Salamanca

Condenado por amenazar con una escopeta cargada y agredir a una compañera de trabajo y a sus padres

Es precisamente este mes, hace ahora algo más de un año, cuando el acusado comienza a enviarle mensajes de forma insistente a la denunciante que decide cesar la relación de amistad tras sospechar que podría estar detrás de unas pintadas ofensivas vistas en diferentes partes de Salamanca. En ese intercambio de mensajes, él insiste en que hablaran y se vieran, declarándole en algunos mensajes su amor pese a la negativa de la denunciante.

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Ante la indiferencia de la denunciante, el acusado se persona en la casa de la que fuera su compañera de trabajo, -que vive con sus padres- y con una escopeta cargada, amenaza a la familia con el fin de que le permitieran hablar con él. Igualmente, obliga a la denunciante que atase con unas bridas las muñecas de su padre y después, es el propio acusado quien también amordaza a la víctima. En un momento dado, cuando el acusado trata de colocar mejor las bridas el padre, él consigue zafarse de ellas y comienza a forcejear con él. La denunciante y la madre de esta, se desprenden igualmente de las bridas y tratan de ayudar al padre pero son ambas golpeadas.

La denunciante consigue tirar la escopeta por la ventana y el padre, una vez ha reducido al acusado y tiene el control de la situación, le pide explicaciones de su actuación y le echa de la casa asegurándose que, además, abandonaba la localidad.

Por estos hechos, la Audiencia Provincial de Salamanca ha condenado al acusado a una multa diaria de seis euros durante tres meses, la prohibición de acercarse a la denunciante a una distancia de 300 metros por el delito de coacciones leves y la misma pena aplicada, además de a la denunciante, a sus padres, por cada uno de los tres delitos leves de lesiones. Además, a tres años de prisión por tres delitos de coacciones graves y un año y medio por un delito continuado de amenazas graves. Asimismo, ha sido absuelto a no poder probar los tres delitos de detención ilegal, delito de injurias -al no poder probar que las pintadas fueran obra de él- y un delito de acoso.