El palacio de Salamanca cubierto de conchas que fue residencia noble, cárcel universitaria, museo y biblioteca
Símbolo de la ciudad, la Casa de las Conchas guarda entre sus muros siglos de historia y es una de las bibliotecas más visitadas de la ciudad
«El saber no ocupa lugar», frase que define a la perfección una biblioteca como la Casa de las Conchas, un palacio urbano de estilo gótico renacentista y mudéjar que ha tenido múltiples usos y remodelaciones con el paso del tiempo. No solo atrae miradas por su llamativa fachada cubierta por veneras, sino también por la riqueza de su historia, su arquitectura y el papel fundamental que desempeña hoy como biblioteca pública de Salamanca y como uno de los espacios culturales más visitados de la ciudad.
Una casa marcada por el amor… y las conchas
Fue Rodrigo Maldonado de Talavera, caballero de Santiago y rector en Salamanca, quien mandó construir este palacio urbano de estilo gótico-renacentista con influencias mudéjares. Su hijo, Rodrigo Arias Maldonado, lo finalizó el año en que se casó con Juana de Pimentel, a quien se atribuye la decoración con conchas de la fachada. Estas veneras, símbolo de los Pimentel, también se relacionan con el apóstol Santiago y han dado pie a leyendas sobre tesoros ocultos bajo ellas, lo que despertó el interés de los jesuitas por la casa.
Casa de las Conchas en la actualidad. Álex López
Casa de las Conchas. Años 60. AKG Images
De residencia noble a biblioteca
Además de haber sido residencia familiar, la Casa de las Conchas ha tenido múltiples usos: fue cuartel, cárcel universitaria, sede de la Universidad y hasta museo provincial. Pero, desde hace décadas, es sede de la Biblioteca Pública de Salamanca, un uso que ha devuelto al edificio su vocación de saber. Hoy en día, la biblioteca alberga una colección de aproximadamente 216.000 ejemplares, que incluye libros, revistas, mapas, partituras, videojuegos y material multimedia. Una parte significativa de este fondo, más de 64.000 libros, se conserva en el depósito principal, organizado mediante un sistema de peines. Este espacio se encuentra en lo que probablemente fueron las antiguas caballerizas del palacio, como lo sugiere su característico techo abovedado de ladrillo rojo.
1 /
En la primera planta está la oficina de depósito legal con un buzón para devolver libros desde la Rúa y una entrada adaptada para personas con discapacidad. En la cuarta planta se conservan una antigua máquina de escribir y varios ficheros bibliográficos organizados por secciones, recuerdo de los primeros tiempos como biblioteca.
1 /
Una escalera misteriosa
El edificio conserva una estructura palaciega singular. Destaca una escalera de caracol original, que conecta todas las plantas y salas y que estuvo oculta tras una reja durante siglos. Subir por ella es como atravesar un túnel en el tiempo. Dentro de ella se conservan unos escudos encontrados con la flor de Lis.
1 /
En la quinta planta se aprecian unas vistas espectaculares de la Clerecía y las catedrales de Salamanca desde la única torre que aún se conserva del palacio, ya que se cree que originalmente el edificio tenía dos más: otra en la Rúa y una en la actual calle Meléndez Valdés.
«Ver sin ser visto»
1 /
Las ventanas enrejadas del edificio son otro de sus sellos distintivos. Desde dentro de la sala de seminario puede verse una reja única en rejería española, que reza «Ave María Gratia Plena», un testimonio de la devoción religiosa de la familia. En otra ventana, sobre la actual oficina de turismo, se pueden ver motivos mitológicos: delfines, amorcillos y escudos que, según algunos, representan una auténtica oda al amor entre Juana de Pimentel y su esposo. Probablemente, los Maldonado y los Pimentel se sentarían junto a las ventanas y, a través de las celosías, veían el exterior sin ser vistos.
Un jardín oculto en el centro de Salamanca
La biblioteca actual se ha expandido respetando la historia del edificio. La sala de lectura ocupa parte de lo que era el jardín interior del palacio que comparte espacio con los vecinos. Cuando se hizo la rehabilitación de la biblioteca se añadió este espacio. Además del patio principal en la entrada de la casa, existe este jardín interior en el centro de la ciudad que pocos conocen.
Espacios y salas con un pasado
• Sala de microfilm y de fondo local: en la sala de microfilm, próxima a la de fondo local, hay revistas y carteles de actividades locales. El artesonado de ambas salas es una restauración del original. La sala de fondo local, considerada la joya patrimonial de la biblioteca, reúne obras de autores salmantinos, temas relacionados con Salamanca e incluso libros descatalogados. Fue concebida como un homenaje a la Biblioteca Central Histórica de la Universidad por los arquitectos Víctor López Cotelo y José Antonio Valdés Moreno.
1 /
Las estanterías, protegidas con rejas para evitar la entrada de aves, y las mesas con lámparas del siglo XX, fueron diseñadas especialmente para este espacio. La madera utilizada, según se dice, podría ser la misma que se emplea en la construcción de barcos noruegos. Curiosamente, a principios del siglo XX, la Casa de las Conchas fue residencia de la familia del administrador del Conde de Santa Coloma. En aquel entonces, el edificio acogía exposiciones, reuniones sociales y bailes. Así, el actual fondo local ocupa el antiguo salón de baile.
• Sala de seminarios: la sala de seminarios es la parte por donde se empezó a hacer la casa. Aquí accede solamente quien participa en los talleres de formación o de idiomas. Como cita de lo que había antes en la casa, los arquitectos se preocuparon por mantener la estética original, mantuvieron algunas vigas y dejaron el suelo original en las ventanas.
• Los más pequeños también tienen su rincón especial en la sala infantil, que antaño fue una lechería y más tarde, la oficina de turismo. Aún hoy, algunos visitantes entran preguntando por folletos en lugar de libros.