Ligera mejora en el aspecto de la céntrica parada de tren Salamanca-La Alamedilla

El apeadero de La Alamedilla mejora levemente su aspecto para recibir a los viajeros. Este lugar privilegiado para los usuarios del transporte ferroviarios permite bajarse a unos cientos de metros del acceso al casco histórico de Salamanca y ahorrarse el camino desde el Vialia. Por el momento, esta opción solo está disponible para algunos trenes desde Valladolid y Madrid.

Su aspecto deplorable ha desaparecido considerablemente mientras los salmantinos continúan a la espera de una mejora permanente. Se cumplen tres años desde que se procedió a demoler el antiguo apeadero que continúa pendiente de ser reformado y la solución a priori ha sido cubrir los desperfectos con una lona verde.

Hace unos meses, la pasarela en zig- zag estaba formada por unos tubos, como la de los andamios, que hacían la función de pasamanos; unos tableros de chapas de aglomerado y unas redes de obra de color naranja. Además, los paneles se encontraban llenos de pintadas, suciedad y ligeramente sueltos, por lo que, aquellos que conformaban el suelo daban una sensación de inestabilidad.

Actualmente, la infraestructura tiene una apariencia más cuidada a simple vista, pues las redes de obra han sido cambiadas por unas lonas verdes. Estas tapan los tubos y por lo tanto ya no realizan la función de pasamanos, tan solo sostienen la pasarela. Los paneles y tableros que quedan visibles a los lados continúan con las pintadas y el suelo provoca inseguridad entre los pasajeros.

Además, los usuarios del tren que finalizan su trayecto en la parada Salamanca – La Alamedilla se encuentran en el propio andén con más suciedad y pintadas en los muros. Por último, cabe destacar que este punto ferroviario cuenta con iluminación led instalada en varios postes, pero en todo caso, impropio para una llegada a Salamanca.

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