Una factura de 66.000 euros para sacar la piscina de Garrido de la «precariedad»
Un cambio de contrato permite incluir el coste de la sustitución de los tres filtros del vaso grande, dos de los cuales han estado averiados con riesgo de tener que cerrar la instalación
Las comisiones informativas municipales de la nueva legislatura arrancan la semana entrante con el regreso de un asunto recurrente, las averías en las piscinas municipales. En este caso, se trata de una incidencia que ha mantenido bajo mínimos el funcionamiento, en situación de «precariedad» según informe municipal, ya que el sistema de filtrado tenía varios de sus elementos averiados con el consiguiente riesgo de un paro total de la instalación.
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El asunto va a la comisión de bienes y contratación, la que se ocupa de los servicios que se contratan con empresas concesionarias. En este caso, se trata del contrato firmado en 2014 para la gestión de las piscinas municipales, que hay que modificar para poder incluir un nuevo coste: el de reparar una de sus piscinas más importantes, la grande de Garrido.
La comisión tiene que analizar, y dará previsiblemente el sí, al cambio del contrato municipal de gestión de piscinas. El motivo es incluir el coste de la sustitución del sistema de filtros de depuración que da servicio al vaso grande de esta instalación municipal. La factura asciende a 66.440 euros y el motivo es que sufre averías desde hace casi dos años.
El cambio de contrato se ha precipitado con la avería sufrida a finales de 2022. El pasado día 13 de noviembre por causas desconocidas y ajenas a las tareas de mantenimiento, «el apoyo del filtro número 3 cedió originando la caída y rotura del filtro y de los colectores que forman parte del sistema de depuración de la piscina, provocando la salida incontrolada de agua y la inundación de la sala de máquinas hasta una altura aproximada de ochenta centímetros», según describe el informe municipal.
El sistema de filtrado del vaso grande está compuesto por tres filtros, pero es que uno de ellos, el número 1, ya se encontraba fuera de uso después de que en septiembre de 2021 también cedió su apoyo, sin llegar a tener graves consecuencias al ser detectado antes de que se produjera su colapso total.
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En la inspección detallada de este filtro, se observó que se encontraba deformado y agrietado, siendo inviable cualquier reparación destinada a ponerlo en uso nuevamente. Un avería que se produjo pocos años después de las intervenciones realizadas en 2017 para mejorar la instalación y que remiten al escándalo del caso piscinas, el asunto por el que el Ayuntamiento de Salamanca acabó reclamando 1,2 millones de euros a la anterior concesionaria por no haber ejecuado labores de mantenimiento obligadas; el daño se calculó en más de 6,6 millones de euros y obligó a un importante programa de inversiones y reformas.
Funcionando con un filtro de tres
Ahora, la situación de la piscina grande de Garrido se califica como de «precariedad» por las averías en su sistema de filtrado. Con dos de los filtros ya fuera de servicio, queda el tercero y último, con el que ha estado funcionando. Sin embargo, el hecho de que las dos otras unidades se hayan averiado de manera fortuita hace temer lo peor.
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El tercero y único funcionante «podría seguir el mismo patrón de los anteriores en cualquier momento, con la consecuencia última de que actualmente su rotura supondría la total paralización de los servicios prestados», explica un informe municipal. La modificación del contrato permitirá proceder a la sustitución de los tres filtros y a la reparación de los elementos dañados.
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