El nuevo récord en Salamanca del mes que lidera la mortalidad por altas temperaturas

La prolongada ola de calor que ha ocupado casi todo agosto ha convertido este mes en el más mortífero de los últimos diez años en cuanto a muertes atribuíbles al exceso de temperatura. Las cifras de lo que llevamos de verano están ya a la altura de los peores años, a falta de varias semanas de septiembre, en un 2025 que se caracteriza por haber trasladado el impacto del calor en la salud al mes de agosto por tercer año consecutivo, confirmando que las máximas más rigurosas se van retransando en el tiempo.

El mes de agosto se despide con la seguridad de que ha registrado una de las olas de calor más largas y fuertes de la historia de la provincia, con registros asfixiantes y sostenidos durantes días y un arreón final que ha alimentado incendios y ha empeorado la calidad del aire. Una circunstancia esta última que favorece la mortalidad por causa de las altas temperaturas.

Agosto casi completo ha sido una ola de calor. Desde que el día 4 de agosto se marcaran los 40 grados por primera vez en un municipio de Salamanca, las temperaturas han sido inusualmente altas de manera continuada, con un respiro el 6 de agosto y otro el 13; podríamos dividir el episodio en dos olas de calor consecutivas que se prolongaron hasta el 19 de agosto que empezaron a bajar, con algún repunte.

Una ola de calor semejante en esta época sucedió en la primera quincena de agosto de 2003 en el caso de Salamanca. También se recuerdan las de 2022, en julio y agosto, que dejaron su impronta en la tabla de récords con las máximas históricas registradas en la provincia y la capital.

Eso se ha notado en los datos de fallecimientos atribuíbles al exceso de temperatura, al calor por encima de lo normal que hemos tenido. El Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), un mecanismo de vigilancia sobre todas las causas de muerte, recoge que durante el mes de agosto se contabilizan 39 muertes atribuíbles a las temperaturas de las 54 de todo el período estival; en julio hubo doce y en junio sólo tres. Son el 40% de las de este verano, a falta de que se complete con las semanas de septiembre.

Como se ve en el gráfico superior, es el peor agosto en muertes por altas temperaturas desde 2015; supera incluso al tremendo 2022 cuando, tras los datos récord del mes de julio, agosto tuvo dos olas de calor similares. También se aprecia que es el tercer verano consecutivo en el que los fallecimientos se concentran en agosto.

Los peores días fueron el 12 y 13 de agosto y es, de lejos, el peor mes de este año en cuanto a muertes por calor. Y que la mortalidad se concentra entre el día 5 y el 24 de agosto, veinte días consecutivos en los que al menos murió una persona cada día por el impacto de las altas temperaturas en su salud.

El resto de las olas de mortalidad se concentran en períodos más cortos, del 17 al 20 de julio y del 29 de junio al 7 de julio, menos prolongados y con menos mortalidad.

No obstante, decir que el frío mata más que las altas temperaturas y los meses de diciembre, enero y febrero acumulan una mayor mortalidad, en su caso, por defecto.

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