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Una de las nuevas gradas del Reina Sofía. Álex López

La conversión a estadio del Reina Sofía, 2,6 millones y una legislatura entera de tropiezos

Cuando al final de la temporada se pueda afrontar la ampliación del campo anexo se finalizará un proyecto que en realidad han sido varios y en varios intentos para tener un estadio en Salamanca

Félix Oliva

Salamanca

Sábado, 22 de octubre 2022, 20:16

Una legislatura entera. Es lo que va a llevar la conversión del campo de fútbol del Reina Sofía en un pequeño estadio y ciudad deportiva. Un proyecto (en realidad dos) que ha requerido de dos intentos, que ha sufrido varios tropiezos, todo tipo de complicaciones y que arroja un coste final de cerca de 2,6 millones de euros, sin contar lo que costó remozarlo en su día.

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Su ejecución se va a demorar casi cuatro años. El proyecto arrancó en abril de 2019 y hasta que no termine esta temporada 2022/2023 no se completará la última de las varias fases que han sido necesarias.

Terminado a partir de mayo

El Ayuntamiento de Salamanca comenzará las obras para convertir los actuales campos anexos de fútbol 7 del Reina Sofía en campos de fútbol 11 entre marzo y abril después de acordar esta fecha a petición de los clubes implicados Unionistas de Salamanca CF y Real Salamanca Monterrey CB con el objetivo de que no se vea interrumpida su actividad. Estos trabajos previos permitirán que, una vez finalizada la temporada a mediados del mes de mayo, se realice la conexión del césped existente con el nuevo sin que se interfiera en los entrenamientos y las competiciones de ambos clubes.

El proyecto arrancó a finales de abril de 2019. La legislatura estaba terminando mientras se acercaban las elecciones y el consistorio ponía sobre la mesa un proyecto nuevo para reformar el Reina Sofía y convertirlo en la casa de Unionistas, que lo compartiría con su inquilino habitual, el Real Monterrey. El nuevo proyecto sustituía al desestimado en su día para construir un campo en una parcela entre carreteras en El Zurguén, y empezaba a sumar costes: el nuevo diseño costaba 17.000 euros que se sumaban a los 20.000 del que se desestimó.

Primera adjudicación

El primer proyecto contemplaba un presupuesto de 1,2 millones de euros, pero sobre la marcha se decidió incorporarle algunos extras: ampliar las gradas hasta casi 5.000 espectadores, edificios de vestuarios y un campo anexo, 40.000 euros para una red, otros más de 40.000 euros para bancos, tanquillas y equipamiento de los seis vestuarios previstos y 150.000 euros en asientos de plástico para las gradas, además de dos videomarcadores.

En diciembre de 2019 se adjudicaba por casi 1,5 millones de euros con esos extras.

Accesos y vallas

Desde el principio se había puesto de manifiesto el problema con los accesos. Un proyecto de 96.000 euros lanzado en julio de 2021 incluye el vallado y barandillas para solucionar este problema en un campo que ya tiene mucha afluencia.

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Problemas con las obras

Para entonces, las obras empiezan a dar problemas. Los trabajos no progresan porque la constructora que se queda el contrato no avanza conforme a lo previsto. Se le da una primera advertencia, pero finalmente hay que romper el contrato y volver a licitar.

Segunda adjudicación

En septiembre de 2021 se vuelve a adjuciar un contrato para finalizar la ejecución de las obras previstas. Incluye todo lo previsto y algunas mejoras y se eleva hasta los 1.822.000 euros de coste para las arcas municipales. Incluye mejoras en equipamientos e iluminación.

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Hierba natural

El retraso en las obras causa algunos problemas a Unionistas, que empieza a competir en Primera RFEF, lo que supone un nuevo contratiempo. Las reglas de la competición obligan a disputar los partidos sobre hierba natural y el campo principal del Reina Sofía es artificial, superficie que se instaló cuando se hizo la anterior reforma del campo. La exigencia del cambio campo de césped natural se conoce, pero se tarda en actuar y se convierte en un conflicto entre el club, que lo necesita, y el ayuntamiento, que no lo contempla en sus planes.

El club insiste y, tras una tensa negociación, se alcanza una solución: el club pagará el cambio. Recauda fondos entre su masa social para pagar los 300.000 euros estimados del coste. El club asume el contrato y el coste de mantenimiento el primer año.

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Nuevo anexo

Esta factura la asume uno de los clubes, pero no es la última. Al poner hierba natural, hay que reducir la intensidad del uso del campo principal: el césped natural no aguantaría el 'trote' del uso de cantera, partidos, entrenamientos... Hay que reservarlo y eso obliga a buscar una alternativa.

La solución es ampliar el campo anexo, ya construido, lo que obligará a derribar parte de lo hecho. Su coste es de casi 390.000 euros adicionales y es necesario solicitar el uso de algunas franjas a la Diputación, ya que se entra en terrenos de su propiedad, algunos destinados a viales.

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