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Desde hace años las asociaciones de vecinos de la ciudad reivindican más presencia de la Policía Local en las calles, con un servicio de proximidad. Una policía de barrio con agentes de referencia que conozcan en profundidad las distintas zonas y sus problemas. El objetivo es generar una relación de cercanía y confianza que permita avanzar en mejoras.
Sin embargo, la puesta en marcha de la llamada Policía en el Barrio ha pillado a casi todos los colectivos vecinales por sorpresa, con más incógnitas que información sobre su funcionamiento. Las fechas elegidas para su puesta en marcha, además, han despertado toda clase de suspicacias acerca de si se presenta como arma electoralista más que como herramienta para aumentar la seguridad.
Una de las cuestiones que más ha molestado a casi todas las organizaciones ha sido que, una vez más, el Ayuntamiento de Salamanca no ha contado con la participación ciudadana. No se ha preguntado a las asociaciones que tanto han solicitado un servicio de este tipo por sus expectativas sobre el mismo, ni sus ideas o sugerencias para que pueda realizar un buen trabajo.
No les han pedido opinión y ni siquiera les han presentado el proyecto de forma previa. Se han enterado por la prensa. Y no ha sido por falta de oportunidades para contárselo. Recuerdan que se han celebrado en fechas previas los consejos zonales, con escaso contenido de interés real para algunas de ellas.
Desde FEVESA califican como «propaganda» a esta Policía en el Barrio porque entienden que «la idea es buena, pero tal y como se ha planteado resulta nefasta». Afirman que si les hubieran consultado, las asociaciones habrían aconsejado sobre la forma de darle una verdadera utilidad y no como ahora, que «se queda en la foto».
La federación vecinal recuerda que hubo hace muchos años un servicio de proximidad del Cuerpo Nacional de Policía que tuvo muy buenos resultados. Aunque los dos cuerpos policiales tienen funciones diferentes, de aquella experiencia aprendieron que parte del éxito se debía a que «se generaba un vínculo entre el barrio y el agente que tenía asignada la zona».
Como era habitual encontrarle por las calles, los vecinos lo sentían como uno más y había una comunicación muy fluida. Además, con esa fórmula también se ganaba en agilidad porque el policía conocía bien la zona, lo que estaba pasando y no había que ponerle en antecedentes cada vez que hablaban. Era tal la cercanía que no era extraño que el agente fuera invitado por la asociación a su comida de Navidad en agradecimiento, recuerdan como anécdota.
Nada tiene que ver con este servicio en que dos patrullas van a visitar los barrios dos veces al mes y ni siquiera se han intentado acercar a las asociaciones. «En general no es que tengamos una mala comunicación con el Ayuntamiento, pero lo suyo era haberlo hablado antes de que lo pusieran en marcha», lamentan.
FEVESA desea que la Policía en el Barrio se organice de otro modo para poder cumplir con la reivindicación que llevan tanto tiempo planteando los colectivos vecinales. «Esperemos que lo mejoren en el futuro o no tendrá una utilidad real», sentencian.
A título individual, las asociaciones tienen opiniones muy variadas. Algunas de satisfacción. Las menos. Pero la mayoría son mucho más críticas con respecto a distintos aspectos de este servicio. Además, no todos los barrios sufren el mismo tipo de conflictos en sus calles y por ello su percepción es muy diferente y se fijan en aspectos que otros no se plantean.
En cualquier caso, el modelo de «oficina de quejas ambulante» se queda muy corto para lo que la mayoría de estos colectivos esperaban. Quieren explicaciones sobre cómo se van a gestionar esos datos. Algunos van más allá y se preguntan si los propios agentes creerán que este servicio va a suponer una mejora para la ciudad, cuando faltan agentes por las noches y tienen otras tareas más importantes que realizar.
Además, entienden que ya hay otros canales para presentar quejas. Este servicio tenía que servir para mucho más y resultar más activo y de calle que de espera y burocracia.
En barrios en los que se produce menudeo, venta de estupefacientes u otros problemas de seguridad, las asociaciones son bastante escépticas respecto a su éxito. Dudan que la presencia de la Policía en el Barrio vaya a servir para recibir denuncias de los ciudadanos sobre estos u otros problemas. Acercarse a la furgoneta policial puede poner al vecino en el punto de mira de quienes no cumplen las normas.
