ello ha generado un ambiente de trabajo irrespirable, con el personal sobrecargado, desmoralizado y una sensación general de stress, abatimiento y desesperanza que afectará a corto plazo a la salud laboral de los trabajadores.
Por todo lo anteriormente expuesto, los abajo firmantes, SOLICITAMOS la revocación inmediata de la jefatura de servicio de la Dra Emilia Guash Arévalo, como paso indispensable para la regeneración de nuestro servicio.
El servicio de Anestesiología necesita un modelo de jefatura de servicio basado en el liderazgo, que gestione y coordine equipos, que promocione nuestras capacidades profesionales y que restaure un ambiente de trabajo agradable y colaborativo. Sólo así conseguiremos avanzar y ofrecer la mejor atención y seguridad a nuestros pacientes y colocar al CAUSA en el lugar que se merece como hospital de referencia también en el bloque quirúrgico.
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