El Guardia Urbano de Salamanca cumple la tradición en un día de clásicos y solidaridad
Cerca de 180 vehículos clásicos han desfilado por la ciudad para llegar a la Plaza Mayor con el aguinaldo para las Hermanitas de los Pobres
La tradición solidaria del Guardia Urbano ha vuelto este domingo a Salamanca con un bonito desfile de vehículos históricos y clásicos que ha permitido rememorar los tiempos en los que la Plaza Mayor era un lugar de circulación de coches y motos. Eso dejó de ocurrir legalmente hace 50 años, pero cada diciembre se recupera la figura del guardia que dirigía el tráfico y se hace por una buena causa: ayudar a los que más lo necesitan.
Salamanca ha homenajeadeo en la mañana de este domingo la figura del Guardia Urbano en la vigésimo quinta edición de este acto, que recuerda la labor de estos profesionales entre los años 40 y 60 del siglo pasado, encargados de dirigir y regular el tráfico. Alrededor de 180 coches clásicos participaron en esta iniciativa con carácter solidario, en favor de las Hermanitas de los Pobres.
Joaquín Ramos, agente de la Policía Local desde hace 22 años, es el encargado de ponerse un uniforme con mucha historia
Uno de los grandes protagonistas, de hecho, la cita lleva su nombre, es el guardia urbano. Se trata de una figura de hace décadas y, como ocurre por ejemplo con los Reyes Magos en la cabalgata, es un salmantino quien lo encarna. Se trata de Joaquín Ramos, agente de la Policía Local desde hace 22 años, y que es el encargado de ponerse un uniforme con mucha historia. De hecho, es propiedad de la Jefatura de Tráfico y es el único que queda; el casco de 'orinal' está depositado en el Museo de Historia de la Automoción y sale solo este día cada año.
La caravana se ha reunido por la mañana y ha partido desde la avenida de María Auxiliadora. Los participantes han acudido con coches y motos clásicas, una muestra llamativa y cada vez de más nivel con vehículos realmente interesantes. Eso sí, aquí lo que cuenta es asombrar a los asistentes y ayudar, así que lo que más ha llamado la atención ha sido un grupo de Vespa, un Jeep militar, los Papanoeles en patinete eléctrico y algunos imponentes Packard, Cadillar o Chevrolet americanos.
Al frente de la comitiva, el alcalde Carlos García Carbayo, acompañado en otros coches por la teniente de alcalde Ana Suárez (en un bonito Sunbeam Alpine azul) y otros cargos.
El evento, organizado por la agrupación Automóvil Club de Salamanca, comenzó con una marcha por las calles de la ciudad, hasta llegar a la Plaza Mayor, donde asistentes y vecinos pueden entregar a las Hermanitas de los Pobres el antiguo aguinaldo de Navidad que se hacía a los guardias urbanos, además del dinero de las placas de los participantes. En esta ocasión, las monjas solicitaron café y galletas, pero cualquier donativo de comida no perecedera también fue bienvenido.