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Un entramado de odios y venganzas, una larga trayectoria penal de acusados y fallecido, una historia cargada de asuntos pendientes, de amores entrelazados, de un oscuro mundo delincuencial. Así es el contexto de un asesinato, en enero de 2020, a plena luz del día, en plena calle del barrio de El Tormes de Salamanca, de un joven de 27 años, Juan Antonio L.J., que iba acompañado por su pareja y la hija de ambos.
Una muerte que será juzgada a partir del lunes en la Audiencia Provincial de Salamanca, en una vista oral con jurado, y por la que hay tres acusados: Cristóbal M.S., 'El vinas'; su pareja sentimental Rocío B.G.; y Rafael S.J., 'Moso'. Para ellos tres, la Fiscalía de Salamanca pide, en el escrito de conclusiones provisionales al que ha tenido acceso este medio, un total de 63 años y dos meses de cárcel por los delitos de asesinato, tenencia de armas, lesiones y conducción sin carné.
Por esta muerte también fue detenido Sinforiano M.V., conocido como 'El pepón' y que era hijo de 'El vinas', como supuesto autor material del asesinato, aunque ocho meses después fue encontrado muerto en su celda de la cárcel de Dueñas (Palencia) ahorcado con una sábana de su cama.
Aquel 29 de enero de 2020 fue la conclusión de una historia teñida por el odio y la venganza, cuyo origen todavía no está claro, pero del que se habla como un ajuste de cuentas o un problema de celos. La realidad es que entre 'El chispi' y 'El pepón' había más que desavenencias, pues meses antes el segundo disparó contra el primero y le hirió en una pierna. Aquello parecía ser un aviso.
Un aviso que se concretó el 29 de enero de 2020, cuando, según el relato del escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía de Salamanca, la que entonces era pareja de 'El pepón' se encontró en el consultorio médico del barrio de San José a 'El chispi' con su pareja y la hija de ambos, que en aquel momento todavía no había cumplido un año. De este encuentro casual comenzó una historia que concluyó con un asesinato minutos más tarde.
Así, según el escrito del Ministerio Público, la pareja de 'El pepón' le envió, a las 12,45 horas del día 20 de enero, dos mensajes de whasapp. El primero avisaba, «oye está aqui el chispi» y en el segundo concretaba, «en el centro de salud». Sin embargo, como relata la Fiscalía, la pareja de 'El pepón' era «consciente de la enemistad que existía entre ambos y que había llevado a que Sinforiano en el mes de septiembre le pegara un tiro en la pierna a Juan Antonio, no consta que pudiera siquiera representarse la posibilidad real de que ocurriera» el asesinato.
A partir de ese momento, se concretó la venganza ya que comentó de manera inmediata una 'operación' para matar a 'El chispi': 'El pepón', su padre –'El vinas' y la pareja de éste, Rocío B.G.- se dirigieron a los aledaños del centro de salud «con la intención de acabar con la vida de 'el chispi'» y «conforme al reparto de papeles que habían pactado con carácter previo».
Así, Rocío era la encargada, como especifica el Ministerio Público, de vigilar los movimientos de 'el chispi' e informar a su pareja, 'el vinas', y al hijo de éste, 'el pepón'. A ellos se añadió, minutos más tarde, Rafael S.J., 'moso', que llevó un coche -aunque no tiene carné de conducir- «dejándolo con el motor en marcha, sabedor de lo que a continuación habría de ocurrir y sumándose al plan ideado».
«Cuando 'el chispi' se encontraba en la calle Maestro Soler, Sinforiano y Cristóbal, portando uno de ellos un revólver de la marca Llama y el otro una pistola, le abordaron de manera súbita e inopinada, Sinforiano a cara descubierta pero con una capucha y Cristóbal con la cara cubierta por un gorro y una especie de braga con el fin de impedir su identificación, a lo que 'el Chispi', que en ese momento se percató de su presencia e intenciones cogió a su hija del carrito y con ella en brazos emprendió la huida mientras Sinforiano y Cristóbal le perseguían disparando desde su espalda, abatiéndole y acercándose hasta él una vez había caído al suelo, con su hija todavía en brazos bajo su cuerpo, donde le asestaron más disparos», relata la Fiscalía.
Todos los participantes en esta trama huyeron, aunque posteriormente fueron detenidos. Pero la historia no acabó en ese momento, sino que meses más tarde, con los tres hombres en la misma cárcel, el padre y el hijo –'el vinas' y 'el pepón'- intentaron matar al tercero, 'moso', al que querían inculpar de manera directa en el asesinato. Semanas más tarde, 'el pepón' aparecía muerto en su celda de la cárcel de Dueñas (Palencia), ahorcado con una de sus sábanas.
En el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, se piden 22 años de cárcel por el delito de asesinato a Cristóbal M.S., 'el vinas', por el delito de asesinato; otros dos años por tenencia ilícita de armas prohibidas y tres meses de multa por delito de lesiones. Para Rocío B.G. se piden 18 años de prisión por asesinato, dos más por tenencia de maras y tres meses por lesiones. Y para Rafael S.J., 'moso', la Fiscalía pide 18 años de prisión por asesinato, seis meses por conducir sin carné y otros tres meses por lesiones.
El lunes comenzará el juicio, con jurado, en la Audiencia Provincial de Salamanca, para el que se han previsto tres días, con la declaración de testigos y de los acusados.
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