Gasolina y diésel, en su precio más bajo en Salamanca desde que empezó la bonificación
Después de casi seis de descuento y semanas de bajadas, los carburantes estás más baratos que cuando se empezó a aplicar
Seis meses. Ese es el tiempo que han tardado los carburantes de automoción en regresar en Salamanca a los precios que había antes de que empezara a aplicarse la bonificación de 20 céntimos por litro, una medida tomada en su día para contener la subida de gasolina y diésel provocada por la invasiión de Ucrania. Ahora, repostar en las estaciones de servicio de la provincia cuesta más o menos lo mismo que antes de que empezara el descuento, un punto al que se ha llegado no sin pocoos altibajos.
Este jueves la sin plomo está por debajo de 1,7 euros/litro en la provincia y el diésel, que sigue por encima, ronda los 1,8 euros/litro... sin contar con la bonificación, con lo que los repostajes salen por ese precio, pero los consumidores pagan menos en caja.
Así que es ahora, seis meses después, cuando la medida está surtiendo un efecto de ahorro, aunque no conviene engañarse: los principales carburantes empezaron el año 2022 mucho más baratos, 1,36 e/l el diésel y 1,48 e/l el diésel. Están todavía unos 40 céntimos más caros, casi un 30%, y será difícil que esta diferencia se corrija antes de final de año.
Un efecto limitado
En vigor desde el 1 de abril, la medida logró frenar unos días la subida de precios, entre el final de marzo, cuando se desveló el descuento, y los primeros quince días de abril ya con la bonificación en marcha. Fue todo lo que duró su efecto.
Pocos días después, a mediados de abril, los precios de gasolina y diésel empezaron una imparable racha de subidas: a finales de mes la mitad de la bonificación había sido presa del encarecimiento de los carburantes y a finales de mayo los precios en los surtidores se habían 'comido' los 20 céntimos y empezaron a pasar cosas poco habituales.
Un tobogán de altos precios
Durante un tiempo, el diésel estuvo más caro que la sin plomo de 95 octanos: fue entre el 22 de marzo y el 11 de mayo, en el caso del precio medio en Salamanca. Después la gasolina más habitual disparó su precio en un carrera alcista que llevó el litro ampliamente por encima de los 2,1 euros/litro, mientras el gasóleo superaba los 2 euros/litro. Estuvieron así, por encima de ese nivel, todo el mes de junio y la mitad de julio, y a partir de ahí empezaron a caer.
A finales de julio se igualó de nuevo su precio y a partir de ahí el gasóleo tomó el relevo y empezó a subir con fuerza, volviéndose a poner más caro que la gasolina. Ambos volvieron a rozar los 1,9 euros litro, estuvieron así todo agosto y con septiembre empezaron a bajar.