Misión extinguir y salvar: así entrenan los futuros bomberos de Salamanca ante un verano de alto riesgo
Tras aprobar la oposición, la preparación física y técnica es clave ante el mínimo riesgo de un incencio
Una misión: extinguir el fuego y rescatar. Una vez superada la oposición, toca interiorizar lo que significa estar del otro lado de la emergencia: ejecutar protocolos, coordinarse al milímetro y tomar decisiones bajo presión. Asistimos a la primera práctica de intervención en el Parque de Bomberos de Salamanca, dentro del «Procedimiento 1» para un incendio sobre rasante, como los que podrían ocurrir en una vivienda común.
El aviso
Todo comienza con una llamada al 112. La alarma suena por megafonía. En segundos, cada bombero se activa sabiendo el tipo de emergencia, el protocolo y su función. Si el incendio tiene víctimas -personas atrapadas- la prioridad es el rescate antes de la extinción del fuego, lo que puede cambiar por completo el plan inicial.
«Cada miembro del operativo sabe qué hacer, qué herramienta usar, cómo actuar y con qué nivel de urgencia», explica Luis Damián Ramos Pereira, jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Salamanca. El procedimiento simula una intervención con dos vehículos: uno bomba (conductor, cabo y tres bomberos) y otro escala (conductor, sargento y dos bomberos), en total nueve efectivos que representan el tren de salida ante una alerta.
«La toma de decisiones es crucial»
Sargento del grupo en prácticas
En una intervención típica, mientras un equipo accede por la escalera para posibles rescates por fachada, otros dos entran al edificio: uno con mangueras para la extinción y otro para ventilar y rescatar si es necesario. Desde fuera, un jefe de salida dirige y supervisa todo.
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La toma de decisiones es crucial. «Te preparas, estudias, entrenas... pero hasta que no estás dentro, no sabes cómo vas a reaccionar» afirma el sargento al mando del grupo en prácticas. «Por eso les enseñamos a decidir bajo presión. Vamos de lo más fácil a lo más complejo para que adquieran soltura. Como dice el refrán: vísteme despacio que tengo prisa».
«La verdadera amenaza y lo que mata es el humo»
Pablo Martiño
Sargento jefe de turno
Uno de los grandes mitos que combaten los bomberos es creer que el fuego es el mayor peligro. «Lo que mata es el humo», repiten. «Nuestra prioridad es que el hueco de la escalera quede libre de gases. Por gravedad, el humo sube y esa ese hueco siempre es la vía de evacuación más común».
Tras el incendio de Valencia, ha habido alguno con cierto grado de seriedad en Salamanca en el que los inquilinos han querido abandonar sus viviendas por las escaleras y esto es un error que podría costarles la vida«.
«El incendio de Valencia dejó una mala práctica de actuación ante un incendio»
«El incendio de Valencia no fue un incendio al uso, ni por las condiciones ambientales ni por los materiales de construcción», recuerda Ramos. «Las melaminas y cianoacrilatos que se usan hoy en día hacen que los incendios sean más rápidos y voraces que antes. Ojalá que no vuelva a repetirse uno así».
«El mensaje debe ser claro: si el fuego no está en tu casa, quédate dentro y no abras puertas», insiste un sargento. Solo en situaciones extremas se realiza el rescate con equipos de respiración y capuces especiales, pero por norma general, los bomberos confinan a los inquilinos en lugares seguros dentro del edificio.
La clave: entrenar cuerpo y mente
El parque no es solo un centro operativo: cuenta con instalaciones para entrenar cuerpo y mente. En el sótano, un laberinto oscuro y angosto simula situaciones extremas. Los aspirantes deben recorrer este espacio con los ojos tapadas, equipados con traje estrcutural y equipo de aire. Deben orientarse, superar obstáculos, encontrar trampillas y reaccionar con calma ante estímulos estresantes.
También entrenan en una piscina de hasta ocho metros de profundidad -el equivalente a dos plantas-, el pabellón deportivo y el gimnasio. La formación se divide en varias fases: tres días para incendios sobre rasante, dos para fuegos en garajes, otros dos para excarcelaciones de vehículos y tres para intervención con mercancías peligrosas.
«Se espera un verano potente»
Luis Damián Ramos
Jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Salamanca
La previsión para este verano en Salamanca es preocupante. «Con la cantidad de lluvias que ha habido, la masa forestal está más crecida y seca. Esperamos un verano potente en cuanto a incendios», advierte Ramos. Aún así, la tecnología y la detección precoz ayudan cada vez más a anticipar y sofocar los fuegos.
«Salamanca es una provincia vulnerable porque hay mucha masa forestal pero no es que hayan aumentado los incendios, si no que las condiciones, tanto climáticas como estructurales en las que se dan hacen que se propaguen más desmesuradamente y que, por tanto, aumente el nivel de peligrosidad», apunta.
Pero, más allá de la técnica, lo esencial sigue siendo la cultura de prevención. «Cuando uno desconoce cómo actuar aparece el pánico», concluye el jefe del cuerpo. «Y el pánico se contagia. Por eso, en muchas ocasiones, ante un caso de aprisionamiento, el bombero guía a la víctima por teléfono. Así, si la persona atrapada empieza a ver que lo que le dicen funciona, el miedo siminuye y la situación se vuelve más controlable».
