El humo de los incendios de Canadá rebaja en Salamanca la ola de calor

Una oleada de incendios forestales a 7.000 kilómetros de distancia pueden cambiar el tiempo en Salamanca. Al menos, así parece estar ocurriendo según Aemet y los datos de las estaciones meteorológicas de la ciudad, que han registrado dos efectos que rebajan el impacto de la ola de calor que estamos viviendo.

Según ha explicado la Aemet, el humo procedente de los incendios de Canadá, que tocó España en la tarde del domingo, cubre la mayor parte de la Península. La gran nube ha pasado por encima del país y se ha dejado notar en la atmósfera, con efectos sorprendentes.

El primero, una rebaja de las temperaturas, no ostensible, pero sí apreciable. «Las partículas en suspensión pudieron hacer que las temperaturas registradas el martes fuesen ligeramente inferiores a las previstas», explica Aemet, y en el caso de Salamanca el efecto se puede medir: tres grados menos.

Según las previsiones de Aemet, este martes la máxima pronosticada en la capital era de 35 grados, pero se ha quedado en 32 exactos. Son tres menos y un pequeño alivio en la sucesión de altas temperaturas de los últimos días. Veníamos de jornadas de más de 35 y 36 grados y se ha notado.

El otro efecto es algo contradictorio y tiene que ver con la medición de partículas. Las estaciones meteorológicas de calidad del aire, dos en la ciudad, registraban desde el día 25 de junio un repunte de los niveles de partículas en la atmósfera, algo habitual en olas de calor. Sin embargo, el paso de la gran nube de humo de los incendios de Canadá y la bajada de temperaturas ha barrido esas partículas.

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