Garrido Contigo plantea expandir su huerto colectivo más allá de la Casa de la Juventud

Cuando se unen la vocación por dinamizar la vida del barrio más allá de cuatro paredes, la conciencia ambiental y el deseo de un aprovechamiento racional del espacio público pueden surgir iniciativas tan sabrosas como el huerto vecinal de la Casa de la Juventud.

La asociación de vecinos multicultural Garrido Contigo es quien lleva actualmente las riendas de este proyecto surgido en 2017 de la mano de la plataforma Garrido Se Mueve. Y que quiere ampliar miras creando nuevos huertos urbanos en ambos lados de la vía, terrenos que son municipales y que podrían usarse para proporcionar nuevos espacios para los vecinos que quieran sembrar sus cosechas.

El trabajo hasta llegar a su estado actual ha sido importante. El lugar que ahora ocupan toda clase de hortalizas, aromáticas, algunas flores y un manzano estaba lleno de escombros, basuras, electrodomésticos destartalados e incluso animales muertos. A pesar de tratarse de un recinto municipal, no se libraba de ser usado por personas incívicas como vertedero. Tampoco se limpiaba.

Una vez despejado el suelo, fue necesario acondicionarlo para albergar un huerto. Hubo que añadir tierra, pintar el muro para quitarle la imagen de abandono y empezar a trabajar. Los primeros años se cultivaba una superficie más pequeña que poco a poco se ha ido ampliando hasta llenar todo el rincón. El pequeño espacio que queda al fondo, en otro nivel, plantean destinarlo a la compostera cuando terminen de limpiarlo.

A partir de la pandemia Garrido Contigo se encargó de este huerto colectivo. La asociación desarrolla en él un taller para los niños en riesgo de exclusión que acuden a la Escuelita Vecinal. Además, les sirve para realizar en torno a él otras actividades de concienciación y creativas. Con botellas de refrescos los alumnos realizaron las macetas que adornan una valla cercana y el muro. También fueron los encargados de hacer los pequeños dibujos que decoran la pared, por ejemplo.

Pero no todo es tan sencillo siempre. Los desaprensivos no paran. Parte de la valla fue vandalizada. Arrancaron la puerta que cerraba el huerto. A veces siguen arrojando basuras. Faltan macetas recicladas que han sido arrancadas y destrozadas.

Para más dificultades, durante una obra en la Casa de la Juventud, el manzano fue tronchado por los operarios que trabajaban en la zona. Ahora el frutal se va recuperando porque la asociación no se rinde para que salga adelante. Y si la vida te da limones, haz una limonada. Retiran los residuos, reparan y siguen. La lámpara de pie que alguien lanzó desde la valla se ha convertido en tutor para las judías.

Entre tomates y pimientos de distintas clases, cebollas, coles, berzas, lombardas, judías, lechugas, melones, sandías, fresas, calabacines, pepinos, berenjenas y otras hortalizas, Mario, el coordinador del este huerto, explica que buscan la variedad antes que cantidad. Su función es mucho más educativa que productiva. De hecho él tiene en otra parte su huerto particular. Pero eso no significa que los participantes no disfruten de las cosechas. Hace dos semanas, por ejemplo, recogieron las patatas.

Algunas de las plantas que hay ahora están ya sólo para producir semillas, como las cebollas y las lechugas. Cultivan también numerosas aromáticas, como orégano, tomillo, perejil, hierbabuena, menta, albahaca y hierba luisa, entre otras. Tuvieron hasta girasoles, incluso.

El cambio de una cerradura tuvo a la asociación dos semanas sin llave para poder abrir el agua. Durante ese tiempo la única forma de regar fue a base de garrafas que llevaban desde casa. Algunas plantas sufrieron mucho con ello. A pesar de todo, casi todas resistieron.

Agosto es un mes de vacaciones y sin actividad para muchos colectivos. En la asociación el ritmo también es muy bajo, pero se mantienen activos para regar cada dos días. El huerto está mucho más activo durante el curso. Con él buscan renaturalizar el barrio y concienciar a los vecinos.