Y mientras unos piden intimidad a la hora de situar el furgón policial, en el polo opuesto se encuentran colectivos que piden que este se instale en las vías de más paso para que sea más visible y facilitar el acceso a los vecinos.
En definitiva, incluso las organizaciones vecinales más entusiastas con el establecimiento de la Policía en el Barrio tienen algún «pero» hacia el modelo elegido y en ocasiones reconocen tener más preguntas que respuestas. Eso sí, a todas les gustaría que funcione.
«La idea es buena, pero hay que darle una vuelta para mejorarlo. Si queremos una policía de barrio no puede venir solo dos veces al mes. Ahora es como los puntos limpios móviles, que te tienes que acordar, te tiene que cuadrar o no puedes esperar a que vengan. Y un furgón no da intimidad».
«Es una iniciativa electoralista y no han tenido en cuenta a las asociaciones de vecinos. Queremos policía de barrio, no Policía en el Barrio. Ese es el verdadero servicio demandado. La policía tendría que estar patrullando y no poner una oficina de quejas y reclamaciones».
«Este proyecto se llama elecciones. Te atienden dos agentes en prácticas muy amables pero que no tienen ni idea. Y vienen de 12 a 14 horas a un barrio dormitorio, cuando no hay nadie. Solo he visto ir a dos señoras de Chamberí y una de Aldeatejada».
«Es una buena iniciativa que la gente vea que hay seguridad en los barrios y se acerque a transmitir sus quejas, pero deben estar en un lugar más visible, con flujo de público como ya les he transmitido desde la asociación».
«Nos avisaron de que venían el día anterior a las 20.30 horas, por lo que casi ni pudimos trasladarlo a los vecinos. Muchos se han extrañado al verlos porque no nunca vemos a la policía por aquí. Para que sea policía de barrio necesitamos un agente como referente que conozca la zona, así no lo es».
«A los barrios pequeños nos tienen agrupados por cuestiones prácticas, desde la asociación hemos presentado nuestra queja porque la ubicación estaba lejos para nuestros vecinos, enseguida nos dijeron que para arreglarlo vendrán una vez a Ciudad Jardín y otra a la Chinchibarra».
«Venir dos veces al mes es una manera de no hacer nada, pero lo lanzan en precampaña. Lo suyo es tener policía patrullando todos los días, que conozcan el barrio. Y no creo que los vecinos vayan a ir allí a denunciar ciertas cosas por miedo a los delincuentes».
«Pasa igual que con la biblioteca, se anuncia en fecha electoralista. No nos han informado de en qué consiste, no entendemos la función. Una cosa es la policía de barrio y otra lo que están haciendo. Servirá para que los coches pasen despacio pensando que nos han puesto un control, no para otra cosa».
«Las asociaciones llevamos muchos años reclamando ese servicio de la Policía. Es fundamental que los vecinos vean que los agentes no solo ponen sanciones cuando haces algo mal con el coche, sino que también pueden aconsejar y que están para ayudar»
«En este barrio, como en otros, si te acercas a la Policía eres un chivato, no va a funcionar. Esta es una zona tranquila pero si alguna vez tengo que contar algo prefiero ir a comisaría, y no a un furgón con gente mirando. Nos hemos enterado por la prensa».
«Que publiquen con antelación fecha, hora y lugar donde van a venir o que no se molesten. En esta zona esta zona todo está controlado y no hay problemas, pero está bien que se les vea y haya conciencia de que están ahí. El momento de la puesta en marcha parece sospechoso».
«Este servicio ya se planteó con el anterior jefe de Policía y parece que la intención es que perdure, aunque mejorado respecto a lo que se ha puesto en marcha. Lo que sí parece oportunismo electoralista es sacarlo ahora cuando ya se estaba pensando desde antes».
«Nosotros nos hemos enterado por la prensa. Es una buena idea, pero no sabemos lo que tienen previsto hacer y es de lo que nos quejamos. Antes venían por la asociación y teníamos buena comunicación. Nos gustaría que volviera a ser así, pero no sabemos más».
«La iniciativa está muy bien. Es algo que nosotros solicitábamos. Ahora hay que ver con el tiempo si realmente se cumplen las expectativas. Quizá aún sea pronto para saberlo. Nuestra intención es hacer un sondeo entre nuestros socios para saber qué opinan sobre el tema».
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