Lo que la gripe ha traído de vuelta: desde mascarillas a botes de gel hidroalcohólico

Hasta hace apenas unos meses la mascarilla, el gel hidroalcohólico y otra serie de medidas preventivas se habían convertido en utensilios propios de otro tiempo del que era mejor no acordarse. El 4 de julio del pasado año se eliminaba la oblitatoriedad del último resquicio físico que nos recordaba a aquel fatídico 2020: la mascarilla en los centros de salud cuyo uso, pese a ser altamente recomendable, ya no era obligatorio.

El COVID-19 hizo que nos olvidáramos de que existen otro tipo de virus que se transmiten con la misma facilidad que el mismo y que las medidas de seguridad empleadas durante la pandemia del COVID también pueden ser útiles para evitar el contagio masivo de otros virus como, por ejemplo, la gripe. Pero el repunte de casos y el temor a un nuevo pico en los próximos meses nos lo han recordado.

Pocos son los comercios que a raíz del levantamiento de la obligatoriedad de las medidas de seguridad siguieron manteniendo el gel hidroalcohólico o el cartel en sus escaparates que anunciaba la obligatoriedad de llevar la mascarilla en su interior.

En un breve paseo por algunos de los comercios del centro de Salamanca podemos comprobar que lo que antes era habitual, tanto botes de gel hidroalchólico como los carteles anunciando la obligación de llevar mascarilla o el límite de aforo, ahora se trata de una «rara avis».

Ahora bien, ¿cuál es la realidad que existe en España actualmente en referencia a la epidemia de gripe?

La única diferencia real de la ola de gripe actual, en comparación con otras anteriores, es la tasa de hospitalización que sí que es mayor aunque, y esto es importante, no hay un exceso de mortalidad por encima de otras epidemias de gripe previas.

Lo cierto es que la gripe mata cada año a muchas personas y esa proporción aumenta, lógicamente, cuanto mayor es el porcentaje poblacional de los que no se vacunan.

El pasado miércoles,17 de enero, el presidente del colegio oficial de médicos salmantinos señalaba que el pico de infecciones en Salamanca ya está remitiendo y que, en el caso del hospital de Salamanca, no hay un problema «de atasco» en lo que a hospitalización por este virus se refiere.

Santa Cruz señalaba, además, que la vacunación es fundamental para la prevención del contagio.

La gripe se trata de una enfermedad vírica que posee una fuerte incidencia en los meses de otoño e invierno y no posee un tratamiento específico más allá de los medicamentos que alivian sus síntomas.

Se trata de un virus y, por tanto, su transmisión y contagio se producen a través del aire.

Algunos de los síntomas que presenta la gripe son la dificultad para respirar, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, cansancio, dolor muscular, congestión nasal o tos -generalmente seca-.

La gripe, sin embargo, puede causar enfermedad grave o incluso la muerte en grupos poblacionales vulnerables como niños o personas mayores y, por ello, se recomienda encarecidamente su vacunación.

Los botes de gel hidroalcohólico escondidos en escaparates o ver por la calle a personas con mascarilla se ha vuelto a convertir en parte de nuestra rutina pero, ¿el uso de ésta es realmente efectiva para evitar el contagio de la gripe? Sí, pero no es la única medida que se puede tomar para no contagiarnos; la OMS (Organización Mundial de la Salud) señala como medidas fundamentales lavarse las manos -bien- con asiduidad, evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca - ya que son las vías de entrada de los gérmenes a nuestro organismo- o evitar estar cerca de personas enfermas -ya que al tratarse de un virus es altamente contagioso y su propagación es más propensa en espacios llenos de gente-.

Así pues, tomar las medidas preventivas a las que nos acostumbramos durante la pandemia de Covid también nos permiten evitar el contagio de gripe. Pero, ante todo, vacunarse ya que, la vacunación, es la manera más efectiva de protegerse ante un posible contagio de gripe.

El pasado 8 de enero volvía la obligatoriedad de llevar mascarilla en los centros sanitarios de Castilla y León pero, esta nueva normativa, poco duró; diez días después de aprobarse, el 18 de enero, la consejería de Sanidad acordó su eliminación amparándose en el descenso de los datos de incidencia acumulada de las infecciones respiratorias agudas durante dos semanas consecutivas.

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