Café Quijano sobre Salamanca: «Se merece como mínimo una sinfonía, algo grande, algo potente»

Sus boleros y su elegancia los han llevado a conseguir diferentes nominaciones, ganar premios y realizar colaboraciones con artistas muy presentes en el panorama musical. En 1998 presentaron su primer disco bajo el mismo nombre del grupo 'Café Quijano'. En él destacaban los boleros y desde sus comienzos demostraron que su directo es espectacular: tres voces que cobran importancia en el escenario y con ellos una banda repleta de instrumentistas que interpretan a la perfección música latina y boleros únicos.

Raúl Quijano, músico y vocal del grupo, cuenta qué resultado espera tener la banda con su nuevo lanzamiento, «queremos seguir con la línea de lo que hemos hecho en toda nuestra carrera discográfica, que no es otra cosa que grabar lo que mejor sale de nosotros, queremos que las canciones lleguen hasta donde la gente quiera escucharlas».

Los tres hermanos guardan grandes recuerdos en Estados Unidos y de esta manera quieren rendirle un homenaje a los buenos amigos que tienen allí, «algunos fines de semana nos desplazábamos a Manhattan, hemos pasado muy buenos ratos allí con muy buena gente. Además, el nombre suena muy internacional y es fácil de recordar».

«Quisimos recuperar además del sonido, el estilo en la composición y en la estética de las canciones. También un poco la parte filosófica en cuanto al mensaje y esa forma de componer que tantas alegrías nos dio 'La taberna del buda'».

El secreto del éxito de Café Quijano está en la composición de sus letras y en las sensaciones que producen al escucharlas. «Las letras son pequeños cortometrajes y lo que intentamos es escribir todo aquello que nos llama la atención, dedicar unas líneas a describir un personaje o una situación que nos haya llamado la atención. Puede ser muy variopinta, puede ser algo que nos han contado, algo que hemos vivido en primera persona o algo que hemos soñado».

El grupo guarda mucho cariño a la familia que han hecho en Estados Unidos, por eso, su single 'La Jamaica' esconde una historia real detrás. «Trata de una reunión en casa de un buen amigo en la ciudad de Miami. Él es muy sociable y le encanta recibir gente en casa: pintores, escritores, todo tipo de gente relacionada con la cultura y en una ocasión había una chica que nos llamó la atención y era jamaicana», comenta Raúl.

Café Quijano ha visitado la ciudad charra en numerosas ocasiones, «pienso que leoneses y salmantinos tenemos mucho en común y cada vez que venimos ya sea a tocar como a visitar a amigos, nos sentimos como en casa».

Este sábado 28 de enero, a las 21:00 horas, los tres hermanos vuelven a su segunda casa, con el aforo del CAEM completo. El Centro de Artes Escénicas y de la Música tiene una capacidad para 1.218 espectadores en la gran sala, por lo que el grupo dice sentirse «estamos encantadísimos». «La industria de la música es muy complicada y llenar un sitio es muy difícil, nos sentimos felices y con mucha satisfacción. En esta gira están todos los aforos completos. Nuestros primeros conciertos en Murcia, Valencia, Vigo y Santiago de Compostela, se han llenado», continúa Raúl.

El primer contacto de la banda con el público es en un local de la ciudad de León del que son propietarios y además ponen su nombre a una de sus canciones más conocidas, 'La Lola'. Después de más de 20 años dedicados a la música, Café Quijano ha tocado en todo tipo de escenarios y reconocen que, «cada lugar tiene su magia». «Hemos tocado muchísimo en pabellones, plazas de toros, campos de fútbol, plazas abiertas en fiestas patronales donde hay muchas personas, entre 20.000 y 40.000. Y tal vez tocar en sitios más recogidos es más íntimo, más cálido y el repertorio que utilizamos al principio es más acústico, con guitarra, contrabajo y percusión».

Salamanca se prepara para disfrutar de ese sonido tan único y característico de Café Quijano. «Comenzamos con boleros y acústicos y tocamos nuestras canciones más conocidas. Estamos muy orgullosos de mirar al público y ver a niños con sus padres y a esos padres con sus padres, sentimos que nuestra música llega a generaciones muy diferentes».

Raúl Quijano afirma que si la banda compusiera una canción para Salamanca se merecería como mínimo «una sinfonía, algo grande, algo potente». Cada vez que visitan la capital charra se sienten como en casa, «tenemos muchos amigos salmantinos y allí encontramos una parte muy emocional, nos reencontramos con la familia que hemos elegido». Este concierto es muy especial para la banda y esperan encontrar un público dispuesto a darlo todo, a disfrutar de su nueva música y a emocionarse con sus orígenes en Manhattan.