Castaño llama «provinciano» al alcalde de Salamanca y le acusa de hacer peligrar inversiones millonarias
El destituido concejal de Turismo critica que García Carbayo haya alentado la chanza y la broma sobre «las vestimentas raras de los jeques»
«Sacadme con el cartel de Ciudadanos detrás que dentro de poco igual no hay ya ni rastro». Esa frase pronunciada de manera jocosa por Fernando Castaño antes de iniciar su rueda de prensa tras la decisión unánime de todos los grupos del Ayuntamiento de crear una comisión de investigación sobre el denominado congreso de los jeques, hacía sospechar que el hasta ahora concejal de Turismo de Salamanca iba a soltar alguna bomba informativa.
Pero cuando se podía intuir que podría anunciar su decisión de entregar su acta de concejal, en cuanto se puso hablar, pronto dejó claro que no arroja la toalla y que dispara con munición de alto calibre. Tanto que no tuvo problemas en tirar directamente al alcalde y asegurar que Carlos García Carbayo es un «provinciano» y culparle de «poner en peligro inversiones multimillonarias en la ciudad».
Fernando Castaño, que recordó que volvía a la sala de prensa de los grupos políticos,«como cuando empezamos en 2015», y no hablaba en el noble salón de recepciones; afirmó que nadie le había explicado el porqué había sido cesado de sus funciones en el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Salamanca.
Inmediatamente después inició su ataque al alcalde leyendo, «tal cual», unas declaraciones de García Carbayo en una emisora de radio en las que aseguraba que mostraba su preocupación «desde que aparecen cosas raras en la ciudad… Proyectos fantasiosos y personas con vestimentas raras que podría asimilarse a jeques…, o no. Hablando de inversiones que ya veremos si se hacen o no, pero que las dudas se han ido despejando por desgracia en sentido negativo».
Tras esta reflexión atribuida al alcalde, aseguró que comparecía ante los medios para aportar algo de luz sobre el asunto, y comenzó afirmando que hay preguntarse porqué hace 50 años se hablaba de que iba a venir a Salamanca «la Renault y la Micehlín» y no llegaron nunca, y lo comparó con la situación que se vive ahora tras la celebración del congreso Peace City World. «Se va a perder una oportunidad de inversión real en la ciudad por unas vestimentas raras», enfatizó Castaño.
«Alguien va a cuestionar a las 200 empresas que vinieron a ese congreso, a los 300 altos directivos de empresas súper importantes, a representantes de embajadas y embajadores como el de Malasia o Bali…, a representantes de la empresa de gestión logística del mundo, con sede en Dubai, de importantes farmacéuticas, de empresas de contenedores, de inversores incluidos en la lista Forbes.., y todo se va a ir al garete porque han venido unos señores con vestimentas raras», lamentaba Castaño, que enseñó a los medios un listado con los nombre de la mayor parte de las personas que llegaron a Salamanca.
Callado mucho tiempo
El ya destituido concejal de Turismo afirmó que había estado callado mucho tiempo escuchando como «el aleteo de una mariposa había generado un terremoto en base a chanzas, bromas y comentarios no contrastados sobre la falsedad de esto o aquello», señaló. Castaño aseguró que en el congreso lo que se había hecho era un boceto un simple esbozo de «un proyecto en el que se recogerán después las posibilidades de disponibilidad de suelo para su desarrollo, incluido lo del teleférico…, se ha hablado hasta de ciudades verdes y sostenibles. Pero claro si te vas nada más inaugurarse el congreso y no escuchas a los ponentes y sus ideas, pues pasa lo que pasa, chanza y cachondeo desde la ignorancia».
Fue entonces cuando inició su ataque contra el alcalde asegurando que «hay que ser provinciano para decir que cómo van a llegar miles de millones de inversión a Salamanca, que eso es imposible. Le vas a decir tú a la principal empresa de contenedores de mercancías del mundo que no puede invertir en Salamanca. Pues que se vaya a Badajoz y se nos quede cara de tontos a todos».
Los inversores de Arabia Saudí han manifestado en la prensa de su país que han visitado Salamanca, que les interesa invertir y que «han metido dinero, porque confiaron en el alcalde. Y ahora el que mas pone en peligro una futura inversión a Salamanca es el alcalde. No les afectan tanto las chanzas que se han mostrado como la cara de tontos que se les queda habiendo metido dinero y que ahora no sean bien recibidos. Y hablo de inversores, no del Peace City World», remató el edil naranja.
También admitió, que se sentía atrapado en una pinza entre PP y PSOE y advirtió a los representante de ambos partidos que «si el día de mañana nos encontramos con que estas inversiones se van a otra ciudad» se les debería «caer la cara de vergüenza». «A mí me han triturado, pero sigo firme en mis creencias», sentenció, al tiempo que aseguraba que el no tuvo nada que ver en el proceso de contratación de su amigo José María Fuentes como asesor y no quiso valorar si creía que su partido debía romper con el PP en el equipo de Gobierno municipal.
