El 'machista' callejero de Salamanca no se escribe con nombre de mujer
Tan sólo el 7% de las calles de la capital están dedicadas a mujeres a pesar del intento anunciado de equilibrar la estadística por parte del ayuntamiento
En Salamanca hay 654 calles dedicadas a personas, y de ellas, tan sólo el 7% por ciento homenajean a una figura femenina. Aún es más paupérrimo el porcentaje de vías que cuentan con el nombre propio de una mujer: alrededor del 3% de las más de 1.600 calles que completan el mapa de Salamanca. Además, de aquella treintena que tiene nombre de mujer, sólo el 23% está en localizaciones céntricas de la capital.
Un callejero machista que, sin embargo, se ha intentado revertir sin mucho éxito. El pasado 2017 se acordó en un pleno municipal comenzar a equilibrar esa balanza, sin embargo, a pesar de que se han cambiado las denominaciones en los últimos años de algunas vías -algunas por su vinculación franquista- ninguna de ellas ha sido sustituida por un personaje femenino.
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Una de las últimas incorporaciones femeninas a este callejero ha sido la glorieta de Gloria Begué en el barrio de San Bernardo. A razón de una petición por parte de la Universidad de Salamanca para homenajear a la primera mujer que fue decana de una facultad universitaria en España, la catedrática y jurista Gloria Begué, el ayuntamiento atendió esta sugerencia y efectivamente, se puso el nombre de esta intelectual mujer.
La desigualdad ilustrada en un mapa
No sólo Salamanca posee esta clara desigualdad, buena parte de España está representado por un desequilibrio entre la presencia de hombres y mujeres también en las calles. Solo el 15% de las calles de las ciudades de más de 100.000 habitantes que hay en el país están dedicadas a mujeres. Los hombres han escrito y dirigido las esferas sociales y políticas mientras que las mujeres quedaban relegadas a los ámbitos religiosos o monárquicos. Una realidad que queda también reflejada en este análisis callejero donde el 50% de las calles que en la capital charra tienen nombre de mujer, están dedicadas a religiosas.
Seguro que en un ejercicio de memoria para recuperar algunas calles de Salamanca con nombre de mujer coincidirían con las dedicadas a vírgenes o santas porque, además,, son las más céntricas. En este elenco cabe destacar la céntrica calle María Auxiliadora así como Bonifacia Rodríguez Castro, fundadora de la orden de las Siervas de San José. En las Plazas también encuentra esta devoción su lugar: mítica es la Plaza de Santa Eulalia, la Plaza de Santa Teresa o la Plazuela de las Agustinas, todas ellas dentro del casco urbano de la capital.
En la Iglesia y en la Corona era en los dos únicos ámbitos en los que la mujer podía ser protagonista, por tanto, también se encuentran placas con el nombre de reinas. Doña Urraca, infanta de León, cuenta con una glorieta en el barrio de Garrido. La avenida de la Reina Berenguela o la glorieta Beatriz de Suabia completan esta categoría de la realeza.
El perfil de las mujeres homenajeadas
La mayoría de las mujeres que quedan representadas en el callejero de Salamanca destacaron en el ámbito de la cultura. Un espacio mejor aceptado para la figura femenina que otros relacionados con movimientos políticos. En concreto, la escritura es la profesión que ha sido más reconocida en el callejero charro. La avenida Carmen Martín Gaite, la calle Carolina Coronado, la calle Gloria Fuertes, calle Emilia Pardo Bazán o la Plazuela de Beatriz Galindo son algunos de los ejemplos.
Hay pocos ejemplos de mujeres que tengan su placa propia en las calles de Salamanca sin haber destacado especialmente en ningún ámbito pero tres figuras femeninas han sido ensalzadas en la capital por su buen hacer. En este caso, la céntrica calle de Gonzala Santana recibe esta nomenclatura para honrar la posición de esta mujer adinerada en las primeras décadas del siglo XX repartió su fortuna entre los más necesitados. Igualmente, Julita Ramos, directora de grupos de baile tradicional charro o Aurelia López, una de las personas que participó activamente en el movimiento de Chamberí en los años 80 y 90 completan este escaso pero muy valioso paseo femenino por el callejero charro.
