Los clubes de piragüismo piden el arreglo del monolito dedicado a Heraclio Carreño
Se ponen en contacto con el Ayuntamiento para adecentar el monolito del paseo fluvial dedicado al piragüista salmantino muerto en 1971 tras volcar en la presa del Marín
F. Oliva
Miércoles, 22 de febrero 2023, 18:01
Los clubes de piragüismo de la ciudad han solicitado al Ayuntamiento de Salamanca el arreglo del monolito dedicado al Heraclio Carreño, un mítico piragüista de los años 70 del pasado siglo fallecido en un trágico ahogamiento en el Tormes mientras practicaba su deporte. El monumento que se le erigió en su día no pasa por su mejor momento, con la insripción dedicada al deportista oscurecida.
Los tres clubes de la ciudad han iniciado ya los contactos con el consistorio para pedir que se limpie el monumento, levantado en su día por suscripción popular y que mantienen los servicios municipales. Se encuentra en un punto del paseo fluvial, casi bajo el puente Felipe VI. Es visible desde el río y los piragüistas salmantinos han observado su deterioro progresivo tras el arreglo que se hizo hace unos años.
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El piragüista salmantino que fue leyenda y su destartalado monumento
El monolito fue inaugurado el 10 de junio de 1973. Aquel día se estrenó la tradición de la regata de San Juan de Sahagún que es un evento fijo en las fiestas del patrón de verano. El monumento se levantó por suscripción popular y fue obra de Sánchez Cruz. Consiste en un sencillo totem de granito que ha ido perdiendo su lustre a lo largo de los años, aunque en ocasiones recibe mantenimiento.
Originalmente contaba con un relieve de bronce de un piragüista con los remos en alto en señal de triunfo. Está coronado con tres aros olímpicos en lugar de los cinco habituales y se completa con el grabado de un poema de Ricardo Rasueros en honor de Heraclio Carreño.
El relieve de bronce se perdió, conserva los característicos tres aros olímpicos y el grabado, que se encuentra en muy mal estado, con partes totalmente borradas o muy deterioradas, imposibles de leer sobre la piedra que se ha oscurecido. Los clubes creen que con un sencillo mantenimiento luciría mucho mejor para recordar lo ocurrido.
La historia detrás del monolito
El piragüista Heraclio Carreño murió mientras entrenaba en el río Tormes el día 6 de junio de 1971. La revista 'Aguas vivas', boletín de la federación de piragüismo, dedicó en su día al suceso un reportaje firmado por Vicente Rasueros, activo piragüista de Salamanca, en el que relataba lo ocurrido.
Carreño y varios compañeros habían salido aquel día a palear al Tormes, que entonces contaba con varias pequeñas presas que complicaban la singladura. En la que había en El Marín, Carreño y su compañero de embarcación, Carmelo, se lanzan por delante.
«Carmelo pudo salir no sabe cómo, arrastrado por la corriente. El cuerpo de Heraclio tardó nueve días en aparecer»
«Yo espero a mis predecesores, no obstante, para que me indiquen si por allí hay algún obstáculo, pero... no se ve salir la embarcación río abajo; nos apeamos rápidamente en la orilla, descendemos la presa por tierra y cuál es nuestro asombro -pues no hemos apartado ni un solo instante los ojos de aquel lugar- cuando no vemos absolutamente nada más que agua y agua, ni la K-2, ni a sus tripulantes; Carmelo pudo salir no sabe cómo, arrastrado por la corriente. Hacia dos días, Ana Coro le había regalado en la pedida un reloj; cómo estaría para al soltársele la cadena de seguridad, dar un golpe de muñeca para que saliera totalmente de su mano», recuerda el relato. El cuerpo de Heraclio tardó nueve días en aparecer«, termina.
Su tragedia instauró una fecha importante para los piragüistas de la ciudad e inspiró un monolito que aguanta destartalado el paso del tiempo en las orillas del Tormes.