La hostelería salmantina, con avisos, normativa y consejos para evitar incendios como el de Madrid

El reciente incendio en el restaurante italiano Burro Canaglia Bar&Resto, en la plaza de Manuel Becerra de Madrid, grave incidente que dejó dos fallecidos y doce heridos, ha puesto en alerta a la autoridades y a todos los dueños de establecimientos de la restauración en toda España. La decoración de vegetación artificial que recorría las paredes del establecimiento y que en cuestión de segundos ardió como si se tratara de una bola de fuego, convirtió el local en una ratonera para empleados, clientes y comensales.

En Salamanca, toda la hostelería debe cumplir al respecto la ordenanza que data de 1995 y también tiene avisos y recomendaciones realizadas por diferentes organismos para tratar de poner todas las precauciones posibles para que no se den este tipo de incidentes.

Eso sí, a partir de estas ordenanzas, recomendaciones y tras pasar la visita de inspectores para poder abrir los respectivos locales, deben ser los dueños/responsables de los negocios los que pongan todo de su parte -y a veces no siempre es suficiente porque los accidentes pueden llegar por múltiples motivos- para tratar de evitarlos. Así, como señalaba una fuente consultada por este medio, un establecimiento puede cumplir toda la normativa, tanto en apertura como a lo largo el año, pero en un momento puntual se pueden cometer imprudencias que se pueden pagar caras -una decoración excesiva o inapropiada por ejemplo con motivo de Halloween-.

Todas las empresas que decidan abrir un negocio relacionado con la hostelería en Salamanca deben pagar la tasa por Licencia de Obra y otra Ambiental, en este último caso tendente a verificar si los establecimientos industriales o mercantiles reúnen las condiciones de tranquilidad, sanidad y salubridad. Además, también se realiza una declaración responsable, que en este caso debe ser una memoria técnica de obras que incluirá la justificación del cumplimiento de la Ordenanza municipal, las normas urbanísticas, diseño y accesibilidad, y garantía de no afección a la seguridad estructural del inmueble, plano de situación de la actuación (Escala mínima 1:500), planos de estado actual y reformado de la actuación (escala 1:50 y acotado) en plantas, secciones y alzados (en su caso); y en el caso de ser en el interior, tales como la sustitución, renovación o reparación de revestimientos, alicatados, pavimentos, falsos techos, carpintería interior, fontanería, instalaciones eléctricas, enlucidos y pinturas. Estas obras no deben implicar modificación de la tabiquería existente ni de los elementos comunes del edificio, especialmente la estructura, conductos e instalaciones generales.

Y todas esas sociedades que deseen abrir un restaurante en Salamanca deben cumplir la ordenanza del Ayuntamiento de la capital reguladora de las condiciones higiénico-sanitarias y protección de consumidores en establecimientos donde se consumen comidas y bebidas, una norma que sigue vigente desde el año 1995.

La misma, tiene como objeto establecer las condiciones higiénico-sanitarias que deben observar los establecimientos que sirvan comidas y bebidas y proteger los derechos de los consumidores y usuarios de tales servicios, y afectan a todos los establecimientos, públicos o privados, instalados dentro del término municipal de Salamanca. Y ahí vienen contemplados desde bares, cafeterías, restaurantes y demás establecimientos del sector hostelero dedicados al servicio de comidas y/o bebidas con denominaciones tales como cervecerías, tabernas, mesones, hamburgueserías, pubs, pizzerías, etc.,

Además, desde el Consistorio se pone especial énfasis a la hora de otorgar una licencia de hostelería, que los establecimientos carezcan de elementos que pudieran ser inflamables y puedan comprometer la seguridad.

En lo que afecta a la construcción y decoración de los establecimientos, se advierte que la construcción, acondicionamiento y reparación de estos locales se realizará con materiales idóneos, de fácil limpieza y, en ningún caso, susceptibles de originar intoxicaciones o contaminaciones.

En cuanto a la zona destinada a uso público, se exige que si existe servicio de plancha, contará con sistema de extracción de humos y olores, mientras que las paredes, suelos y techos serán de material liso, impermeable y de fácil limpieza y desinfección.

La ventilación será adecuada, pudiendo utilizarse procedimiento tecnológicos para complementar la ventilación natural, evitando la entrada de polvo y la circulación no controlada de aire. Si existe servicio de plancha, contará con sistema de extracción de humos y olores.

Además se detalla que las «paredes, suelos y techos serán de material liso, impermeable y de fácil limpieza y desinfección» y que «los escaparates, estanterías, mostradores, etc., así como los elementos de decoración, serán de materiales resistentes, impermeables y de fácil limpieza».

En la ordenanza se advierte además que los Servicios Técnicos municipales que desarrollen las funciones de inspección derivadas de esta Ordenanza pueden visitar los establecimientos y podrán ordenar la suspensión provisional, prohibición de las actividades y clausuras definitivas de los establecimientos por requerirlo la salud pública.

Las infracciones se califican como leves, graves y muy graves, atendiendo a los criterios de riesgo para la salud y, como la ordenanza del Ayuntamiento de Salamanca es del año 1995, todavía los precios de las multas vienen detalladas en pesetas. Así, las leves serán sancionadas con apercibimiento o multa de hasta 25.000 pesetas; las graves, con multa de 25.001 a 100.000 pesetas; las muy graves, con multa de 100.001 a 2.000.000 pesetas. Y/o revocación de autorizaciones o suspensión provisional por un plazo máximo de quince días.

Además, a raíz del incendio del restaurante Bambú en la capital en la céntrica calle Prior -24 de julio de 2019-, desde el Ayuntamiento de Salamanca se envió en el año 2019 información a todos los bares con parrilla con medidas de seguridad y limpieza.

En el citado informe, al que ha tenido acceso este medio, se destaca que «en cocinas en las que la potencia instalada supere los 20 KW en uso hospitalario o los 50 KW en otros usos la cocina habrá de contar con un sistema de extinción de incendios, siendo recomendable en las que no se encuentran entre las anteriores por la eficacia de estos sistemas a fin de garantizar la no propagación del incendio» y en el caso de parrillas de brasas y de conductos con tramos horizontales o con registros de inspección y limpieza, se recomienda planificar su revisión mensual con el fin de asegurar la no acumulación de residuos por las características del combustible y la facilidad de depósito de residuos en los conductos.

A todos los que solicitan una licencia de apertura de este tipo de establecimientos que manipulan comida (desde una carnicería, obradores, pescaderías, restaurantes...) se les hace llegar Real Decreto 1021/2022, de 13 de diciembre, por el que se regulan determinados requisitos en materia de higiene de la producción y comercialización de los productos alimenticios en establecimientos de comercio al por menor.

Además, el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales, aprobado en 2004, establece las condiciones que deben reunir los edificios industriales para proteger a sus ocupantes frente a los riesgos originados por un incendio y para prevenir daños a terceros.

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