Un patio más 'verde' en un centenario colegio de Salamanca que reclama más «oxígeno y vida»

Darle color verde «de oxígeno y vida» a un patio gris y oscuro. Esto es lo que pretende el colegio Padre Manjón, uno de los más veteranos de la ciudad, que ha empezado la transformación de su recinto con una plantación en la que han participado profesores, padres y alumnos, el primer paso del cambio profundo que la comunidad educativa requiere para el centro. Una declaración de intenciones que ha tenido lugar precisamente la semana en la que ha perdido uno de los árboles de su puerta, algo a lo que el colegio se repondrá como ha hecho siempre con la ayuda de sus alumnos.

El plan para renaturalizar el colegio empieza por su patio, de duro hormigón y que es también uno de los equipamientos más visibles del centro. Lo que se ha hecho es una plantación que, en la línea del centro, se ha convertido en una pequeña fiesta participativa. El acto tuvo lugar el viernes con la participación de todos los alumnos que, mientras llovía, trabajaban para llenar de tierra grandes maceteros, plantar los ejemplares elegidos y regarlos.

La plantación se ha hecho por iniciativa del centro, con el apoyo del AMPA y la colaboración con el centro de FP Lorenzo Milani, especializado en educación ambiental. Parte de su equipo son padres de alumnos del Manjón y, junto con su alumnado, encargados de poner dos olivos y varias plantaciones de jazmines que treparán por la verja exterior del colegio.

La propuesta fue un éxito. A la hora prevista, la del segundo recreo, el colegio en pleno se ponía manos a la obra con el material de jardinería que había llegado. Cinco macetas de grandes dimensiones, tierra, fertilizante, regaderas, herramientas y a plantar. Los más pequeños, los más interesados.

Cada uno de los grandes recipientes lleva un par de alargadas plantas y se han utilizado también los dos grandes maceteros del ayuntamiento que se pusieron, en ellos van los olivos. Tras regarlo todo, se han subido al muro las trepadoras para que empiecen a colonizar la valla exterior. Si todo va bien, crearán un jardín vertical que dará sentido al objetivo de «dar oxígeno y vida» al centro, un poco encajonado entre edificios y el paseo de Canalejas.

El colegio se encuentra en una de las avenidas más transitadas de Salamanca, y lo estará más próximamente: cerca de 13.000 vehículos pasan por la puerta cada día. Hace unos años, Ecologistas en Acción denunció con datos propios que era una de las calles con colegios más contaminadas de la ciudad y de Castilla y León, algo que preocupa. Sin duda, las plantaciones ayudarán a limpiar un poco el ambiente.

Los arbustos plantados hace unos años y el arbolado de la avenida pueden paliar algo la situación, lástima que uno de ellos, el que estaba más cerca de la puerta del patio, haya sido talado, justo ahora que el centro quiere poner algo de su parte.

La vegetación elegida puede dar un gran resultado, aunque va a seguir en franca minoría con el cemento. Darle más color verde al patio es otro de los objetivos. El edificio actual es de titularidad municipal y es el segundo de su historia. El primero se terminó en diciembre de 1924 y después de las vacaciones de Navidad de aquel curso empezaron las clases, así que ya ha cumplido los cien años tras su fundación. Las aulas fueron bautizadas como Escuelas del Príncipe, después Primitivo Santa Cecilia y, por decisión el ayuntamiento en 1936, Padre Manjón.

Como el barrio donde se asentó empezó a crecer en habitantes, el edificio original de una sola planta se quedó pequeño pasados los años y en 1979 se aprobaba demolerlo y construir el nuevo, que se inauguró en 1981. Fue obra del conocido arquitecto Antonio De la Mano, exalumno de un centro que recurre con frecuencia a la lista de quienes pasaron por sus aulas. Como entonces, ahora la comunidad del Manjón se ha puesto a funcionar.

De aquel primitivo colegio quedan restos bajo el pétreo patio del actual. Ese es uno de los obstáculos para remodelarlo por completo, una obra que requeriría de una fuerte inversión municipal. No le sobra espacio, pero sí mucho hormigón en el patio, que impide llevar a cabo acciones que en otros colegios ya se han ejecutado, como huertos y plantaciones.

El centro tiene dos patios, el principal de Canalejas y otro cubierto, por el lado de la calle Ceriñola, para los más pequeños. El grande es el escenario de los deportes. El Manjón ha sido siempre referente en baloncesto, y todavía sigue aportando muchos jugadores a la base de los principales equipos de Salamanca, así que en la lista de objetivos está también una puesta a punto (pintura y canastas nuevas serían deseables).

Aquí el colegio vuelve al punto en el que decidió plantar jazmines y dos olivos. La cobertura verde de su verja exterior permitirá crear jardines verticales que aporten frescor, limpien el aire que se respira y, de paso, protejan a los niños de miradas indiscretas. Le daría ese toque verde del que ahora carece, el primer paso de lo que pide el centro: proporcionar un ambiente más humano a su duro patio en una avenida que reclama también más vegetación.

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