Los hortelanos de Salamanca piden un año de moratoria tras pasarse meses «sacando piedras»
Los primeros titulares de los huertos urbanos temen que se los quiten y acudirán en masa a renovar sus permisos; obligan al Ayuntamiento a convocar una reunión
El uso de los codiciados huertos urbanos de Salamanca y su posible cambio de manos ha puesto en guardia a los los hortelanos que se van a organizar para pedir una moratoria que les permita sacar sus primeras «buenas cosechas» en terrenos donde hasta ahora solo «hemos sacado piedras». Los usuarios van a solicitar al unísono renovar sus permisos, una moratoria de al menos un año y que se respeten sus derechos, lo que ha obligado al consistorio a convocar una reunión de urgencia este día 1 de marzo.
El detonante ha sido la decisión del Ayuntamiento de poner en marcha el proceso para renovar los derechos de uso ha despertado los recelos de los usuarios que los cultivan en la actualidad. Los primeros titulares de los huertos cumplen en abril sus dos primeros años de concesión y temen acabar perdiendo el uso de sus parcelas si se da entrada a nuevos titulares en este proceso de rotación de usuarios. Sobre el papel, los derechos de uso expiran al cumplirse los dos primeros años, momento en el que hay que solicitar prórroga o dejarlos libres, pero la realidad es que los hortelanos esperaban otro trato.
Este lunes por la tarde, un grupo nutrido de usuarios se ha reunido en los propios huertos para fijar una posición común. La cita se ha hecho a través del grupo que mantienen muchos de los titulares y han acudido unos 70. En la improvisada asamblea, una representante ha dado cuenta del resultado de la reunión mantenida hoy mismo con una funcionaria municipal de la concejalía de Medio Ambiente, responsable de los huertos urbanos.
El proceso de renovación es algo normal y previsto. Los huertos urbanos de Tejares, los primeros de la capital, fueron sorteados y adjudicados en marzo de 2021 y los hortelanos empezaron a trabajarlos en abril de aquel año. En su día, se estableció que las autorizaciones tuvieran una duración máxima de seis años, incluyendo todas las prórrogas posibles, siempre que existieran huertos vacantes y no hubiera lista de espera.
Fiebre por un huerto
Los primeros huertos urbanos de Salamanca fueron estrenados en abril de 2021 con un éxito inmediato. Los salmantinos cursaron cerca de 750 solicitudes para los 617 disponibles y se realizó un sorteo para repartirlos. Después, se construyeron otros 79 para elevar su cifra hasta casi 700 y atender la demanda.
Los huertos, de 45 metros cuadrados, se cultivan en régimen de concesión. Una autorización da derecho a plantar y disfrutar de lo que produzca el terreno. Hay que pagar 50 euros de fianza y otros 50 euros por cada ejercicio, además del consumo de agua.
El consistorio maneja una lista de personas que quieren un huerto y, pasados los dos primeros años, quiere proceder a dar paso a nuevos usuarios. Por eso, se ha puesto en marcha el proceso de prórroga. Desde el pasado 17 de febrero y hasta el 10 de marzo los titulares actuales pueden solicitar la prórroga automática del huerto por un año. Y los nuevos demandantes están en lista de espera para ocupar los 79 nuevos creados, además de los que queden libres por renuncias.
Quieren un año más de permiso
Los hortelanos que estrenaron los huertos temen que, si la lista de espera es grande, eso suponga la expulsión de muchos de ellos. Para evitarlo, han decidido pedir de manera masiva la prórroga prevista de un año y esperan explicaciones por parte del consistorio. Aunque van a acudir a la fórmula prevista para renovar sus huertos, consideran que el consistorio debería ofrecerles automáticamente un año de moratoria y es lo que van a pedir.
Se escudan en las condiciones en las que encontraron los huertos cuando accedieron a ellos en abril de 2021, aunque después tuvieron que hacer un curso. Según han denunciado muchos de los usuarios en la asamblea informal de este lunes, el terreno estaba lleno de piedras y la tierra no estaba preparada, con lo que hubo que trabajar mucho para dejar las parcelas en condiciones de cultivo. De hecho, el primer concurso de productos de los huertos se falló el pasado mes de septiembre de 2022, aunque antes ya se había dado cosecha.
Los hortelanos se quejan de que recibieron los huertos llenos de piedras y les costó acondicionarlos buena parte de estos dos primeros años de concesión
Según la queja generalizada, eso retrasó el momento en el que los huertos empezaron a ser operativos y ahora se encuentran con que se pueden quedar sin ellos cuando empiezan a dar sus primeras «buenas cosechas»; en concreto, esperan ahora la de invierno, ajos, cebollas o guisantes.
Los hortelanos que estrenaron el gigantesco parque de huertos urbanos no están dispuestos a perder el uso y exigen al consistorio que respete sus derechos. Acusan al ayuntamiento de no haber desarrollado los órganos de participación previstos, donde se hubiera podido escuchar a los usuarios, y de que la regulación prevista es ambigua en cuanto a la duración de las concesiones. Por eso, parecen dispuestos a dar la batalla para no perder sus sembrados.