El proyecto no ha pasado inadvertido y recibió el pasado mes de julio uno de los galardones del primer Concurso de Balcones y Espacios Comunes Privados Verdes LIFE Vía de la Plata. En concreto recibieron el tercer premio en la categoría de entidades, comunidades y asociaciones, dotado con 100 euros.

Pero los objetivos que persigue Garrido Contigo con el huerto no se limitan al pequeño rincón del patio de la Casa de la Juventud en el que se encuentra. Si cuentan con manos suficientes, la idea es ampliar su radio de acción a otros espacios.

Desde hace tiempo tienen los ojos puestos en otras parcelas desaprovechadas muy cercanas. En concreto, en las situadas a ambos lados de la vía del tren. Durante años el Ayuntamiento de Salamanca les decía que ese espacio pertenecía a Adif, pero finalmente se comprobó que es suelo municipal.

La asociación desea que sea renaturalizado y que los vecinos que lo deseen puedan hacer allí su pequeño huerto. De hecho, en una parte pegada a la tapia de la Casa de la Juventud ya se hicieron en algún momento mini huertos.

Pero hay mucho más espacio. En un contexto de cambio climático como el actual y en el que la ciudad necesita reverdecer para ser más resiliente Garrido Contigo aboga por que en ellos se planten también árboles y se creen zonas que fomenten la vida social vecinal.

El compromiso ambiental de la asociación es muy sólido. Desean que se haga un uso sostenible de todos los espacios del barrio y les preocupa mucho el estado de sus parques y jardines. Desde hace años realizan un seguimiento del arbolado. Localizan los alcorques vacíos y los espacios en los que se podrían plantar nuevos árboles y arbustos. Registran los lugares que necesitan mejora en las zonas verdes.

Enviaron al Ayuntamiento un listado concretando un centenar de huecos vacíos y otros tantos puntos en los que se podrían poner nuevos ejemplares. Gracias a su insistencia han conseguido tres plantaciones nuevas: en Calzada de Medina, en el parque de Würzburg y en Alfonso IX de León. Ahora vigilan su evolución porque consideran que no se lleva a cabo un mantenimiento regular y hay que insistir para que no se echen a perder.

Eso es lo que temen que pase con los más de 40 árboles que consiguieron que se repusieran en la plaza del Ahorro, entre las calles de los Tilos y Miguel de Unamuno. Una vez colocados nadie se ocupaba de su riego. A principios de agosto tuvieron que volver a pedir que se regasen.

Garrido Contigo hace hincapié en que tienen que estar dando avisos y reclamando una y otra vez porque cuando dan una queja «resuelven de aquella manera» y en poco tiempo vuelven a presentarse problemas.

Esto les supone un gran esfuerzo, porque su trabajo es voluntario y consideran que no es su labor tener que ejercer esa continua vigilancia. Pero lo hacen a pesar de todo porque «solo queremos lo mejor para el barrio», destacan.

En pocas semanas la asociación recuperará el ritmo habitual con el inicio de curso. El 23 de septiembre se celebra la Feria de Asociaciones en el barrio y son coordinadores de la misma junto a Navega, Ciujar y Avesal. Además, del 25 de septiembre al 1 de octubre son sus fiestas y ya están buscando voluntarios para organizar las actividades porque no tienen presupuesto para hacerlas de otro modo.

En octubre arrancarán también el resto de actividades y la Escuelita Vecinal. Será entonces cuando el intercambio de libros y de esquejes de plantas se reactive. El curso pasado, junto al colectivo El Volcán de Garrido y la Usal sacaron a la calle a cientos de vecinos con el programa de sensibilización ambiental Garrido Florece. Les gustaría seguir con iniciativas en esta línea porque entienden que hay mucho por hacer.

No les falta ilusión, es el momento de encontrar colaboraciones para gestar y desarrollar proyectos. Pero en su huerto tienen el ejemplo de que quien siembra, recoge.

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